muertes en ruleta de la asfixia
[Fredrick Kunkle] Muerte de niño por ‘juego de la asfixia’ llama la atención sobre peligrosa práctica.
El ‘juego de la asfixia’ ha estado aquí durante años, y resurge en cada generación, expandiéndose por el boca a boca entre niños que quieren vivir emociones fuertes.
Ahora, la muerte de un adolescente del condado de Frederick ha aumentado los temores de que la práctica, avivada por internet, se haya convertido en más común y más peligrosa.
William C. Bowen Jr., un alumno de secundaria entendido en computación que participaba en su iglesia y estaba trabajando para su insignia de Eagle Scout murió accidentalmente de asfixia el 14 de marzo después de amarrarse una tira de tela de toalla alrededor de su cuello, confirmaron agentes de policía la semana pasada.
Bowen, 15, parece haber estado practicando una variante del juego de la asfixia, dijeron autoridades. Esa variante, conocida como asfixia autoerótica, implica masturbarse mientras se interrumpe el flujo de aire al cerebro. Él había inventado un mecanismo de seguridad para soltar la ligadura alrededor de su cuello, pero no funcionó, dijo el capitán Jennifer Bailey, portavoz del despacho del sheriff del condado de Frederick.
Bowen era un estudiante de bachillerato de la Escuela Secundaria Urbana del condado de Frederick y su muerte ha resonado en toda la comunidad.
La escuela envió un folleto a los padres con un listado de los signos reveladores del juego de la asfixia, observando que lo practican incluso estudiantes sin problemas, y que algunos creen que es un modo más seguro que las drogas o el alcohol para experimentar con sensaciones de alteración de la conciencia. Sus padres, Carol y William C. Bowen, han nombrado a su pastor para que hable por ellos y han instado a otros padres a que presten atención.
"La cosa importante que esta familia está enfatizando es que ellos no quieren que otra familia pase por lo mismo", dijo el reverendo Matt Poole, de la Iglesia Metodista Unida de FaithPoint.
Apenas hay investigaciones sobre la práctica, pero expertos médicos y forenses calculan que en Estados Unidos mueren entre 250 y mil jóvenes al año debido a alguna variante del juego de la asfixia. Muchos casos son considerados suicidios. Un investigador universitario ha calculado que casi un tercio de los ahorcamientos de adolescentes pueden ser atribuidos a alguna forma de la práctica.
"Lo diferente en el juego es que los chicos lo están jugando solos, y está siendo jugado con amarras", dijo Julie Rosenbluth, directora de proyectos en el Consejo Americano de Educación sobre las Drogas, en Nueva York. "Pero como las drogas, lo están descubriendo por otros niños y por internet".
También conocido como apagón [blackout], sofocón [gasper], mono espacial [space monkey] y ruleta de la asfixia, la práctica está más extendida entre adolescentes y jóvenes adultos. Referencias a la práctica -y su supuesta capacidad para intensificar la experiencia sexual- se remontan al siglo 17. El objetivo es interrumpir el suministro de sangre al cerebro, creando una exaltada sensación de mareo.
Habitualmente el juego se juega en grupos en fiestas, eventos deportivos o incluso en clases de gimnasia. En su forma más común la gente joven se agacha o acuclilla mientras respiran rápidamente, se levantan y mantienen la respiración mientras otros presionan sobre su tórax hasta que pierden la conciencia.
Menos frecuentemente se usa una amarra de algún tipo -un cinturón, una corbata o una cuerda- para cortar el suministro de aire. Todavía más raro es que alguna gente experimente con amarras mientras están solos, a veces en combinación con la masturbación.
"Es muy difícil formarse una idea sobre la extensión del problema porque la gente es muy reluctante, tanto de parte de médicos como de familiares, a reconocer que esa práctica tiene lugar", dice el reverendo Carl Westerfield, antiguo decano de educación en la Universidad de Lamar, en Beaumont, Texas. "Está en el armario".
Desde marzo de 2005 han muerto jugando el juego de la asfixia una niña de nueve en Dakota del Norte, un niño de 13 en Paradise, California, y un niño de 13 en Appleton, Wisconsin. El 7 de febrero murió un niño de 11, de White House, Tennessee, después de jugar en su cama con un pañuelo de Cub Scout, y se cree que un niño de 13 murió tras jugar el mismo juego en un suburbio de Akron, Ohio. El viernes una portavoz de la Universidad de West Virginia dijo que un estudiante jugando al juego de la asfixia se había aparentemente colgado por accidente en su dormitorio en el internado.
Después de la muerte de un niño de 14 en Whitefield, New Hampshire, el forense jefe del estado, Thomas A. Andrew, emitió un comunicado de alerta sanitaria a la opinión pública. Sitios web como http://www.deadlygameschildrenplay.com y http://www.stop-the-choking-game.com han colocado memoriales a las víctimas y consejos para los padres.
Algunos padres que han perdido a sus hijos, como la madre de Kyle McCarthy, 13, también han abierto la boca.
"Kyle era un niñito maravilloso. Era como Beaver Cleaver", dijo Susan McCarthy, 45, empleada médico-administrativa.
McCarthy, de Appleton, estaba volviendo a casa después de recoger manzanas con su madre y dos de sus hijos el 9 de octubre cuando vio luces rojas destellantes en su calle. Entonces, dijo, se dio cuenta de que era su casa. Esa tarde, después de salir a cazar venados con su padre, Kyle McCarthy se había colgado accidentalmente en el sótano. Más tarde la familia encontró cinturones, diademas hawaianas y cuerdas con elaborados nudos con los que había estado experimentando desde que un niño mayor se los hubiera mostrado ese verano, dijo McCarthy.
"Ayer noche estuvimos mirando los álbumes de fotos y películas para verlo vivo de nuevo", dijo McCarthy en una entrevista telefónica el jueves. "Todavía creo, de algún modo, que es un sueño, que no ha ocurrido. Pero, por supuesto, no es un sueño".
Westerfield, que es co-autor de una encuesta de la investigación sobre la asfixia autoerótica, dijo que la experimentación con la asfixia forma parte de un continuum de conductas arriesgadas que van desde el simple desmayo hasta el uso de ligaduras mientras se masturban. Pero hay escasas investigaciones sobre la práctica, especialmente cuando incluye prácticas sexuales, dijo.
Andrew P. Jenkins, profesor en la Universidad de Washington Central en Ellensburg, Washington, estima que el fenómeno puede dar cuenta de hasta un 31 por ciento de todos los ahorcamientos adolescentes. Sin embargo, dada su impactante naturaleza las muertes son probablemente clasificadas como suicidios, y se sabe que familias, policías y trabajadores de la asistencia médica han ‘desinfectado’, a propósito o inadvertidamente, la escena, dice Jenkins.
Bill Bowen, adolescente del condado de Frederick nació en Wheaton y era conocido como un brillante joven que pertenecía a varios clubes en la escuela y le gustaba conducir un todoterrrenos, dijeron el pastor y amigos.
"Cuando lo conocí me contó sobre un cohete que estaba construyendo", dijo Sean Cummings,16, de décimo, de Monrovia.
Jack Fagan, 15, de noveno, dijo que acostumbraba a pasar el rato con Bowen cuando estaban en el sexto. "Tenía su propio club, y el tema era básicamente ‘Star Trek’. Tenían esas pequeñas chapas, y tu posición en el grupo la podías leer en la cantidad de chapas que tuvieras", dijo, agregando que había dejado de salir con Bowen, pero que todavía lo veía de vez en vez. "No parecía el tipo de chico que hiciera eso".
Pero varios estudiantes de la secundaria Urbana dijeron que el juego de la asfixia, especialmente en su forma menos extrema sin ligaduras, era común.
Melissa Pritchard, 17, de la secundaria de Urbana, dijo que el año pasado asistió a una fiesta en la que chicos y chicas se filmaron unos a otros mientras se desmayaban.
"Lo hicimos porque nos pareció divertido", dijo Pritchard, de Monrovia. "Pero, retrospectivamente, no es divertido".
Ahora, la muerte de un adolescente del condado de Frederick ha aumentado los temores de que la práctica, avivada por internet, se haya convertido en más común y más peligrosa.
William C. Bowen Jr., un alumno de secundaria entendido en computación que participaba en su iglesia y estaba trabajando para su insignia de Eagle Scout murió accidentalmente de asfixia el 14 de marzo después de amarrarse una tira de tela de toalla alrededor de su cuello, confirmaron agentes de policía la semana pasada.
Bowen, 15, parece haber estado practicando una variante del juego de la asfixia, dijeron autoridades. Esa variante, conocida como asfixia autoerótica, implica masturbarse mientras se interrumpe el flujo de aire al cerebro. Él había inventado un mecanismo de seguridad para soltar la ligadura alrededor de su cuello, pero no funcionó, dijo el capitán Jennifer Bailey, portavoz del despacho del sheriff del condado de Frederick.
Bowen era un estudiante de bachillerato de la Escuela Secundaria Urbana del condado de Frederick y su muerte ha resonado en toda la comunidad.
La escuela envió un folleto a los padres con un listado de los signos reveladores del juego de la asfixia, observando que lo practican incluso estudiantes sin problemas, y que algunos creen que es un modo más seguro que las drogas o el alcohol para experimentar con sensaciones de alteración de la conciencia. Sus padres, Carol y William C. Bowen, han nombrado a su pastor para que hable por ellos y han instado a otros padres a que presten atención.
"La cosa importante que esta familia está enfatizando es que ellos no quieren que otra familia pase por lo mismo", dijo el reverendo Matt Poole, de la Iglesia Metodista Unida de FaithPoint.
Apenas hay investigaciones sobre la práctica, pero expertos médicos y forenses calculan que en Estados Unidos mueren entre 250 y mil jóvenes al año debido a alguna variante del juego de la asfixia. Muchos casos son considerados suicidios. Un investigador universitario ha calculado que casi un tercio de los ahorcamientos de adolescentes pueden ser atribuidos a alguna forma de la práctica.
"Lo diferente en el juego es que los chicos lo están jugando solos, y está siendo jugado con amarras", dijo Julie Rosenbluth, directora de proyectos en el Consejo Americano de Educación sobre las Drogas, en Nueva York. "Pero como las drogas, lo están descubriendo por otros niños y por internet".
También conocido como apagón [blackout], sofocón [gasper], mono espacial [space monkey] y ruleta de la asfixia, la práctica está más extendida entre adolescentes y jóvenes adultos. Referencias a la práctica -y su supuesta capacidad para intensificar la experiencia sexual- se remontan al siglo 17. El objetivo es interrumpir el suministro de sangre al cerebro, creando una exaltada sensación de mareo.
Habitualmente el juego se juega en grupos en fiestas, eventos deportivos o incluso en clases de gimnasia. En su forma más común la gente joven se agacha o acuclilla mientras respiran rápidamente, se levantan y mantienen la respiración mientras otros presionan sobre su tórax hasta que pierden la conciencia.
Menos frecuentemente se usa una amarra de algún tipo -un cinturón, una corbata o una cuerda- para cortar el suministro de aire. Todavía más raro es que alguna gente experimente con amarras mientras están solos, a veces en combinación con la masturbación.
"Es muy difícil formarse una idea sobre la extensión del problema porque la gente es muy reluctante, tanto de parte de médicos como de familiares, a reconocer que esa práctica tiene lugar", dice el reverendo Carl Westerfield, antiguo decano de educación en la Universidad de Lamar, en Beaumont, Texas. "Está en el armario".
Desde marzo de 2005 han muerto jugando el juego de la asfixia una niña de nueve en Dakota del Norte, un niño de 13 en Paradise, California, y un niño de 13 en Appleton, Wisconsin. El 7 de febrero murió un niño de 11, de White House, Tennessee, después de jugar en su cama con un pañuelo de Cub Scout, y se cree que un niño de 13 murió tras jugar el mismo juego en un suburbio de Akron, Ohio. El viernes una portavoz de la Universidad de West Virginia dijo que un estudiante jugando al juego de la asfixia se había aparentemente colgado por accidente en su dormitorio en el internado.
Después de la muerte de un niño de 14 en Whitefield, New Hampshire, el forense jefe del estado, Thomas A. Andrew, emitió un comunicado de alerta sanitaria a la opinión pública. Sitios web como http://www.deadlygameschildrenplay.com y http://www.stop-the-choking-game.com han colocado memoriales a las víctimas y consejos para los padres.
Algunos padres que han perdido a sus hijos, como la madre de Kyle McCarthy, 13, también han abierto la boca.
"Kyle era un niñito maravilloso. Era como Beaver Cleaver", dijo Susan McCarthy, 45, empleada médico-administrativa.
McCarthy, de Appleton, estaba volviendo a casa después de recoger manzanas con su madre y dos de sus hijos el 9 de octubre cuando vio luces rojas destellantes en su calle. Entonces, dijo, se dio cuenta de que era su casa. Esa tarde, después de salir a cazar venados con su padre, Kyle McCarthy se había colgado accidentalmente en el sótano. Más tarde la familia encontró cinturones, diademas hawaianas y cuerdas con elaborados nudos con los que había estado experimentando desde que un niño mayor se los hubiera mostrado ese verano, dijo McCarthy.
"Ayer noche estuvimos mirando los álbumes de fotos y películas para verlo vivo de nuevo", dijo McCarthy en una entrevista telefónica el jueves. "Todavía creo, de algún modo, que es un sueño, que no ha ocurrido. Pero, por supuesto, no es un sueño".
Westerfield, que es co-autor de una encuesta de la investigación sobre la asfixia autoerótica, dijo que la experimentación con la asfixia forma parte de un continuum de conductas arriesgadas que van desde el simple desmayo hasta el uso de ligaduras mientras se masturban. Pero hay escasas investigaciones sobre la práctica, especialmente cuando incluye prácticas sexuales, dijo.
Andrew P. Jenkins, profesor en la Universidad de Washington Central en Ellensburg, Washington, estima que el fenómeno puede dar cuenta de hasta un 31 por ciento de todos los ahorcamientos adolescentes. Sin embargo, dada su impactante naturaleza las muertes son probablemente clasificadas como suicidios, y se sabe que familias, policías y trabajadores de la asistencia médica han ‘desinfectado’, a propósito o inadvertidamente, la escena, dice Jenkins.
Bill Bowen, adolescente del condado de Frederick nació en Wheaton y era conocido como un brillante joven que pertenecía a varios clubes en la escuela y le gustaba conducir un todoterrrenos, dijeron el pastor y amigos.
"Cuando lo conocí me contó sobre un cohete que estaba construyendo", dijo Sean Cummings,16, de décimo, de Monrovia.
Jack Fagan, 15, de noveno, dijo que acostumbraba a pasar el rato con Bowen cuando estaban en el sexto. "Tenía su propio club, y el tema era básicamente ‘Star Trek’. Tenían esas pequeñas chapas, y tu posición en el grupo la podías leer en la cantidad de chapas que tuvieras", dijo, agregando que había dejado de salir con Bowen, pero que todavía lo veía de vez en vez. "No parecía el tipo de chico que hiciera eso".
Pero varios estudiantes de la secundaria Urbana dijeron que el juego de la asfixia, especialmente en su forma menos extrema sin ligaduras, era común.
Melissa Pritchard, 17, de la secundaria de Urbana, dijo que el año pasado asistió a una fiesta en la que chicos y chicas se filmaron unos a otros mientras se desmayaban.
"Lo hicimos porque nos pareció divertido", dijo Pritchard, de Monrovia. "Pero, retrospectivamente, no es divertido".
2 de abril de 2006
©washington post
©traducción mQh
13 comentarios
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Raulito el gordo-peru -
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v@n3$$!t@$...!!!! -
toos los k lo juegan son unos idiotas
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