mccain, amenaza para la democracia
25 de octubre de 2008
La organización, cuya campaña de inscripción electoral ha ayudado a inscribirse a 450 mil votantes de grupos étnicos, bajos ingresos y jóvenes, ha sido acusada de presentar inscripciones falsas o dobles. La ACORN misma ha reconocido algunos problemas, observando que en Nevada "en varias ocasiones en los últimos diez meses nuestro programa de control de calidad de Las Vegas ha identificado a un agente electoral que presentó a sabiendas una petición falsa o copiada para rellenar sus horas". La ACORN dice que llama por teléfono a los que firman las tarjetas de inscripción electoral para verificar que las solicitudes sean válidas y marca las inscripciones cuestionables de funcionarios electorales. La mayoría de lo que ahora se presume que son inscripciones fraudulentas son simplemente errores administrativos; los funcionarios electorales controlan regularmente las inscripciones en bases de datos, tales como los archivos de licencias de conducir, para identificar las solicitudes dudosas.
Si la ACORN o cualquier otra organización hubiera participado en la presentación de inscripciones falsas, es algo que debería ser investigado exhaustivamente y los casos llevados a tribunales. Sin embargo, lo que ignoran los alarmistas ataques de McCain es la enorme brecha que existe entre las inscripciones electorales impropias -fraudulentas o simplemente erróneas- y la comisión real de fraude en las urnas. Las evidencias de fraude electoral son escasas, aunque siempre existe el riesgo. Pero es mucho mayor el riesgo de que ciudadanos con derecho a voto sean alejados de las urnas, y el verdadero peligro para el ‘tejido de la democracia’ son los intentos de la campaña de McCain de provocar sospechas infundadas de fraude electoral masivo, de arrojar dudas injustificadas sobre la legitimidad de los comicios.
©washington post
cc traducción mQh
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