terrorismo y democracia en perú
[Alan Riding] Dos documentales que giran sobre el ejemplo peruano.
París, Francia. De todos los grupos insurgentes activos en América Latina en los últimos cincuenta años, ninguno se ajusta más adecuadamente a la descripción de ‘terrorista’ que Sendero Luminoso, de Perú. Comenzó sus acciones armadas en 1980, cometió atrocidades durante más de una década y fue derrotado por un presidente que fue sacadodel cargo en 2000 por abusos de poder.
¿Qué lecciones sobre la guerra contra el terrorismo puede ofrecer Perú a Estados Unidos?
Las directoras estadounidenses de dos documentales que están siendo exhibidos este mes en el Film Forum de Nueva York creen que sí hay lecciones que aprender: al menos, dicen, la experiencia peruana es una historia ejemplar debido al precio pagado por la frágil democracia peruana en su victoria sobre del terrorismo.
Ambas directoras, Pamela Yates y Ellen Perry, dijeron que hicieron sus películas teniendo en mente a audiencias estadounidenses. Y mientras que ninguna de las dos películas traza paralelos con la guerra norteamericana contra el terrorismo, los problemas que planteados en Perú -desde las tácticas antiterroristas hasta las libertades civiles- suenan conocidos.
Dicho esto, los dos documentales son notablemente diferentes.
‘State of Fear: The Truth About Terrorism’, dirigido por Yates, sigue el trabajo de la Comisión de la Verdad de Perú, que concluyó que entre 1980 y 2000 más de 69 mil personas fueron matadas por la violencia terrorista o gubernamental. También subraya cómo la guerra contra el terrorismo fue utilizada para justificar la erosión de la democracia del país.
‘The Fall of Fujimori’, dirigida por Perry, gira sobre el mismo asunto, pero se basa en gran parte en entrevistas con Alberto Fujimori, presidente de Perú entre 1990 y 2000, en las que explica su estrategia y reclama los créditos por acabar con Sendero Luminoso.
Sin embargo, su historia en Perú no ha terminado.
Desde su exilio en Japón, el país de sus ancestros, Fujimori prometió hace tiempo que se presentará nuevamente a las elecciones presidenciales de abril. Como un paso en esa dirección, viajó a Chile a principios de noviembre, donde fue detenido a petición de las autoridades peruanas. La semana pasada, Perú pidió su extradición para juzgarlo por una gama de cargos, desde corrupción hasta su responsabilidad por los escuadrones de la muerte.
Los dos documentales contribuyen al examen del pasado reciente de Perú. ‘State of Fear’, celebrado por grupos de derechos humanos en un festival en Lima en agosto, está siendo emitido ahora semanalmente por Canal 7, la estación del gobierno peruano, como una manera de recordar a la gente los excesos de Fujimori. ‘The Fall of Fujimori’, en cambio, fue celebrada por los seguidores de Fujimori en el mismo festival.
Lo que distingue las experiencias de Perú de la guerra estadounidense contra el terrorismo es que la violencia peruana fue enteramente doméstica. Fundado por Abimael Guzmán, ex profesor de filosofía, Sendero Luminoso prometía revertir los siglos de injusticia sufridos por la población indígena de Perú. Pero para afirmar su poder, creó un reino de terror, especialmente en la región de Ayacucho en los Andes.
Al preparar ‘State of Fear’, Yates y su productor, Paco de Onis, asistieron a las audiencias públicas de la Comisión de la Verdad. Volvieron a Perú a entrevistar a testigos y, en algunos casos, los acompañaron a los sitios donde Sendero Luminoso había cometido atrocidades. En la película algunos, por ejemplo, fueron obligados a entrar a Sendero Luminoso cuando eran niños, y algunos fueron obligados a matar a sus propias familias.
A mediados de los ochenta, las fuerzas armadas de Perú estaban luchando contra Sendero Luminoso en los Andes, pero, como demuestra ‘State of Fear’, el resultado a menudo aumentó la violencia, con muchas comunidades indígenas amenazadas y castigadas por ambos grupos armados. Y, en la práctica, la represión militar ayudó a Sendero Luminoso: hacia 1990 estaba amenazando la capital costera de Lima.
Fue entonces que Fujimori, otro antiguo profesor, fue elegido. En abril de 1992, en nombre de la guerra contra el terrorismo, cerró el Congreso y se atribuyó poderes dictatoriales. Cinco meses después se detuvo a Guzmán, el líder de Sendero Luminoso. Pero un argumento central de ‘State of Fear’ es que las detenciones no fueron producto de la represión militar, sino de viejos métodos policiales.
Mientras que la detención de Guzmán demostró ser fatal para Sendero Luminoso, la inteligencia militar de Perú, bajo Vladimiro Montesinos, aceleró la persecución de sospechosos, usando la tortura y los escuadrones de la muerte. En ‘State of Fear’, una mujer llamada Magdalena Monteza describe cómo fue arrestada en su primer día en la universidad, violada repetidas veces y luego encarcelada. Junto a ella durante la entrevista estaba la niña que nació de esa violación.
En ‘The Fall of Fujimori’, Fujimori señala que fue re-elegido abrumadoramente para un segundo término en 1995. "¿Qué estaban dispuestos a hacer los peruanos en nombre de la paz?", se pregunta Perry en una entrevista por teléfono desde Los Angeles. "Permitieron los tribunales militares, permitieron los escuadrones de la muerte, sabían lo que estaba pasando". Y agregó: "Me asombra que lo persigan por cargos de antes de 1995, cuando su re-elección fue un triunfo electoral aplastante".
Lo que finalmente socavó a Fujimori fue su decisión de presentarse a la re-elección en 2000. Y a pesar de las protestas de que violó la constitución, ganó. Luego, poco después de su inauguración, un canal de televisión emitió un video que mostraba a Montesinos sobornando a un parlamentario. Dentro de diez días Montesinos había huido del país y, a medida que se mostraban más videos, el régimen de Fujimori empezó a desmoronarse.
Llamó a nuevas elecciones y se distanció de Montesinos. Pero en noviembre de 2002, a medida que aumentaban las pruebas de la corrupción de Montesinos, Fujimori huyó a Japón y envió por fax su renuncia como presidente. En ‘The Fall of Fujimori’, dice que su vida corría peligro e insiste en que no sabía nada de las actividades ilegales de Montesinos.
"En mi opinión, Montesinos es un criminal y un rebelde", dijo Perry. "Fujimoru es un patriota, un rebelde y posiblemente un criminal. Fujimori y Montesinos son realmente personajes de Shakespeare".
Ciertamente, la película se concentra más en el personaje principal que en sus antecedentes. "Te permite dar una mirada en la mente de un dictador", dijo Perry, que fue nominada para el Galardón al Mejor Guión de Documentales del Gremio de Guionistas [Writers Guild], junto con sus co-guionistas Zack Anderson y Kim Roberts. "No me paso hablando durante 20 minutos sobre la brutalidad de los militares, pero está todo ahí de manera más sutil".
En contraste, ‘State of Fear’ presenta una visión más comprehensiva de la guerra de Perú contra el terrorismo y por la democracia. También ha causado un inesperado impacto internacional. En julio fue emitido en 45 idiomas en el Canal Internacional del National Geographic. Y el mes pasado provocó un duro debate entre detractores y partidarios del gobierno ruso en un festival de derechos humanos en Moscú.
"Ahora están trabajando en una versión quechua", dijo Onis, refiriéndose a uno de los idiomas indígenas de Perú. "Lo mostramos en un festival en Nepal, en septiembre, y los grupos pro-democracia quieren ahora una versión en nepalés. Estamos pensando en producir una versión en árabe". Ahora se preparan para un festival en Irlanda del Norte. Es sorprendente ver cómo la película adquiere vida propia.
¿Qué lecciones sobre la guerra contra el terrorismo puede ofrecer Perú a Estados Unidos?
Las directoras estadounidenses de dos documentales que están siendo exhibidos este mes en el Film Forum de Nueva York creen que sí hay lecciones que aprender: al menos, dicen, la experiencia peruana es una historia ejemplar debido al precio pagado por la frágil democracia peruana en su victoria sobre del terrorismo.
Ambas directoras, Pamela Yates y Ellen Perry, dijeron que hicieron sus películas teniendo en mente a audiencias estadounidenses. Y mientras que ninguna de las dos películas traza paralelos con la guerra norteamericana contra el terrorismo, los problemas que planteados en Perú -desde las tácticas antiterroristas hasta las libertades civiles- suenan conocidos.
Dicho esto, los dos documentales son notablemente diferentes.
‘State of Fear: The Truth About Terrorism’, dirigido por Yates, sigue el trabajo de la Comisión de la Verdad de Perú, que concluyó que entre 1980 y 2000 más de 69 mil personas fueron matadas por la violencia terrorista o gubernamental. También subraya cómo la guerra contra el terrorismo fue utilizada para justificar la erosión de la democracia del país.
‘The Fall of Fujimori’, dirigida por Perry, gira sobre el mismo asunto, pero se basa en gran parte en entrevistas con Alberto Fujimori, presidente de Perú entre 1990 y 2000, en las que explica su estrategia y reclama los créditos por acabar con Sendero Luminoso.
Sin embargo, su historia en Perú no ha terminado.
Desde su exilio en Japón, el país de sus ancestros, Fujimori prometió hace tiempo que se presentará nuevamente a las elecciones presidenciales de abril. Como un paso en esa dirección, viajó a Chile a principios de noviembre, donde fue detenido a petición de las autoridades peruanas. La semana pasada, Perú pidió su extradición para juzgarlo por una gama de cargos, desde corrupción hasta su responsabilidad por los escuadrones de la muerte.
Los dos documentales contribuyen al examen del pasado reciente de Perú. ‘State of Fear’, celebrado por grupos de derechos humanos en un festival en Lima en agosto, está siendo emitido ahora semanalmente por Canal 7, la estación del gobierno peruano, como una manera de recordar a la gente los excesos de Fujimori. ‘The Fall of Fujimori’, en cambio, fue celebrada por los seguidores de Fujimori en el mismo festival.
Lo que distingue las experiencias de Perú de la guerra estadounidense contra el terrorismo es que la violencia peruana fue enteramente doméstica. Fundado por Abimael Guzmán, ex profesor de filosofía, Sendero Luminoso prometía revertir los siglos de injusticia sufridos por la población indígena de Perú. Pero para afirmar su poder, creó un reino de terror, especialmente en la región de Ayacucho en los Andes.
Al preparar ‘State of Fear’, Yates y su productor, Paco de Onis, asistieron a las audiencias públicas de la Comisión de la Verdad. Volvieron a Perú a entrevistar a testigos y, en algunos casos, los acompañaron a los sitios donde Sendero Luminoso había cometido atrocidades. En la película algunos, por ejemplo, fueron obligados a entrar a Sendero Luminoso cuando eran niños, y algunos fueron obligados a matar a sus propias familias.
A mediados de los ochenta, las fuerzas armadas de Perú estaban luchando contra Sendero Luminoso en los Andes, pero, como demuestra ‘State of Fear’, el resultado a menudo aumentó la violencia, con muchas comunidades indígenas amenazadas y castigadas por ambos grupos armados. Y, en la práctica, la represión militar ayudó a Sendero Luminoso: hacia 1990 estaba amenazando la capital costera de Lima.
Fue entonces que Fujimori, otro antiguo profesor, fue elegido. En abril de 1992, en nombre de la guerra contra el terrorismo, cerró el Congreso y se atribuyó poderes dictatoriales. Cinco meses después se detuvo a Guzmán, el líder de Sendero Luminoso. Pero un argumento central de ‘State of Fear’ es que las detenciones no fueron producto de la represión militar, sino de viejos métodos policiales.
Mientras que la detención de Guzmán demostró ser fatal para Sendero Luminoso, la inteligencia militar de Perú, bajo Vladimiro Montesinos, aceleró la persecución de sospechosos, usando la tortura y los escuadrones de la muerte. En ‘State of Fear’, una mujer llamada Magdalena Monteza describe cómo fue arrestada en su primer día en la universidad, violada repetidas veces y luego encarcelada. Junto a ella durante la entrevista estaba la niña que nació de esa violación.
En ‘The Fall of Fujimori’, Fujimori señala que fue re-elegido abrumadoramente para un segundo término en 1995. "¿Qué estaban dispuestos a hacer los peruanos en nombre de la paz?", se pregunta Perry en una entrevista por teléfono desde Los Angeles. "Permitieron los tribunales militares, permitieron los escuadrones de la muerte, sabían lo que estaba pasando". Y agregó: "Me asombra que lo persigan por cargos de antes de 1995, cuando su re-elección fue un triunfo electoral aplastante".
Lo que finalmente socavó a Fujimori fue su decisión de presentarse a la re-elección en 2000. Y a pesar de las protestas de que violó la constitución, ganó. Luego, poco después de su inauguración, un canal de televisión emitió un video que mostraba a Montesinos sobornando a un parlamentario. Dentro de diez días Montesinos había huido del país y, a medida que se mostraban más videos, el régimen de Fujimori empezó a desmoronarse.
Llamó a nuevas elecciones y se distanció de Montesinos. Pero en noviembre de 2002, a medida que aumentaban las pruebas de la corrupción de Montesinos, Fujimori huyó a Japón y envió por fax su renuncia como presidente. En ‘The Fall of Fujimori’, dice que su vida corría peligro e insiste en que no sabía nada de las actividades ilegales de Montesinos.
"En mi opinión, Montesinos es un criminal y un rebelde", dijo Perry. "Fujimoru es un patriota, un rebelde y posiblemente un criminal. Fujimori y Montesinos son realmente personajes de Shakespeare".
Ciertamente, la película se concentra más en el personaje principal que en sus antecedentes. "Te permite dar una mirada en la mente de un dictador", dijo Perry, que fue nominada para el Galardón al Mejor Guión de Documentales del Gremio de Guionistas [Writers Guild], junto con sus co-guionistas Zack Anderson y Kim Roberts. "No me paso hablando durante 20 minutos sobre la brutalidad de los militares, pero está todo ahí de manera más sutil".
En contraste, ‘State of Fear’ presenta una visión más comprehensiva de la guerra de Perú contra el terrorismo y por la democracia. También ha causado un inesperado impacto internacional. En julio fue emitido en 45 idiomas en el Canal Internacional del National Geographic. Y el mes pasado provocó un duro debate entre detractores y partidarios del gobierno ruso en un festival de derechos humanos en Moscú.
"Ahora están trabajando en una versión quechua", dijo Onis, refiriéndose a uno de los idiomas indígenas de Perú. "Lo mostramos en un festival en Nepal, en septiembre, y los grupos pro-democracia quieren ahora una versión en nepalés. Estamos pensando en producir una versión en árabe". Ahora se preparan para un festival en Irlanda del Norte. Es sorprendente ver cómo la película adquiere vida propia.
Yates agregó: "Espero que la película nos ayude en nuestro propio debate sobre cómo mejor derrotar al terrorismo".
9 de enero de 2006
©new york times
©traducción mQh
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