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un accidente con privilegios en rusia


[Peter Finn] Un accidente de carretera revela anticuadas estructuras de poder y privilegio.
Biisk, Rusia. El encarcelamiento de un hombre que estuvo involucrado en un accidente de carretera en el que murió uno de los políticos mejor conocidos de Rusia desencadenó esta semana protestas en todo el país, especialmente entre automovilistas que consideran su encarcelamiento como un escalofriante fracaso de los tribunales de proteger a los ciudadanos corrientes de autoridades vengativas.
Indignados partidarios de Oleg Shcherbinsky, un trabajador de ferrocarriles cuyo coche, el verano pasado, fue impactado por detrás por un coche a toda velocidad que transportaba al gobernador de la región de Altai, se reunieron el sábado y domingo para protestar en 22 ciudades rusas, desde San Petersburgo hasta Vladivostok en el Lejano Oriente. Shcherbinsky fue condenado este mes, en un juicio a puertas cerradas, a cuatro años de trabajos forzados.
"Para la gente en el poder, nosotros no significamos nada" dijo Alexander Kiryanov, 33, trabajador de ferrocarriles de la aldea natal de Shcherbinsky, en las afueras de Biisk. "Después de este caso, ¿quién podría creer que hay justicia para el pueblo?"
En ningún lugar es más visible el poder -y los abusos- para los rusos corrientes que en las calles, donde políticos y burócratas, que tienen matrículas especiales y focos azules para sus lujosos coches, conducen a toda velocidad, obligan a otros conductores a hacerse un lado y en general ignoran las reglas. Al mismo tiempo, los ciudadanos corrientes son sometidos a un constante acoso de parte de la policía de tráfico, que exigen normalmente el pago de pequeños sobornos. Estas irritaciones se han convertido en una fuente de abierta indignación debido a que muchos automovilistas pueden fácilmente colocarse en el lugar de Shcherbinsky y lamentar su terrible destino.
"En las calles tenemos un sistema de castas: La elite que hace lo que quiere y todos los demás, que se supone que tenemos que hacernos a un lado", dijo Vyacheslav Lysakov, presidente del club de automovilistas de Moscú que organizó la manifestación de este domingo en la ciudad. "Los que tienen poder deberían observar las leyes y sólo después pedir que los demás hicieran lo mismo".
El accidente ocurrió la bella mañana del 7 de agosto en la región de Altai, Siberia. Shcherbinsky, 36, su esposa y su hija de 12, y una vecina y su hijo, se dirigían a un lago para un picnic. El gobernador Mikhail Yevdokimov, 48, iba en camino a la fiesta de cumpleaños de un cosmonauta soviético que se celebraba en una aldea cercana. Junto a él iba su esposa, en el asiento trasero. En el asiento delantero viajaba su chofer oficial y un guardaespaldas.
Los dos coches se dirigían hacia el norte por la carretera de Biisk a Barnaul, la capital regional. La carretera, que es generalmente recta, aunque accidentada, estaba tranquila esa mañana. Cuando Shcherbinsky empezó a doblar hacia la izquierda, no venía tráfico en contra, de acuerdo a las actas judiciales.
El Mercedes del gobernador intentó adelantar a otro coche y había cruzado la línea central cuando se incrustó en una colina en las afueras de Biisk. Shcherbinsky, con su Toyota, estaba a 300 metros más abajo de la carretera de dos vías. Estaba disminuyendo la velocidad y encendiendo la señalización para doblar, de acuerdo a los documentos judiciales y a testigos.
El chofer de Yevdokimov empezó a frenar unos 80 metros antes del impacto, pero era demasiado tarde. El Mercedes chocó al Toyota por el lado izquierdo, saltó por los aires y se incrustó en un abedul.
Yevdokimov, ex actor y comediante de que era llamado el "Schwarzenegger de Siberia" tras convertirse en gobernador de Altai en 2004, murió en el acto, así como su chofer y guardaespaldas. La esposa de Yevdokimov quedó gravemente herida. Ninguno de los pasajeros del coche de Shcherbinsky sufrió lesiones.
Shcherbinsky declaró que nunca vio ni oyó venir al coche que venía detrás de él. Un testigo declaró que el Mercedes no usó su claxon ni sirena, aunque llevaba un pequeño reflector azul en su techo. Los detectives dijeron al tribunal que el Mercedes iba a una velocidad de 150 kilómetros por hora; los abogados de la defensa afirman que estaba cercana a los 200 kilómetros por hora.
"Recuerdo un fuerte golpe y luego vi a un coche volando", dijo Svetlana Shcherbinskaya, la esposa de Oleg, que iba sentada en el asiento de pasajeros delante.
Un juez resolvió que Shcherbinsky tenía que haber visto al Mercedes y debió haber parado, incluso aunque la maniobra era legal y había suficiente espacio a la derecha de Shcherbinsky como para que pudiera pasar el Mercedes. El 3 de febrero el juez sentenció a Shcherbinsky a cuatro años de trabajo forzado por conducta imprudente con resultado de muerte de terceros y por no ceder el paso a un coche con prioridad. Los abogados de la defensa describieron los procedimientos del juicio en detalle, y se permitió que los periodistas asistieran a la lectura del veredicto que resumió las evidencias del caso.
"¿Por qué debe la gente responder por los errores de otros?", dijo Natalia Golosova, 31, que estuvo entre las mil personas que asistieron a la manifestación del domingo en Moscú.
Los abogados de Shcherbinsky alegan que el chofer del gobernador iba o demasiado rápido como para corregir la dirección del coche y echarlo hacia la derecha o que pensó equivocadamente que podía pasar por la izquierda de Shcherbinsky.
"Fue un accidente de carretera corriente, pero el problema fue que en uno de los coches iba el gobernador de la región", dijo Andrei Karpov, uno de los abogados de Shcherbinsky, cuya defensa ha sido pagada por donaciones de clubes de automovilistas de todo Rusia y del sindicato de trabajadores de ferrocarriles. "El chofer del coche del gobernador estaba conduciendo sin pensar, a una velocidad muy alta y había perdido el control del coche".
Esa también parecía ser la opinión de los funcionarios locales inmediatamente después de l accidente. La policía de tráfico dijo al principio que el Mercedes estaba adelantando ilegalmente y el portavoz del gobernador, en respuesta a sugerencias de que el accidente pudo haber sido un asesinato montado, dijo que fue simplemente un accidente.
"Esperábamos que la investigación fuera honesta",dijo Shcherbinskaya en una entrevista frente a la cárcel de Biisk donde se retiene a su marido hasta que se vea la primera apelación. "Pero creo que decidieron que alguien tenía que ser culpable".
Las especulaciones iniciales sobre un asesinato fueron espoloneadas por el hecho de que el ministerio del Interior había retirado la escolta a Yevdokimov una semana antes del accidente, diciendo que los gobernadores no tenían derecho a ella.
Yevdokimov, que había derrotado a un candidato del Partido Rusia Unida oficialista en las elecciones de gobernador, estaba luchando constantemente contra las elites políticas locales. El parlamento regional ha aprobado dos mociones de falta de pérdida de la confianza en él.
Pero el gobernador siguió siendo popular con el pueblo, y debido a su fama como actor su muerte resonó en todo el país. Un sondeo de opinión en diciembre constató que un 36 por ciento de los encuestados dijo que la muerte de Yevdokimv era el suceso político del año, convirtiéndola en la opción más popular en el 60 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y el controvertido encarcelamiento del magnate Mikhail Khodorkovsky.
En noviembre, la viuda de Yevdokimov, Galian Yevdokimova, escribió una carta exculpando a Shcherbinsky, llamándolo un "hombre corriente" que no pertenecía a los "altos cargos" ni tenía "relaciones". También dijo que los funcionarios regionales debían explicar por qué no llevaba escolta su marido.
Pero para entonces los fiscales habían decidido juzgar a Shcherbinsky. Yevdokimova, una declaración posterior, dijo que nunca había publicado la carta, aunque periodistas locales de la región de Altai dicen que creen que la carta es genuina y que la viuda ha sido obligada a retractarse.
Un portavoz del despacho del procurador regional se negó a comentar sobre el caso.
En el juicio, el juez del tribunal de distrito, Galina Sheglovskaya, rechazó todas las mociones de la defensa, incluyendo la petición de que un experto examinara la velocidad que llevaba el coche del gobernador. Al contrario, todas las mociones de los fiscales fueron aceptadas.
"Oleg tenía que pagar", dijo Sergei Shmakov, uno de los abogados de Shcherbinsky, "pero sólo porque está vivo".

13 de febrero de 2006

©washington post
©traducción mQh

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