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condenan a inversores


[Philip P. Pan] A tres años, a empresarios que dirigieron protestas contra expropiaciones del gobierno.
Pekín, China. Un empresario que dirigió a miles de inversores en una campaña contra las expropiaciones del gobierno de valiosos yacimientos de petróleo en el norte de China fue condenado el jueves por organizar protestas ilegales y sentenciado a tres años de cárcel, dijeron sus familiares.
La condena de Feng Bingxian, 59, fue la culminación de una prolongada y bien observada batalla en la provincia de Shaanxi que se convirtió en una prueba de las intenciones del presidente Hu Jintao de proteger los derechos de propiedad privada, un principio que el Partido Comunista consagró recientemente en su constitución como parte de su intento de construir una economía de mercado.
Feng era de uno de los cerca de 60 mil inversores privados que desarrollaron pozos de petróleos en Shaanxi con la bendición de funcionarios locales a mediados de los años noventa. Pero los funcionarios confiscaron los pozos en 2003 después de que empezaran a generar beneficios estables, y los inversores presentaron este año una histórica demanda contra el gobierno.
La pelea por los pozos, que se dice valen unos 850 millones de dólares, gozó de una extensa cobertura en la prensa oficial, y Feng se convirtió en el portavoz oficioso de los inversores y uno de los más importantes defensores de la propiedad privada en el país.
Pero las autoridades locales se negaron a oír la demanda y convencieron a los censores de que prohibieran la cobertura periodística del asunto. Luego la policía detuvo al abogado que representaba a los demandantes y empezó a detener a los inversores más activos.
En escenas que evocaron los peores momentos de la Revolución Cultural, la televisión estatal mostró a funcionarios del partido obligando a los inversores a marchar entre muchedumbres que, con pancartas, condenaban el desarrollo privado de los pozos de petróleo. Estudiosos y activistas acudieron en apoyo de los inversores, muchos de los cuales eran campesinos de la localidad que habían perdido todos sus ahorros.
Feng logró escapar, pero fue arrestado en julio después de que detectives lo engañaran haciéndose pasar por periodistas y falsificando una dirección de correo electrónico de un importante periodista de Hong Kong, dijeron amigos y familiares.
Un tribunal de Jingbian, ubicado a unos 800 kilómetros al suroeste de Pekín, prohibió que los periodistas pudieran cubrir el mes pasado el juicio de un día de Feng y anunció su condena por los cargos de "organizar una turba para trastornar el orden social" en una sesión cerrada el jueves, dijo su hijo Feng Yanwei.
"Este tribunal, esta sentencia, no tiene ningún sentido", dijo, observando que tanto el presidente del tribunal como el fiscal de Jingbian eran miembros del destacamento del gobierno que expropió los pozos de petróleo a los inversores. "Mi padre ni siquiera está enfadado. Simplemente se siente impotente".
Agregó que su padre piensa recurrir la condena.
Los fiscales acusaron a Feng Bingxian de organizar las violentas protestas en las que participaron cientos de inversores antes las oficinas de gobierno en la cercana ciudad de Yulin y en la capital provincial de Xian.
Pero la defensa dijo que los inversores había acordado ir juntos a exigir una reconsideración a las oficinas del gobierno. También sostuvo que los mítines no interrumpieron nada, observando que los funcionarios invitaron a los representantes de los inversores a entrar al edificio para negociar.
Feng era el más declarado abierto de los 15 principales demandantes en el pleito de los inversores y sus partidarios dijeron que fue escogido para castigarlo e intimidar a los otros. La policía ha liberado a los otros bajo fianza y dicho a algunos que no serán perseguidos si renuncian a la demanda.
El abogado de los inversores, Zhu Jiuhu, fue dejado en libertad bajo fianza en septiembre después de que aceptara abandonar el caso.
En las últimas semanas el gobierno ha tratado de dividir a los inversores pagando a algunos dineros extras por los pozos confiscados. Pero la mayoría de sus reclamos de indemnización han sido ignorados.

6 de enero de 2006

©washington post
©traducción mQh

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