Blogia
mQh

ladrones de niños en china


[Mark Magnier] Miles de niños son secuestrados al año, para ser vendidos y adoptados en el extranjero, o para obligarlos a prostituirse o mendigar.
Xian, China. El escalofriante esbozo a lápiz de Cheng Ying, hecho por su padre una noche del verano pasado antes de que ella se durmiese, sigue estando en la pared por arriba de la cama.
Sus padres no han visto a su hija de 6 años desde que la enviaran a la escuela vestida con un chaquetón de cuadros blancos y negros hace dos meses. La escuela no les ha ayudado a encontrarla, dicen. Tampoco la policía, que se ha negado incluso a escribir un informe sobre su desaparición.
Cuando se aceraba el invierno, se dieron cuenta cabal de la horrenda verdad: Su hija, la niña por la que habían sacrificado todo, se había convertido probablemente en una de los miles de niños que son cada año robados a sus padres en China en el floreciente negocio de los secuestros de niños.
"Se podía ver por qué la querían secuestrar. Era tan guapa", dijo Chen Zhu, su padre. "Solamente espero que la cuiden, donde quiera que esté".
Algunos de los niños robados son bebés en armas. En julio 52 miembros de una banda fueron condenados en la sureña región de Guangxi después de que 28 bebitas, todas menores de 3 meses, fueran sedadas y envueltas en bolsas de lana de plástico para un viaje en bus de larga distancia. Una murió; las demás fueron llevadas a un orfanato.
Las razones detrás de este terrible crecimiento de la industria del tráfico de niños son tan variadas como perturbadoras. En un país que gana millones de dólares cada año con las adopciones extranjeras, algunos niños son criados fuera. Otros siguen en el país, especialmente en el campo chino, donde tener un hijo es visto como indispensable para la herencia, continuar la línea familiar y cuidar de los tumbas de los parientes muertos. Pero las niñas también son necesarias en áreas donde los hombres superan significativamente a las mujeres, para desempeñarse como esposas, cuidar a los parientes más viejos y para familias que ya tienen niños.
En el peor de los casos, dicen activistas y grupos no-gubernamentales, algunas son forzadas a trabajar como prostitutas, criadas o en bandas de mendigos.
China a menudo rehúsa entregar cifras embarazosas, incluyendo el número de sus ciudadanos más jóvenes que son secuestrados frente a las escuelas, en la calle y en los mercados atiborrados. Pero expertos dicen que el problema está creciendo a pesar de repetidas campañas del gobierno para reprimir a los traficantes. China ha revelado que ha rescatado a 3.488 niños secuestrados en 2004, de acuerdo a la agencia de noticias oficial Nueva China. Los expertos dicen que esos niños son sólo una fracción de los niños desaparecidos. Como sugiere el caso de Cheng, muchos casos ni siquiera son registrados.
El gobierno tiene otro incentivo para quitar importancia al problema: las lucrativas adopciones en el extranjero. Estados Unidos y otros países occidentales se niegan a permitir adopciones que involucren la venta de bebés.
China tiene leyes contra la compra de bebés y regulaciones estrictas para impedir que los niños que hayan sido comprados entren en los canales internacionales de adopción. Sin embargo, el orfelinato de Hengyang, en la provincia de Hunan, que ha proveído de niños a familias norteamericanas, fue recientemente sorprendido comprando bebés.
Funcionarios del Centro de Asuntos en Torno a la Adopción chino se negó a comentar los casos, mencionando reglas que les impiden hablar con periodistas extranjeros y el ministro de Asuntos Civiles tampoco quiso entregar comentarios, debido a que el caso estaba todavía siendo investigado.
"En la comunidad de adopción norteamericana existe una gran inquietud sobre este asunto", dijo Brian Stuy, un activista pro-adopción americano que encabeza la Research-China.Org. "Todos adoptan niños con la idea de que ellos necesitan un hogar. Incluso la sugerencia de que tienen sus familias en China, de que puede tratarse de niños comprados, constituye un gran problema".
La cantidad de dinero que reciben los orfelinatos chinos por concepto de adopciones extranjeras es de unos 3 mil dólares por niño, que supera con creces lo que reciben por adopciones nacionales, lo que crea un enorme incentivo para conseguir niños legal o ilegalmente y encaminarlos hacia canales extranjeros, de acuerdo a un ensayo de Research-China.Org sobre las finanzas de la adopción.
Refiriéndose al caso del orfelinato Hengyang, el ensayo dice: "Dada la naturaleza altamente lucrativa del programa internacional de adopciones, la pregunta no es cómo ocurrió, sino como es que no ocurre más a menudo".
Robar niños era prácticamente impensable hace 25 años cuando el comunismo era la ideología dominante y los vigilantes de los barrios observaban todos los movimientos de una persona. Desde entonces, la precipitada búsqueda de riqueza ha resultado en "problemas de transición", a medida que las costumbres sociales ceden ante la codicia, dicen los expertos.
"La moral ha desaparecido, y ahora la gente hace cualquier cosa por dinero", dijo Xia Xueluan, sociólogo de la Universidad de Pekín. "El secuestro de niños es realmente un terrible fenómeno, un problema social extremadamente grave".
De muchos modos, la familia Cheng tiene la típica historia de una familia de trabajadores inmigrantes. Cheng llegó a vivir en 1996 a los suburbios de Xian, famosa por sus soldados de terracota, y su esposa, Jin Lunju, de una miserable aldea, se unió a él un año más tarde. Ganan 200 dólares al mes, apenas suficiente para llegar a fin de mes, y viven en un apartamento de dos habitaciones sin calefacción ni lavabos. En invierno en casa usan sus abrigos.
Aunque tenían poco dinero, daban todo lo posible a su hija y la matricularon en una escuela básica especial a 5 kilómetros de distancia. Dada la realidad de las largas horas de trabajo y salarios bajos, le enseñaron a tomar el bus público a casa por sí misma. Retrospectivamente lamentan no haber sido más cuidadosos. Un testigo informó más tarde haber visto a un hombre con alguien que se ajustaba a la descripción de Yin, pero la policía no investigó esa pista.
La corrupción es un problema en los rangos más bajos del privilegiado servicio de seguridad pública de China, una organización que responde más a las presiones políticas o a los intereses personales que a la conciencia de tener una responsabilidad pública, dicen los analistas.
"La gran mayoría de las familias tienen pocas posibilidades de volver a ver nuevamente a sus hijos", dijo Zhou Xiaozheng, un sociólogo de la Universidad del Pueblo, de Pekín.
Sociólogos y otros padres que han perdido a sus hijos, dicen que la familia Cheng se ajusta al perfil de las víctimas. Los trabajadores inmigrantes que viven en los bordes de las grandes ciudades chinas en barrios pobres y atiborrados de gente desesperada, son víctimas ideales. Su falta de conexión con las autoridades reduce las posibilidades de capturar a los secuestradores. Y sus hijos a menudo obtienen precios más altos debido a que se piensa que son más listos y mejor educados que los niños de áreas rurales.
Los secuestros llegaron a las primeras planas a principios de los años noventa, dicen expertos en el tráfico de niños, y han aumentado prodigiosamente en los últimos años acorde el crecimiento de la riqueza y de la economía chinas. Padres y estudiosos dicen que a medida que se desarrolla el mercado y las ganancias se disparan, bandas relativamente sofisticadas están remplazando a los freelancers oportunistas o a bandas familiares en el negocio del robo de niños.
Algunos niños son vendidos voluntariamente por sus padres, sea con la esperanza de poder tener un hijo bajo la política china de un hijo por familia, o simplemente por dinero. En Henan, en mayo un padre fue sentenciado a 10 años de cárcel y una multa de 600 dólares por vender a su hijo infante por 1.100 dólares para comprar billetes de lotería.
Varios otros factores hacen aumentar la demanda. Comprar un niño y luego ‘legalizar’ la adopción con sobornos es a menudo mucho más fácil que seguir el proceso formal de adopciones en China.
"Realmente, las leyes de adopción deben ser revisadas", dijo Huang Jinxia, de Save the Children China, que supervisa los programas piloto en las provincias de Yunnan y Guangxi en el sur para informar a maestros y estudiantes sobre los riesgos de secuestro. "Bloqueada la ruta legal, mucha gente dice: ‘¿Por qué no comprar un niño?’"
Además, hacerlo a través del mercado negro es a menudo menos caro que pagar la multa por tener un segundo hijo, de acuerdo a la política china de un niño por familia.
Para quebrar su resistencia y mantenerlos tranquilos en los viajes largos, algunos de los niños secuestrados con violados o se les cuenta que sus padres se divorciaron y los abandonaron. En algunos casos, los niños pasan por las manos de siete o más intermediarios.
Los beneficios pueden ser substanciales. Los que se encargan del robo pueden ganar entre 36 a 60 dólares, de acuerdo a confesiones de algunos que han sido capturados, una suma importante en un país donde el ingreso promedio es de unos 100 dólares al mes. Los intermediarios los pueden vender por 400 o más dólares, y el comprador final puede pagar hasta 1.200 dólares por "mercaderías de baja calidad", o niñas, y 2 mil dólares por "productos de calidad", o niños.
Como si la pérdida de un hijo no fuera suficiente, los padres desesperados a menudo son asediados por estafadores cuando piden ayuda al público para ayudar a encontrar sus hijos. Estas estafas van de pequeños timos -Cheng perdió 5 dólares, casi el salario de un día, con alguien que le había dicho que había visto a su hija y podía entregar el retrato de ella y su secuestrador- hasta amenazas de muerte y exigencias de enormes rescates.
Los padres dicen que no pueden encontrar palabras para describir a la gente que puede ser tan ruin como para robar un niño. "Para un país, la pérdida de un niño es poca cosa", dijo Wang Chunkai, 33, un vendedor de leña cuya niña le fue robada frente a su casa. "Pero para una familia, lo es todo".
Wang dice que si encontrara alguna vez al secuestrador, le gustaría apuñalarlo, no una vez sino varias. Jiang Xinzhou, un ingeniero de 34 años cuya hijita de 2 fue robada de su casa mientras sus padres se encontraban dentro, dice que separaría a los criminales de sus propios hijos para que pudieran sentir algo del dolor.
La mayoría de los padres apoya decididamente al gobierno en su política de aplicar la pena de muerte para los ladrones de niños.
El gobierno ha realizado varias ejecuciones en los últimos años, y el año pasado condenó a muerte al jefe de una banda que envió decenas de niños a Singapur durante un período de cinco años.
Pero los padres de los desaparecidos dicen que el estado también debería reprimir a los que compran niños. Los compradores reciben condenas de hasta tres años de cárcel, pero esa ley no es implementada casi nunca.
Cuando Cheng y Jin miran su apartamento de dos habitaciones, son dominados por la tristeza. Muestran instantáneas de su hija, tocando su cara en la fotografía en un intento de hacer una conexión. Su imagen vuelve a ellos durante el día cuando se preguntan qué estará haciendo, si los echará de menos, si está llorando o si tiene hambre o está enferma.
"Nuestro dolor es tan grande que estoy paralizada y pienso en el suicidio", dijo Cheng. "Pero me doy cuenta que no sería justo para el resto de mi familia. Fracasamos como padres, pero no abandono las esperanzas de que vuelva. Nunca dejaré de tener esperanzas".
Yin Lijin contribuyó a este reportaje.

©los angeles times

©traducción

3 comentarios

Yesenia -

Es lamentable y triste lo que ocurre en el pais, necesariamente se debe pensar de forma mas humana y dejar a un lado lo material. Pobres padres que pierden a sus hijos y pobres chinos que tienen la desgracia de tener politicas tan vacias e inservibles

Roberto -

Que Dios tenga compasión de las personas como la que dejó el comentario de arriba...

MONICA GOMEZ -

ME PARESE QUE CHINA PARA SER POTENCIA MUNDIAL EN CASI TODO,SON UNOS COCHINOS DESCARADOS Y QUE DEBERIAN DESAPARESERDEL MUNDO YA QUE PRIMERO QUE TODO EL GOVIERNO COHIBE A LOS PADRES SOLO PUEDEN TENER 1 HIJO POR FAMILIA ASI QUE ESTO LLEVA A MUJERES A ABORTAR Y A OTRAS A BOTAR A SUS BEBES RESIEN NASIDOS ESO ES PECADO Y QUE DIOS TENGA COMPACION DE ESOS SERES INDEFENSOS.