se marchan profesionales
[Sacha Kester] Enorme descontento entre profesionales extranjeros. Casi un 80 por ciento quiere marcharse del país.
La Haya, Holanda. Es demasiado pronto como para sacar conclusiones de una encuesta de opinión en la que el 77 por ciento de los empleados de organizaciones internacionales ha indicado su intención de abandonar Holanda. Así lo afirmó Andrew Blank, secretario de IOSA-NL, la organización que realizó la encuesta.
"No fue una investigación científica, sino un listado de preguntas que hemos enviado", explica Blank. "A menudo esos formularios son rellenados solamente por la gente que se irrita sobre algo, mientras que el grupo que está satisfecho tiene la inclinación a no reaccionar.
"Queremos estudiar estos resultados primero en nuestra propia organización. Después podremos decir qué significan estas cifras".
IOSA-NL es una centro de coordinación de asociaciones de personal de, entre otros, el Tribunal para la antigua Yugoslavia, la Corte Internacional de Justicia, Europol y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas OPCW.
Los trabajadores extranjeros que participaron en la encuesta, dicen que están sobre todo descontentos sobre el sistema fiscal, el seguro médico, problemas con los permisos de residencia y el mal tiempo. Además se mencionaron las caras guarderías, las dificultades a la hora de encontrar viviendas convenientes y la creciente desconfianza hacia los extranjeros como motivos del descontento.
El ayuntamiento de La Haya no ha reaccionado oficialmente sobre el informe, que no ha tenido en sus manos. "Sí nos sorprende", dice un portavoz del ayuntamiento. "Tenemos muchos contactos con la comunidad internacional y allá se escucha otra cosa. Muchos de los problemas que teníamos en el pasado han sido solucionados; ahora construimos viviendas adicionales para los profesionales extranjeros, se ha ampliado la escuela internacional y se han simplificado los trámites en el ayuntamiento".
En la encuesta participaron más de 3.400 encuestados en el verano pasado, lo que constituye casi el 60 por ciento del personal de las organizaciones afiliadas. Sin embargo, Blank se muestra "sobre todo cauto", porque el "tema es muy delicado".
"Las quejas serias deben ser recogidas por las autoridades. Pero que todos los que nacieron al sur de los Alpes se quejen del clima holandés no es algo que pueda cambiar el gobierno".
25 de septiembre de 2005
©volkskrant
©traducción mQh
"No fue una investigación científica, sino un listado de preguntas que hemos enviado", explica Blank. "A menudo esos formularios son rellenados solamente por la gente que se irrita sobre algo, mientras que el grupo que está satisfecho tiene la inclinación a no reaccionar.
"Queremos estudiar estos resultados primero en nuestra propia organización. Después podremos decir qué significan estas cifras".
IOSA-NL es una centro de coordinación de asociaciones de personal de, entre otros, el Tribunal para la antigua Yugoslavia, la Corte Internacional de Justicia, Europol y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas OPCW.
Los trabajadores extranjeros que participaron en la encuesta, dicen que están sobre todo descontentos sobre el sistema fiscal, el seguro médico, problemas con los permisos de residencia y el mal tiempo. Además se mencionaron las caras guarderías, las dificultades a la hora de encontrar viviendas convenientes y la creciente desconfianza hacia los extranjeros como motivos del descontento.
El ayuntamiento de La Haya no ha reaccionado oficialmente sobre el informe, que no ha tenido en sus manos. "Sí nos sorprende", dice un portavoz del ayuntamiento. "Tenemos muchos contactos con la comunidad internacional y allá se escucha otra cosa. Muchos de los problemas que teníamos en el pasado han sido solucionados; ahora construimos viviendas adicionales para los profesionales extranjeros, se ha ampliado la escuela internacional y se han simplificado los trámites en el ayuntamiento".
En la encuesta participaron más de 3.400 encuestados en el verano pasado, lo que constituye casi el 60 por ciento del personal de las organizaciones afiliadas. Sin embargo, Blank se muestra "sobre todo cauto", porque el "tema es muy delicado".
"Las quejas serias deben ser recogidas por las autoridades. Pero que todos los que nacieron al sur de los Alpes se quejen del clima holandés no es algo que pueda cambiar el gobierno".
25 de septiembre de 2005
©volkskrant
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