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peligro de colapso en irak


[Sudarsan Raghavan y Howard Schneider] Ministro de Relaciones Exteriores de Iraq advierte que país puede colapsar si se marchan tropas norteamericanas.
Bagdad, Iraq. El ministro de Relaciones Exteriores de Iraq dijo que el país puede romperse en partes separadas y su gobierno colapsar si Estados Unidos inicia demasiado pronto la retirada de sus tropas, una advertencia expresada en momentos en que se intensifica en la Casa Blanca y el Congreso el debate sobre la conducción de la guerra.
El ministro de Relaciones Exteriores, Hoshyar Zebari, dijo en una rueda de prensa en la mañana que los personeros iraquíes "entienden la enorme presión" que se está ejerciendo en Estados Unidos a favor de la retirada de las tropas.
Pero "el peligro puede ser una guerra civil, la división del país, guerras regionales y el colapso del estado", dijo Zebari. "Nos hemos reunido con miembros del Congreso y les hemos explicado los peligros de una retirada rápida y de dejar atrás un vacío de seguridad.
"Según nuestros cálculos, hasta que las fuerzas iraquíes no estén listas, Estados Unidos tiene la responsabilidad de apoyar al gobierno iraquí a medida que se vayan construyendo esas fuerzas".
La próxima semana podría ser importante en la evolución de la política iraquí de Estados Unidos. Varios importantes senadores republicanos se han distanciado del gobierno y empezado a exigir la retirada de las tropas. El Senado empezará un debate sobre el proyecto de ley sobre el presupuesto de defensa que es probable que se transforme en una plataforma para criticar la conducción del gobierno.
El domingo el gobierno debe presentar un informe interino sobre los progresos hechos en cuanto a varios objetivos políticos y de seguridad que fueron establecidos en enero cuando el presidente Bush decidió aumentar los niveles de tropas en Iraq.
Existe un amplio reconocimiento, incluso al interior del gobierno, de que no se está cumpliendo con esos objetivos: junio fue uno de los meses más sangrientos de la guerra para las tropas norteamericanas; las negociaciones sobre proyectos de ley en torno a la repartición del poder en ámbitos sensibles en el parlamento iraquí están en un punto muerto; y los insurgentes continúan montando ataques exitosos contra la infraestructura, sitios religiosos y zonas públicas concurridas, como la explosión del sábado que mató a cerca de ciento cincuenta personas en el poblado de Amerli en el norte del país.
Cómo responder es materia de debate. Con el informe interino en el horizonte y el apoyo de los líderes republicanos erosionándose, el ministro de Defensa Robert M. Gates canceló el domingo un viaje anunciado a América Latina para participar en discusiones sobre la política iraquí norteamericana.
El fin de semana ofreció inequívocos ejemplos de los riesgos mencionados por Zebari en sus comentarios sobre la situación de seguridad en Iraq. El atentado del sábado en Amerli -uno de los más mortíferos desde la invasión norteamericana- fue seguido el domingo por un atentado suicida en la que un terrorista mató a 23 reclutas del ejército iraquí e hirió a otros 27 cuando chocó con su vehículo cargado de explosivos contra el vehículo militar cerca de Bagdad. Los atentados del fin de semana se cobraron la vida de más de doscientas personas.
La carnicería llevó a altos líderes sunníes a declarar que los iraquíes tienen derecho a tomar las armas para protegerse a sí mismos y que el gobierno debería entregar armas, dinero y adiestramiento a los ciudadanos para esas medidas de seguridad.
"Los ciudadanos deben ser protegidos por el gobierno y el aparato de seguridad... pero cuando fracasa no hay otra alternativa, no hay otra escapatoria para la gente que defenderse a sí mismos", dijo en una declaración el vicepresidente Tariq al-Hashimi, un sunní.
La violencia del fin de semana se produce después de una relativa calma en los atentados con bomba que han plagado a Bagdad y otras partes de Iraq la mayor parte de este año, pese a la importante campaña de seguridad norteamericana-iraquí destinada a doblegar a la capital y la cercana provincia de Diyala. Las operaciones, reconocen comandantes norteamericanos, ha empujado a los extremistas a zonas con menos tropas.
El domingo explotaron dos coches bomba cerca del exclusivo barrio de Karrada en Bagdad, considerado una de las zonas más seguras de la capital. El primero detonó a las diez y media de la mañana cerca de un restaurante, matando a cinco personas e hiriendo a diez, de acuerdo a la policía y a militares norteamericanos. El segundo ocurrió quince minutos después a un kilómetro y medio de distancia, matando a tres e hiriendo a dos.
Otra bomba, oculta debajo de un coche, explotó cerca del mercado de Shorja, en Bagdad, matando a tres e hiriendo a cinco, de acuerdo a boletines de prensa.
Los militares norteamericanos comunicaron el domingo la muerte de dos soldados norteamericanos, uno de ellos en un atentado suicida al oeste de Bagdad, el otro en combate el sábado en la provincia de Salahuddin.
En una declaración el domingo, el embajador norteamericano Ryan C. Crocker anunció "con una profunda tristeza y pesar" que dos empleados iraquíes de la embajada estadounidense que habían sido secuestrados en mayo, habían sido asesinados.
"Representan a la mayoría silenciosa de los iraquíes que están trabajando para construir un futuro pacífico y próspero para su país", dijo Crocker. "Ellos son el verdadero Iraq".

Saad al-Izzi contribuyó a este reportaje.

11 de julio de 2007
9 de julio de 2007
©washington post
©traducción mQh
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