bosnia enterró a víctimas
Bosnios musulmanes entierran a víctimas de la masacre de Srebrenica de 1995. Mal serbio debe ser erradicado.
Srebrenica, Bosnia-Herzegovina. Las mujeres lloraron cuando ayer finalmente enterraron a sus maridos e hijos, diez años después de la peor masacre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial -funerales que fueron posibles por la excavación de fosas comunes de las víctimas asesinadas por tropas serbo-bosnias.
Una extraordinaria reunión de 30.000 personas -incluyendo al presidente serbio- llegaron a Srebrenica para conmemorar el aniversario y honrar a los muertos.
Al sonido de oraciones musulmanes que hacían eco a través de un extenso y verde valle, los familiares caminaban entre los 610 ataúdes de las víctimas más recientemente identificadas de la masacre del 11 de julio, en la que fueron asesinados más de 8.000 hombres y niños musulmanes.
Después de un servicio religioso, los ataúdes fueron pasados en mano en mano hacia las fosas y sepultados. El sonido de la tierra cayendo sobre los ataúdes y los llantos de las mujeres competían con la voz que leía los nombres de las víctimas.
Fueron enterrados junto a 1.330 tumbas existentes en un cementerio al otro lado de una fábrica de baterías para coches abandonada que durante la guerra fue la base de los soldados holandeses de Naciones Unidas.
Se suponía que los holandeses debían proteger a Srebrenica -una zona designada por Naciones Unidas como segura- de los ataques serbios durante la guerra bosnia de 1992-1995. Pero, superada en números y armas por los serbios, la misión holandesa observó cómo hombres y niños de Srebrenica eran separados de las mujeres y llevados fuera para ser asesinados y arrojados en fosas poco profundas que todavía están siendo descubiertas una década más tarde. [Según informes las tropas holandesas también asistieron a los serbios separando a hombres de mujeres].
Fatima Budic se echó ayer sobre el ataúd de su hijo de 14, Velija, antes de su sepultura, sola en su dolor.
"Terminaron con mi vida y lo único que quiero ahora es ver que los culpables paguen por lo que han hecho", sollozó Budic. Su marido y su hijo de 16 no han sido encontrados nunca.
Jefes de estado del mundo ofrecieron ayer excusas y llamaron a la detención de los principales criminales de guerra fugitivos, el presidente serbo-bosnio Radovan Karadzic, y el comandante militar Ratko Mladic, y su extradición al tribunal por crímenes de guerra en La Haya.
"Es una vergüenza para la comunidad internacional que este mal haya tomado lugar debajo de nuestras narices", dijo el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw. "Lo lamento amarga y profundamente".
En una valla, las familias de los muertos colgaron una enorme pancarta que decía: "La vergüenza de Europa: Genocidio. 8.106 asesinados en Srebrenica".
"Los crímenes que fueron cometidos aquí no son simplemente homicidios", dijo Theodor Meron, presidente del tribunal por crímenes de guerra de Naciones Unidas. "Fueron escogidos por ser un grupo humano particular y la intención era destruirlo. Fueron tan odiosos que exigen la más grave de las calificaciones: Genocidio".
No había una presencia visible de serbo-bosnios en el servicio de ayer, aunque la televisión bosnia lo transmitió en directo.
El presidente de Serbia, Boris Tadic, asistió al servicio -un gesto significativo, dado el apoyo político y militar de los serbios a los serbo-bosnios durante la guerra. No habló pero dijo antes que su gesto debía ser considerado como un acto de remordimiento hacia los musulmanes de Srebrenica. También juró colaborar en la detención de Mladic.
En el cercano villorrio de Bratunac, los serbo-bosnios defendieron las acciones de sus tropas y el ex presidente serbio Sloboan Milosevic -considerado el principal estratega de la campaña serbia.
"Las lujosas conmemoraciones en Srebrenica son una conspiración contra los serbios", dijo Milan Baljic, ex soldado serbo-bosnio. "¿Por qué no se preocupa nadie de nuestros muertos? Ellos nos mataron, los matamos a ellos. ¿Cuál es la diferencia?"
Funcionarios internacionales dijeron que Karadzic y Mladic, los dos fugitivos por crímenes de guerra más buscados, pertenecen al tribunal internacional. Milosevic está siendo juzgado por el tribunal.
"El mal que provocó esos crímenes todavía acecha en estas montañas", dijo el embajador viajero para crímenes de guerra, Pierre-Richard Prosper. "Debe ser destruido".
Mladic, que se cree que se esconde en Serbia, dirigió personalmente la carnicería de Srebrenica, diciendo en esa época que la captura de la ciudad era "mi regalo a la nación serbia" y la venganza por los 500 años de ocupación turca de Serbia que empezó en el siglo 14.
En la guerra entre bosnios musulmanes, croatas católicos y serbios ortodoxos murieron unas 250.000 personas.
14 de julio de 2005
©boston globe
©traducción mQh
Una extraordinaria reunión de 30.000 personas -incluyendo al presidente serbio- llegaron a Srebrenica para conmemorar el aniversario y honrar a los muertos.
Al sonido de oraciones musulmanes que hacían eco a través de un extenso y verde valle, los familiares caminaban entre los 610 ataúdes de las víctimas más recientemente identificadas de la masacre del 11 de julio, en la que fueron asesinados más de 8.000 hombres y niños musulmanes.
Después de un servicio religioso, los ataúdes fueron pasados en mano en mano hacia las fosas y sepultados. El sonido de la tierra cayendo sobre los ataúdes y los llantos de las mujeres competían con la voz que leía los nombres de las víctimas.
Fueron enterrados junto a 1.330 tumbas existentes en un cementerio al otro lado de una fábrica de baterías para coches abandonada que durante la guerra fue la base de los soldados holandeses de Naciones Unidas.
Se suponía que los holandeses debían proteger a Srebrenica -una zona designada por Naciones Unidas como segura- de los ataques serbios durante la guerra bosnia de 1992-1995. Pero, superada en números y armas por los serbios, la misión holandesa observó cómo hombres y niños de Srebrenica eran separados de las mujeres y llevados fuera para ser asesinados y arrojados en fosas poco profundas que todavía están siendo descubiertas una década más tarde. [Según informes las tropas holandesas también asistieron a los serbios separando a hombres de mujeres].
Fatima Budic se echó ayer sobre el ataúd de su hijo de 14, Velija, antes de su sepultura, sola en su dolor.
"Terminaron con mi vida y lo único que quiero ahora es ver que los culpables paguen por lo que han hecho", sollozó Budic. Su marido y su hijo de 16 no han sido encontrados nunca.
Jefes de estado del mundo ofrecieron ayer excusas y llamaron a la detención de los principales criminales de guerra fugitivos, el presidente serbo-bosnio Radovan Karadzic, y el comandante militar Ratko Mladic, y su extradición al tribunal por crímenes de guerra en La Haya.
"Es una vergüenza para la comunidad internacional que este mal haya tomado lugar debajo de nuestras narices", dijo el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw. "Lo lamento amarga y profundamente".
En una valla, las familias de los muertos colgaron una enorme pancarta que decía: "La vergüenza de Europa: Genocidio. 8.106 asesinados en Srebrenica".
"Los crímenes que fueron cometidos aquí no son simplemente homicidios", dijo Theodor Meron, presidente del tribunal por crímenes de guerra de Naciones Unidas. "Fueron escogidos por ser un grupo humano particular y la intención era destruirlo. Fueron tan odiosos que exigen la más grave de las calificaciones: Genocidio".
No había una presencia visible de serbo-bosnios en el servicio de ayer, aunque la televisión bosnia lo transmitió en directo.
El presidente de Serbia, Boris Tadic, asistió al servicio -un gesto significativo, dado el apoyo político y militar de los serbios a los serbo-bosnios durante la guerra. No habló pero dijo antes que su gesto debía ser considerado como un acto de remordimiento hacia los musulmanes de Srebrenica. También juró colaborar en la detención de Mladic.
En el cercano villorrio de Bratunac, los serbo-bosnios defendieron las acciones de sus tropas y el ex presidente serbio Sloboan Milosevic -considerado el principal estratega de la campaña serbia.
"Las lujosas conmemoraciones en Srebrenica son una conspiración contra los serbios", dijo Milan Baljic, ex soldado serbo-bosnio. "¿Por qué no se preocupa nadie de nuestros muertos? Ellos nos mataron, los matamos a ellos. ¿Cuál es la diferencia?"
Funcionarios internacionales dijeron que Karadzic y Mladic, los dos fugitivos por crímenes de guerra más buscados, pertenecen al tribunal internacional. Milosevic está siendo juzgado por el tribunal.
"El mal que provocó esos crímenes todavía acecha en estas montañas", dijo el embajador viajero para crímenes de guerra, Pierre-Richard Prosper. "Debe ser destruido".
Mladic, que se cree que se esconde en Serbia, dirigió personalmente la carnicería de Srebrenica, diciendo en esa época que la captura de la ciudad era "mi regalo a la nación serbia" y la venganza por los 500 años de ocupación turca de Serbia que empezó en el siglo 14.
En la guerra entre bosnios musulmanes, croatas católicos y serbios ortodoxos murieron unas 250.000 personas.
14 de julio de 2005
©boston globe
©traducción mQh
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