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nueva televisión de color en brasil


[Henry Chu] Los negros son casi la mitad de la población, pero rara vez aparecen en la pantalla. Ahora tienen un canal de televisión, y hay críticos que lo acusan de racismo.
Sao Paulo, Brasil. La llamada del incipiente canal que lanzó la carrera televisiva de Adyel Silva parecía una broma.
Seguro, Silva, como cantante, estaba habituada a la atención pública. Pero ¿quién le ofrecería la presentación de su propio programa de televisión en horario diurno?
"Me reí cuando recibí la invitación porque nunca soñé con presentar un programa de televisión. En Brasil, "en la tele no se ve nunca a una mujer negra presentando un programa", dice Silva. "No se nos cree capaces. Quizás soy la primera".
Resultó que el canal que hacía el ofrecimiento, TV da Gente, no estaba simplemente tentando suerte con Silva. El canal mismo, que debutó en noviembre último, es una suerte de apuesta: el primer canal de televisión negro de Brasil que presenta una programación dirigida principalmente a los telespectadores negros.
Que tiene el potencial de convertirse en un negocio lucrativo parece evidente en un país con la más grande población negra fuera de África: casi la mitad de los 180 millones de habitantes de Brasil. Pero el hecho que tomó tanto tiempo que ocurriera, 25 años después de que los afro-americanos iniciaran su propio canal de televisión por cable en Estados Unidos, muestra las actitudes sobre la raza dominantes en la sociedad brasileña.
Si uno revisa los canales brasileños, las pantallas se ven llenas de modelos en bikini, personajes de culebrones con barbas de varios días, elegantes presentadores de telediarios. Son todos esbeltos y atractivos. Prácticamente son todos blancos.
Cuando en un culebrón aparece algún personaje con la piel más oscura, son casi invariablemente criadas y otras empleadas domésticas o peor. "Aquí en los culebrones los negros son siempre pobres y tienen una función importante solamente cuando hablan de delincuencia", dijo Silva, 50.
""Creces con la idea de que si no eres rubia y no tienes los ojos azules, no eres guapa", dijo. "Si enciendes la televisión, ves a Xuxa", la rubia y felina ex actriz pornográfica que es ahora una de las estrellas más populares de los programas para niños en la televisión brasileña.
El objetivo de TV da Gente es tratar de balancear la situación. Los ejecutivos del canal hablan apasionadamente de la necesidad de que la pantalla chica refleje la realidad que vive el 47 por ciento de los brasileños que son de descendencia africana.
Sin embargo, lo que parece un objetivo laudable o al menos irreprensible según normas estadounidenses, ha cosechado hostilidad en algunos sectores aquí. Los críticos y comentaristas aparecieron después de un largo letargo para regañar al nuevo canal por ser racista a su modo.
Al definir a los negros como su audiencia meta y al insistir en poner caras no blancas ante las cámaras como presentadores y protagonistas, TV da Gente contribuye a la división racial en Brasil, dicen sus detractores.
"Si sacara al aire una televisión para blancos, ya tendría miles de demandas a mi espalda", dice un típico comentario en uno de las varias bitácoras y foros en internet sobre los méritos de TV da Gente, que emite un canal UHF. "Soy blanco; no soy racista de ninguna manera. Pero no sintonizaré ni un solo programa de este canal porque es explícitamente racista".
El fundador y principal patrocinador del canal, Jose de Paula Neto, está inquieto por esas reacciones.
"Nunca pensé que organizar y reunir a los negros iba a causar tanta indignación", dice Neto, que es anfitrión de un espectáculo de variedades en la televisión tradicional y es uno de los pocos negros que se ha introducido en el negocio. "La gente dice que soy un Hitler, que estoy haciendo discriminación en el país. Eso me ha dolido mucho".
El contragolpe reveló la medida en que la raza sigue siendo un nervio abierto en este país. El debate se ataca a una de las ideas más apreciadas que tienen los brasileños de sí mismos: la idea de que en Brasil como una "democracia racial", el color de la piel no importa.
El concepto fue articulado hace más de 70 años por el antropólogo Gilberto Freyre, que postuló que la coexistencia relativamente pacífica y el extendido cruce racial entre los amos blancos y sus esclavos negros dio origen en Brasil a actitudes más relajadas en torno a la raza.
La teoría de Freyre es un artículo de fe para muchos. E innegablemente los visitantes a menudo se sorprenden por la variedad de rostros en las calles y playas de Brasil, donde las complexiones van desde el color leche hasta el moca y el carbón. En un famoso sondeo en Brasil en 1976, los encuestados proporcionaron 134 términos diferentes para describir su color de piel incluyendo "color anacardo", "amarillo quemado" y "tostado oscuro". (También había "rosado" y "azulado"). Las parejas mixtas son tan comunes que pasan desapercibidas. Pero debajo de la plácida superficie yacen verdades incómodas.
Brasil fue el último país en el hemisferio occidental en prohibir la esclavitud, en 1888. Su persistente legado es evidente en el hecho de que los negros van por detrás de los blancos en prácticamente todas las mediciones sociales, incluyendo la alfabetización y la educación.
Las enormes villas miseria de Brasil son pobladas en gran parte por gente de color. Los jóvenes negros corren el mayor riesgo por encima de cualquier otro segmento de la población, de morir violentamente. La discriminación, aunque no declarada, funciona sutil y potentemente y mantiene a los negros de posiciones de salarios bajos.
"En el indicador que uses, se trate de un trabajo o de acceso a un servicio público como el agua o el alcantarillado o los homicidios o la tasa de homicidios, la desigualdad se ve", dice Marcelao Paixao, economista de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
Sólo en las últimas dos décadas, después de una dictadura de 20 años que terminó en 1985, la conciencia y el activismo negros volvieron a surgir y se convirtieron en una potente fuerza social, dice Paixao. Pero el movimiento está todavía lejos de ser un participante político y cívico importante como en Estados Unidos, dijo.
TV da Gente es producto de este vena relativamente nueva de activismo.
Neto, que se crió en un barrio pobre de Sao Paulo, la ciudad más grande de América del Sur, se hizo nombre como cantante antes de brincar a la televisión como anfitrión de un espectáculo de variedades los domingos. El programa característico es ‘Princesa por un Día’, que elige a una mujer merecedora de alguna villa miseria y la premia con maquillaje, un turno de compras y otros premios.
Neto, sin embargo, sigue preocupado por la evidente ausencia de rostros no blancos en la televisión. "No era discriminación abierta. Era tácita", dice, y era perpetuada por productores y ejecutivos blancos que no tenían experiencia o contactos con los residentes pobres, generalmente negros, de los márgenes de la sociedad.
Para empezar TV da Gente Neto escarbó en sus propios bolsillos para gran parte de los 5.2 millones de dólares que se necesitaban para mantener el canal en el aire durante los primeros seis meses. El 30 por ciento restante provino de inversionistas de Angola, una ex colonia portuguesa.
Debido a que Brasil no cuenta con un programa de medición formal del tipo Nielsen, no se conoce todavía la popularidad del canal. De momento está sólo disponible en Sao Paulo y en la ciudad de Fortaleza, el nordeste del país, pero tratos con proveedores de televisión por cable y satélite están siendo negociados, dijeron ejecutivos.
Cuando debutó el canal en noviembre, ofrecía seis horas de programación al día -noticias, el programa diurno de Silva orientado hacia las mujeres, una rúbrica de deportes, y videos musicales descartados. Para Navidad, el número de horas se había duplicado. En tres a cuatro meses, espera Neto, TV da Gente emitirá las 24 horas del día.
Para satisfacer la demanda de contenido, los traductores están trabajando febrilmente para doblar programas europeos y estadounidenses, incluyendo programas del canal Black Family, la red basada en Atlanta que fue co-fundada por el boxeador Evander Holyfield, el jugador de béisbo Cecil Fielder y el cantante Marlon Jackson, entre otros.
"Definitivamente había paralelos entre su grupo y el nuestro, y empezamos a hablar. Y coincidimos", dice Samara Cummins, vice-presidente de Black Family. "Ahora estamos en un ambiente global, y lo que es bueno para uno, también es bueno para el otro".
Pero Neto, 35, se ha sentido decepcionado por la agresiva reacción de otros canales y la irregular reacción de inversores estadounidenses potenciales. No ha podido llegar a un acuerdo con Black Entertainment Television, la red de televisión más antigua de Estados Unidos, que empezó a emitir en 1980. TV da Gente no tiene los recursos para comprar los derechos de programas exitosos, y algunos estudios y canales norteamericanos sólo se interesan en el balance y no en mostrar solidaridad con la visión de TV da Gente y ofrecer sus programas a precios más convenientes, dijo.
"Me hace sentir como si estuviera pidiendo limosna", dijo Neto. "Ellos quieren Brasil y su mercado de 90 millones de negros. Y mi sueño es que nos vean como un lugar con 90 millones de hermanos".
Si hay un reflejo de Martin Luther King Jr. en algunas de las declaraciones de Neto, es porque el asesinado líder de los derechos civiles es la fuente inspiración de él y también de Silva.
En Brasil nadie espera copiar las enormes marchas y protestas que condujeron a mayor igualdad para los negros en Estados Unidos, pero Silva ve a TV da gente como un importante avance en la lucha por mayores derechos y visibilidad.
"Sé que en los años sesenta en Estados Unidos, la gente se levantó. Nosotros nos estamos levantando 50 años después", dijo. "Nuestra revolución es decir a la gente de modo pacífico: ‘Podemos vivir juntos, podemos fundirnos’. Pero por favor no hagan como si no estuviésemos aquí. No pretendan que no tenemos talento. Porque sí lo tenemos".

12 de enero de 2006

©los angeles times
©traducción mQh

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