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anti-corrupción en el banquillo


[Borzou Daragahi] Funcionario anticorrupción en Iraq acusado de fraude. Se defiende diciendo que es blanco de una campaña de intimidación.
Bagdad, Iraq. El más alto funcionario anticorrupción de Iraq, un juez de gran presencia cuyos esfuerzos han sido elogiados por los norteamericanos como uno de los pocos lados positivos del país, está siendo investigado por sospechas de corrupción, dijeron funcionarios el sábado.
El juez Radhi Radhi, director de la Comisión de Probidad Pública, está siendo investigado por las autoridades judiciales, acusado de convertir su agencia de 1.700 empleados en un feudo personal y de rellenar su salario con 50 mil dólares adicionales al año.
Radhi niega los cargos, diciendo que son parte de una campaña de intimidación por parte de funcionarios de gobierno en un intento de frustrar sus investigaciones, las que incluyen acusaciones de corrupción en ministerios controlados por los partidos musulmanes chiíes dominantes de Iraq.
Dijo que está siendo presionado para que disuelva su comisión o ceda su estatus independiente. El gobierno ha ignorado sus peticiones de información, amenazado su mandato legal y exigido que ponga fin a sus pesquisas, dijo Radhi, chií, pero laico.
"Me dicen: ‘No eres un ministerio como para que estés dandonos órdenes'", dijo en una entrevista el sábado. "Hay gente entre ellos que dicen que esta comisión no es necesaria".
Los legisladores han amenazado no solamente con remover a Radhi de su cargo por supuesta incompetencia, sino además procesarlo por corrupción, como se detalla en un afidávit presentado el 29 de octubre ante el Supremo Consejo Judicial.
"No quiero nada más retirarlo de sus funciones: quiero que sea castigado de acuerdo a la ley", dijo el jeque Sabah Saadi, legislador chií que encabeza el comité parlamentario anticorrupción y que ha dirigido la campaña contra Radhi. "Hemos constatado corrupción económica y administrativa dentro de la comisión de probidad".
Transparencia Internacional, una organización con sede en Berlín que estudia la corrupción oficial, el patronaje y el soborno, tiene clasificado a Iraq como el tercer país más corrupto del mundo, detrás de Haití y Myanmar.
Funcionarios norteamericanos han elogiado el trabajo de Radhi. Ha pedido que se procese a varios ex ministros y descubierto casos de corrupción en el ministerio del Interior, que ha sido infiltrado por milicias chiíes. Sus blancos han incluido al ex ministro de Defensa, Hazem Shaalan, y al ex ministro de la Electricidad, Ayham Sameraei.
Radhi ha trabajado en estrecha colaboración con Stuart W. Bowen Jr., el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Iraq, una agencia norteamericana creada para investigar el despilfarro y fraude de funcionarios y contratistas estadounidenses en Iraq. El mandato legal de esa agencia ha vencido, y podría archivado.
También la comisión de probidad descansa sobre bases jurídicas precarias. Fue creada por orden de un norteamericano, L. Paul Bremer III, jefe de la antigua Autoridad Provisional de la Coalición, y no se ha convertido nunca en una ley iraquí. Los legisladores iraquíes se han estancado en una votación sobre si dar o no a la comisión un estatus permanente o disolverla y dejar que inspectores del gobierno auditen sus propias dependencias.
El afidávit presentado contra Radhi lo acusa de contratar a personal sin anunciar públicamente las vacantes.
"Tenemos documentos y tenemos testigos", dijo Saadi en una entrevista telefónica desde Basra. "No son sólo presunciones".
Saadi también dijo que Radhi no ha mostrado grandes resultados, pese a los 20 millones de dólares asignados a su agencia. Saadi calificó su trabajo de chapucero y poco profesional. Sus escasos logros, tales como el procesamiento de Shaalan, fueron revelados por otros. Durante Shaalan, que ya no vive en Iraq, desaparecieron miles de millones de dólares del ministerio de Defensa.
"No hay una estrategia clara para combatir la corrupción", dijo Saadi, que planea una rueda de prensa en los próximos días para hacer pública su batalla contra Radhi.
El trabajo de la comisión "consiste en escuchar quejas en la línea directa y comunicar esas quejas al inspector general" de los demás ministerios, dijo, sin determinar si eran verídicas.
Radhi dijo que se había acostumbrado a oír acusaciones canallas de parte de funcionarios investigados por su dependencia. Shaalan lo acusó de ser parcial, y Mishaan Jaburi, un legislador sunní que huyó del país después de ser acusado de robar millones de dólares, acusó a Radhi de implementar un programa sectario.
Radhi dijo que las presiones contra su oficina pueden ser reacciones ante sus intentos de poner al descubierto la corrupción con ministerios claves controlados por los chiíes.
Entre las actuales investigaciones de la comisión se encuentra la calidad del alimento comprado por el ministerio del Comercio para las raciones mensuales, la desaparición de productos del petróleo bajo la supervisión del ministerio del Petróleo, la falta de progreso en la restauración de los ferrocarriles y las faltas de 451 agentes de policía que trabajan para el ministerio del Interior. Los ministerios investigados son controlados por políticos chiíes.

daragahi@latimes.com

Raheem Salman contribuyó a este reportaje.

12 de noviembre de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
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