asesino en serie es culpable
[Jeff Coen] Rechazada su declaración de demencia, el asesino en serie es condenados por dos asesinatos.
El viernes, a los jurados les tomó solamente alrededor de una hora para encontrar culpable de homicidio en primer grado al acusado Paul Runge por la violación y asesinato, en 1997, de una madre y su hijita, rechazando el alegato de demencia de la defensa.
Runge, sentado con la barbilla apoyada en las manos dobladas, se mantuvo inexpresivo durante la lectura del veredicto. Familiares de las víctimas, Yolanda Gutiérrez, 35, y su hija, Jessica Muniz, 10, lloraron y se abrazaron fuera de la sala del tribunal.
"No teníamos ninguna duda de que el hombre era culpable", dice el padre de Gutiérrez, Ramón Rivera.
El mismo jurado que condenó a Runge, 36, debe ahora considerar si le condena a la pena de muerte. Las vistas empezarán el martes en la sala del juez Joseph Kazmierski Jr., del Tribunal Penal.
Runge también fue acusado del asesinato de otras cinco mujeres entre enero de 1995 y marzo de 1997. La condena del viernes concluyó su primer juicio por homicidio.
Los fiscales alegaron que Runge no estaba demente, diciendo que era un hombre espabilado y astuto que entró al apartamento de Gutiérrez engañándola y haciéndola creer que quería comprar los libros de lectura que había usado su hija. Las amarró con cinta adhesiva de tela, les cercenó sus gargantas y quemó sus cuerpos en sus camas.
"No es un demente, no es un enfermo mental", dijo el fiscal del estado John Dillon a los miembros del jurado. "Es perverso ".
El equipo de la defensa de Runge alegó que sufría de tendencias sexuales sádicas que no le permitían controlar sus impulsos de violar y matar. Pero los fiscales contrarrestaron mostrando que Runge había planeado y luego ocultado sus crímenes, demostrando con ello que sabía que sus acciones eran criminales.
"No os dejéis atrapar en el horror que es Paul Runge", dijo Dillon. "No saltéis a la conclusión de que sólo un loco pudo hacer eso".
El defensor público Lisa Boughton dijo al jurado que Runge no había actuado libre o voluntariamente. A Runge lo dominaban sus impulsos, dijo.
Cuando finalmente actúa, "ha perdido todo control", dijo Boughton. Mostró algunas espeluznantes fotografías tomadas en el lugar de los hechos y dijo al jurado que con sólo mirarlas podían darse cuenta de que algo andaba mal con Runge.
"No es lógico", dijo Boughton, mientras mostraba las fotos. "No es racional. No es sano".
Interrogado sobre qué castigo debía sufrir Range dijo que la posición de su familia era clara. "La muerte", dijo Rivera. "Pero quizás eso es demasiado bondadoso".
El viernes, a los jurados les tomó solamente alrededor de una hora para encontrar culpable de homicidio en primer grado al acusado Paul Runge por la violación y asesinato, en 1997, de una madre y su hijita, rechazando el alegato de demencia de la defensa.Runge, sentado con la barbilla apoyada en las manos dobladas, se mantuvo inexpresivo durante la lectura del veredicto. Familiares de las víctimas, Yolanda Gutiérrez, 35, y su hija, Jessica Muniz, 10, lloraron y se abrazaron fuera de la sala del tribunal.
"No teníamos ninguna duda de que el hombre era culpable", dice el padre de Gutiérrez, Ramón Rivera.
El mismo jurado que condenó a Runge, 36, debe ahora considerar si le condena a la pena de muerte. Las vistas empezarán el martes en la sala del juez Joseph Kazmierski Jr., del Tribunal Penal.
Runge también fue acusado del asesinato de otras cinco mujeres entre enero de 1995 y marzo de 1997. La condena del viernes concluyó su primer juicio por homicidio.
Los fiscales alegaron que Runge no estaba demente, diciendo que era un hombre espabilado y astuto que entró al apartamento de Gutiérrez engañándola y haciéndola creer que quería comprar los libros de lectura que había usado su hija. Las amarró con cinta adhesiva de tela, les cercenó sus gargantas y quemó sus cuerpos en sus camas.
"No es un demente, no es un enfermo mental", dijo el fiscal del estado John Dillon a los miembros del jurado. "Es perverso ".
El equipo de la defensa de Runge alegó que sufría de tendencias sexuales sádicas que no le permitían controlar sus impulsos de violar y matar. Pero los fiscales contrarrestaron mostrando que Runge había planeado y luego ocultado sus crímenes, demostrando con ello que sabía que sus acciones eran criminales.
"No os dejéis atrapar en el horror que es Paul Runge", dijo Dillon. "No saltéis a la conclusión de que sólo un loco pudo hacer eso".
El defensor público Lisa Boughton dijo al jurado que Runge no había actuado libre o voluntariamente. A Runge lo dominaban sus impulsos, dijo.
Cuando finalmente actúa, "ha perdido todo control", dijo Boughton. Mostró algunas espeluznantes fotografías tomadas en el lugar de los hechos y dijo al jurado que con sólo mirarlas podían darse cuenta de que algo andaba mal con Runge.
"No es lógico", dijo Boughton, mientras mostraba las fotos. "No es racional. No es sano".
Interrogado sobre qué castigo debía sufrir Range dijo que la posición de su familia era clara. "La muerte", dijo Rivera. "Pero quizás eso es demasiado bondadoso".
11 de febrero de 2006
©chicago tribune
©traducción mQh
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