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inocentes gracias al adn


[Miguel Bustillo] Análisis de ADN declara inocentes a hombres condenados por violación.
Dallas, Estados Unidos. Muchos hombres dicen que son inocentes cuando miran desde detrás de las rejas. Pero James Giles sabía que él no era un violador -y creía en los otros tres reclusos de Texas que le habían contado que también ellos habían sido condenados, injustamente, por violación.
Compartieron su desesperación jugando ajedrez y dominó, trabajaron juntos preparando apelaciones en la biblioteca, y soñaron con el día en que podrían exigir perdón a un sistema judicial que les había decepcionado.
Ha tomado casi 25 años, pero con la ayuda del análisis de ADN, los hombres -todos negros norteamericanos- están demostrando que son inocentes. Dos de ellos fueron liberados de la cárcel. Un tercero fue exonerado en marzo, años después de cumplir la sentencia. El lunes, Giles será exonerado, convirtiéndose en el decimotercer hombre del condado de Dallas en demostrar gracias al análisis genético, que fue encarcelado injustamente.
Giles, que pasó diez años en la cárcel, quiere anular su condena de 1983. Nuevas evidencias sugieren que otro hombre -llamado también James Giles- cometió la violación. Los fiscales del condado de Dallas de hace veinte años conocían al otro James Giles, que vivía frente a la víctima, pero nunca se lo comunicaron a los abogados de Giles.
"Perdí todo lo que tenía en el mundo", dice Giles, 53. "Agradezco a Dios que finalmente alguien se dio cuenta de que yo no era culpable".
Marcado como violador, Giles luchó para reconstruir su vida cuando salió de la cárcel. El experimentado obrero de la construcción lo pasó muy difícil tratando de encontrar algún trabajo menial, y su esposa, que estuvo con él durante todo su período en la cárcel, finalmente le pidió el divorcio.
El lunes, el fiscal de distrito del condado de Dallas planea ofrecer personalmente excusas a Giles. Los otros tres reos acusados injustamente de violación, con los que trabó amistad en la cárcel, lo esperarán en la sala del tribunal.
Las injustas condenas de estos cuatro hombres son algunos de los ejemplos más dramáticos de los juicios chapuceros en el estado de la estrella solitaria -una historia vergonzosa que ahora empieza a ser investigada.
El condado de Dallas ha debido exonerar a más personas después de análisis de ADN que todos los estados, excepto tres. Texas, a la cabeza en Estados Unidos con condenas que han sido revocadas tras análisis genéticos, ha exonerado a 27; Illinois, a 26; y Nueva York, a 23. California ha exonerado a nueve.
Con innumerables antiguos y actuales reclusos de Texas que claman por un análisis para demostrar su inocencia -incluyendo más de 430 reos en el condado de Dallas-, los funcionarios policiales predicen que el número de condenas revocadas crecerá exponencialmente en los próximos años.
Normalmente, los fiscales de Texas se han opuesto a los intentos de los activistas de revisar los casos de sus predecesores. Pero el fiscal de distrito del condado de Dallas, Craig Watkins, el primer norteamericano negro elegido en el cargo, ha forjado una inusual alianza con el Proyecto Inocencia, un grupo de Nueva York que usa el análisis de ADN para controlar condenas impugnadas.
Watkins ha proclamado "un nuevo día en Dallas" y ha prometido enmendar los errores del pasado -especialmente las abundantes condenas impugnadas durante el reinado de Henry Wade, que sirvió como fiscal jefe del condado de Dallas entre 1951 y 1987.
El despacho de Watkins ayudó a volver a investigar el caso de Giles. La petición de exoneración debe ser aprobada en última instancia por la Corte de Apelaciones de Texas, aunque con el respaldo de Watkins, se considera que eso es un mero trámite.
"La mentalidad del despacho en esa época era: ‘No me interesa que haya dudas, lo que me interesa es mantener la tasa de condenas'", dijo Watkins sobre el mandato de Wade.
Wade murió en 2001 y es mejor conocido por su papel en el caso de Roe versus Wade, el caso sobre el derecho a la privacidad en la Corte Suprema nacional que legalizó el aborto.
Casi todas las exoneraciones por ADN de Dallas han implicado a hombres que fueron condenados por crímenes sexuales sobre la base de dudosas declaraciones de testigos. Muchos son negros -Giles será el décimo. A diferencias de otras muchas jurisdicciones, incluyendo a Houston, el condado de Dallas conserva muestras de sangre y otras evidencias recogidas hace décadas, un golpe de suerte que permite que los reclusos pidan una revisión de sus condenas.
"La tragedia más grande cuando una persona es encarcelada injustamente, es que la persona que lo hizo escapa impune", dijo el senador por el estado de Texas, Rodney Ellis. "Tenemos que cerciorarnos de que las escalas de la justicia estén balanceadas".
Ellis ha propuesto numerosas reformas en respuesta a las exoneraciones, incluyendo aumentar las indemnizaciones para los condenados injustamente, y la creación de una Comisión de Inocencia que revisará las condenas erróneas a la búsqueda de problemas sistemáticos.
Giles debe asistir el martes a una audiencia sobre las propuestas, en Austin.
Giles fue declarado culpable en 1983 por haber supuestamente participado en una violación colectiva de una mujer embarazada. La víctima lo identificó en una foto de una línea de sospechosos, incluso aunque era más grande y diez años más viejo que el joven agresor que describió inicialmente a la policía. Esa identificación fue la única evidencia que lo vinculaba al delito. La víctima nunca lo vio en persona sino en el juicio. Era el único negro en la sala del tribunal, además del alguacil.
Con el estudio de viejos archivos, el Proyecto Inocencia constató que la policía y los fiscales sabían que un otro hombre, más joven y más chico, se ajustaba más estrechamente a la descripción -James ‘Quack' Giles-, y vivía en la misma calle frente a la víctima. Era amigo de un vecino -Stanley Bryant- que confesó a la policía poco después de la violación de 1982, que había cometido el delito con dos adolescentes, llamados Michael y James.
"Eso debió haber conducido a la policía al verdadero James Giles, pero eso fue ocultado", dijo Vanessa Potkin, del Proyecto Inocencia, y actual abogado de Giles.
"Nuestro cliente era diez años más viejo y tenía un llamativo diente de oro. Tenía archivos telefónicos y cuentas de restaurante que probaban dónde estaba cuando se cometió el delito, así como las declaraciones que lo corroboraban, de su madre y su mujer. La evidencia clamaba que él no era el violador".
La policía había recibido un dato de que un "James Giles" había participado en la violación y se concentró inmediatamente en el Giles más viejo, que vivía al otro lado de la ciudad y estaba en libertad condicional por intento de homicidio después de una pelea con un colega del trabajo.
En lo que los nuevos abogados de Giles llaman un "extraordinario encuentro fortuito", Giles se encontró en la cárcel cara a cara con el delator. El hombre, Marvin Moore, se dio cuenta de inmediato que su dato había conducido a la condena del hombre equivocado y ayudó a Giles a limpiar su nombre.
Los fiscales de Dallas accedieron a revisar el caso en 1991, pero no quisieron revocar la condena argumentando que no tenía suficientes pruebas. Sin embargo, los análisis de ADN determinaron que el semen encontrado en la víctima de la violación provenía de Bryant y un hombre llamado Michael Brown que era amigo de James Giles más joven. Brown fue condenado más tarde por otra agresión sexual y murió en prisión. El Giles más joven terminó en la cárcel por otro delito no relacionado con la violación y también murió en la cárcel.
La semana pasada los fiscales de Dallas revelaron que el ex marido de la víctima de la violación, que estaba presente durante el delito, hace poco apuntó al Giles más joven en una fotografía de una línea de sospechosos. La víctima concede ahora que no está segura de si el Giles mayor era uno de los violadores.
Los tres hombres que también reclamaron ser inocentes, trabaron individualmente amistad con Giles cuando estaban en la cárcel. Giles tenía una máquina de escribir y ayudaba a los reclusos a redactar peticiones para que se reconsideraran sus casos.
"Nos sentábamos juntos, comíamos juntos, y tratamos juntos de limpiar nuestros nombres", recordó James Waller de sus días en la cárcel con Giles.
Waller fue condenado por la violación de un niño de doce años.
"Cuando entré a la sala del tribunal, pensé realmente que me estaba marchando a casa. Nunca pensé que me meterían en la cárcel por algo que no había hecho. Pero lo hicieron. Eso era el condado de Dallas: Dictar condenas, sin importar cómo".
Waller, 50, fue exonerado en marzo, más de trece años después de que hubiese cumplido la condena. En 1997, el análisis genético sacó de la cárcel a Kevin Byrd, 39, después de cumplir doce años. A.B. Butler, 52, fue dejado en libertad en 2000, después de cumplir diecisiete años.
Waller recibirá una indemnización de 250 mil dólares por los diez años que pasó en la cárcel. Pero dijo que nada podría compensar las humillaciones que sufrió como delincuente sexual condenado, incapaz de conseguir un trabajo decente o un apartamento de alquiler. Todavía peor, en 2001 Waller perdió a su mujer encinta en un accidente automovilístico.
"Cuando estás en la lista de delincuentes sexuales, te tratan peor que mierda, porque la mierda al menos la puedes lavar. El delincuente sexual no se puede borrar la marca", dijo, mientras se preparaba para una sesión de estudios bíblicos. "Pero gracias a Dios superé todo eso. Me convertí en una mejor persona, porque enfadarme no me iba a hacer nada de bien".
Giles, que se gana la vida rellenando formularios de impuestos en Lifkin, a unas tres horas de Dallas, también debe recibir 250 mil dólares una vez que sea exonerado. Pero dijo que ningún cheque le compensará la vida perdida. No lo ayudará a asistir a los funerales de las tías y tíos que perdió cuando estaba en la cárcel. No le dejará volver al hospital cuando a su hijo James Jr., ahora de 28, le diagnosticaron, de niño, anemia drepanocítica y necesitaba el amor de un padre.
Pero al menos demostrará que no es un violador.
"El sistema todavía funciona; pero toma más tiempo", dijo Giles. "¿Por qué ha tomado 25 años?"

11 de abril de 2007
8 de abril de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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1 comentario

Alex Ortiz -

Por favor les pido su ayuda parasacar a m hermano de la carsel lo acusan de uun crimen q no cometio puesw el no estaba asqui el estaba en california y yo tengo las prubas q el estaba alla y no en ohio . Por favor ayudenme a limpiar el nombre de ni hermano q se el es inocente les doi las gracias por lo puedan aser