quién está detrás de las muertes
[Ellen Knickmeyer] Oficial: escuadrones de la muerte están formados por guardias de los ministerios.
Bagdad, Iraq. El ministro del Interior de Iraq rechazó el viernes las acusaciones de que la policía y las fuerzas armadas iraquíes hayan jugado un papel importante en los escuadrones de la muerte a los que se acusa de la creciente violencia en Bagdad, diciendo que sólo un pequeño número de los capturados en allanamientos norteamericanos e iraquíes eran miembros de los militares o de la policía.
Jawad al-Bolani, hablando con un pequeño grupo de periodistas en Bagdad, responsabilizó al Servicio de Protección de Instalaciones, una enorme pero poco controlada fuerza de guardias del gobierno, que calculó en unos 150 mil efectivos.
"Toda vez que capturamos a alguno, es raro que se trate de un empleado de algún ministerio", dijo Bolani. Cuando lo son, "hemos descubierto que eran fundamentalmente del Servicio de Protección de Instalaciones, y unos pocos incidentes precisos, individuales, implicaban a funcionarios de los ministerios del Interior o de Defensa".
La violencia chií-sunní ha escalado en Bagdad desde mediados del verano. El ministerio de Salud informó el mes pasado que el número de asesinatos al mes aquí prácticamente se ha duplicado desde la primavera, llegando a 2.600 muertes. La mayoría de las víctimas fueron asesinadas a balazos y sus cuerpos arrojados en las calles, a menudo esposados, vendados y con signos de haber sido torturados.
Muchas de las víctimas son árabes sunníes. Los sunníes y algunos oficiales norteamericanos dicen que las milicias chiíes, a veces operando desde el interior de las fuerzas policiales chiíes, son responsables de la mayor parte de los asesinatos. Las víctimas de la violencia en Bagdad a menudo son secuestradas por hombres con uniformes de la policía y a veces en vehículos policiales, y más tarde encontradas muertas.
Bolani y su predecesor como ministro del Interior, Bayan Jabr, han ambos minimizado la posibilidad de la participación de la policía en los asesinatos nocturnos. "Tenemos un problema de apariencias", dijo Bolani el viernes, refiriéndose al papel de la policía en los asesinatos y en la infiltración de la policía por las milicias.
Los generales norteamericanos estuvieron entre los primeros en expresar públicamente la sospecha de que el Servicio de Protección de Instalaciones estaba jugando un papel clave en la creciente violencia religiosa. Los comandantes norteamericanos mismos fundaron la agencia poco después de la invasión norteamericana de 2003, con la intención de que fuera una fuerza de unos miles de hombres para proteger los edificios contra los saqueos.
Hoy el servicio ha crecido a un tamaño que rivaliza con las fuerzas estadounidenses en Iraq, aunque el control de los hombres del servicio está dividido entre los varios ministerios que deben proteger. La mayoría de ellos lleva uniformes similares o idénticos a los de la policía.
Bolan también dijo que las unidades de guardaespaldas asignados a funcionarios no especificados participaron en algunos de los asesinatos.
Bolani, como Jabr, ha sugerido repetidas veces que los asesinatos cometidos por pistoleros con uniformes de policía estaban siendo cometidos por impostores. El viernes repitió las promesas que hizo a principios de año de que la policía empezaría a usar pronto uniformes y vehículos que sería difícil duplicar.
Bolani también dijo que las fuerzas policiales están tratando de reformarse a sí mismas, mediante programas de readiestramiento y exigiendo juramentos de lealtad. Dijo que se necesitaban cambios importantes a nivel de comando en el ministerio del Interior mismo y que contaba con el respaldo del gobierno para introducirlos.
El gobierno de Iraq, dirigido por partidos religiosos chiíes que también controlan a las milicias, ha mostrado poca voluntad para hacerles frente.
Funcionarios del ministerio del Interior hablaban en serio sobre purgar a los "elementos corruptos" y han despedido por esa razón a unos tres mil empleados, dijo Bolani. Sus ayudantes dijeron que 1.228 de esos empleados habían sido sometidos a castigos administrativos, y Bolani dijo que diez a veinte por ciento de esos tres mil habían sido referidos para su posible procesamiento. Se negó a suministrar ejemplos de infracciones o a nombrar a los castigados.
Bolani, un aliado independiente de la coalición gobernante formada por los partidos religiosos chiíes, también dijo que tres de las milicias más grandes del país -las de los dos partidos kurdos más importantes y la del partido religioso chií de mayor influencia, el Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Iraq- estaban entre las que han sido integradas legalmente en las fuerzas de seguridad del país.
Dijo que una cuarta milicia importante, el Ejército Mahdi del clérigo chií Moqtada al-Sáder, junto a grupos insurgentes sunníes, estaban "fuera de la estructura política".
"No aprobamos la existencia de esas milicias", dijo Bolani refiriéndose al Ejército Mahdi y los insurgentes sunníes.
Jawad al-Bolani, hablando con un pequeño grupo de periodistas en Bagdad, responsabilizó al Servicio de Protección de Instalaciones, una enorme pero poco controlada fuerza de guardias del gobierno, que calculó en unos 150 mil efectivos.
"Toda vez que capturamos a alguno, es raro que se trate de un empleado de algún ministerio", dijo Bolani. Cuando lo son, "hemos descubierto que eran fundamentalmente del Servicio de Protección de Instalaciones, y unos pocos incidentes precisos, individuales, implicaban a funcionarios de los ministerios del Interior o de Defensa".
La violencia chií-sunní ha escalado en Bagdad desde mediados del verano. El ministerio de Salud informó el mes pasado que el número de asesinatos al mes aquí prácticamente se ha duplicado desde la primavera, llegando a 2.600 muertes. La mayoría de las víctimas fueron asesinadas a balazos y sus cuerpos arrojados en las calles, a menudo esposados, vendados y con signos de haber sido torturados.
Muchas de las víctimas son árabes sunníes. Los sunníes y algunos oficiales norteamericanos dicen que las milicias chiíes, a veces operando desde el interior de las fuerzas policiales chiíes, son responsables de la mayor parte de los asesinatos. Las víctimas de la violencia en Bagdad a menudo son secuestradas por hombres con uniformes de la policía y a veces en vehículos policiales, y más tarde encontradas muertas.
Bolani y su predecesor como ministro del Interior, Bayan Jabr, han ambos minimizado la posibilidad de la participación de la policía en los asesinatos nocturnos. "Tenemos un problema de apariencias", dijo Bolani el viernes, refiriéndose al papel de la policía en los asesinatos y en la infiltración de la policía por las milicias.
Los generales norteamericanos estuvieron entre los primeros en expresar públicamente la sospecha de que el Servicio de Protección de Instalaciones estaba jugando un papel clave en la creciente violencia religiosa. Los comandantes norteamericanos mismos fundaron la agencia poco después de la invasión norteamericana de 2003, con la intención de que fuera una fuerza de unos miles de hombres para proteger los edificios contra los saqueos.
Hoy el servicio ha crecido a un tamaño que rivaliza con las fuerzas estadounidenses en Iraq, aunque el control de los hombres del servicio está dividido entre los varios ministerios que deben proteger. La mayoría de ellos lleva uniformes similares o idénticos a los de la policía.
Bolan también dijo que las unidades de guardaespaldas asignados a funcionarios no especificados participaron en algunos de los asesinatos.
Bolani, como Jabr, ha sugerido repetidas veces que los asesinatos cometidos por pistoleros con uniformes de policía estaban siendo cometidos por impostores. El viernes repitió las promesas que hizo a principios de año de que la policía empezaría a usar pronto uniformes y vehículos que sería difícil duplicar.
Bolani también dijo que las fuerzas policiales están tratando de reformarse a sí mismas, mediante programas de readiestramiento y exigiendo juramentos de lealtad. Dijo que se necesitaban cambios importantes a nivel de comando en el ministerio del Interior mismo y que contaba con el respaldo del gobierno para introducirlos.
El gobierno de Iraq, dirigido por partidos religiosos chiíes que también controlan a las milicias, ha mostrado poca voluntad para hacerles frente.
Funcionarios del ministerio del Interior hablaban en serio sobre purgar a los "elementos corruptos" y han despedido por esa razón a unos tres mil empleados, dijo Bolani. Sus ayudantes dijeron que 1.228 de esos empleados habían sido sometidos a castigos administrativos, y Bolani dijo que diez a veinte por ciento de esos tres mil habían sido referidos para su posible procesamiento. Se negó a suministrar ejemplos de infracciones o a nombrar a los castigados.
Bolani, un aliado independiente de la coalición gobernante formada por los partidos religiosos chiíes, también dijo que tres de las milicias más grandes del país -las de los dos partidos kurdos más importantes y la del partido religioso chií de mayor influencia, el Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Iraq- estaban entre las que han sido integradas legalmente en las fuerzas de seguridad del país.
Dijo que una cuarta milicia importante, el Ejército Mahdi del clérigo chií Moqtada al-Sáder, junto a grupos insurgentes sunníes, estaban "fuera de la estructura política".
"No aprobamos la existencia de esas milicias", dijo Bolani refiriéndose al Ejército Mahdi y los insurgentes sunníes.
13 de octubre de 2006
©washington post
©traducción mQh
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