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libre comisario y asesino a sueldo


Ordenan liberar a un ex comisario acusado de balear y quemar a un empresario. Alejandro Pereyra, de la Policía sanjuanina, está detenido por balear y quemar a Hugo Naranjo, quien sobrevivió al ataque, cometido en su oficina en mayo de 2006. La Justicia otorgó la libertad bajo fianza porque expidió el plazo para tenerlo preso sin condena.
Argentina. Un ex comisario de la Policía de San Juan, acusado de dispararle seis tiros y prender fuego a un empresario en mayo de 2006, fue beneficiado con una libertad bajo fianza porque venció el plazo legar para mantenerlo detenido sin condena. Se trata del ex jefe policial Alejandro Agustín Pereyra, conocido como ‘el Pajarraco’, detenido en la causa por el intento de homicidio del empresario Hugo Naranjo, quien sobrevivió al ataque cometido en su oficina, de la que logró huir y arrastrarse hasta la calle.
Las imágenes de Naranjo semi quemado y baleado saliendo del edificio recorrieron el país, ya que alcanzaron a ser captadas por un móvil de televisión que pasaba por el lugar. Por el ataque fueron arrestados el ex comisario Pereyra, señalado como el autor material, y el empresario Eduardo Fornasari, quien quedó libre a fines de 2008 por falta de mérito.
Esta mañana, el juez de la Sala Segunda de la Cámara Penal, Félix Herrero Martín, confirmó que el tribunal le otorgó la libertad bajo fianza real a Pereyra "porque ha transcurrido el tiempo legal detenido sin que se concrete un juicio".
Con la liberación, que se producirá de manera efectiva cuando la defensa de Pereyra entregue la fianza dispuesta, no quedará ningún detenido por al ataque. De todas maneras, el ex comisario sigue vinculado al proceso como acusado, aclaró el juez.
Naranjo sobrevivió a seis balazos y al fuego, Pereyra fue preso y un policía retirado se ahorcó horas antes de entregarse a la Justicia. A la historia se sumaba un importante empresario automotriz sanjuanino, detenido entonces bajo la sospecha de ser el presunto instigador de un crimen por encargo que no llegó a concretarse.
La noche del 26 de mayo de 2006, Naranjo fue encontrado en la vereda del edificio donde tenía sus oficinas. Estaba cubierto de sangre y con quemaduras en su cuerpo. Apenas hablaba y alcanzó a pedir auxilio a una mujer que pasaba por el lugar. Minutos antes, sus atacantes le habían dado tres balazos en la cabeza, uno en el brazo y dos en la espalda. Después, lo rociaron con combustible y le prendieron fuego.
Lo que menos imaginaron los autores del hecho es que Naranjo iba a sobrevivir y a quedar en condiciones de hablar y señalarlos. Una combinación de balazos de bajo calibre y una enorme dosis de suerte lo salvaron de lo que a sus atacantes les pareció una muerte segura.
La Policía le tomó declaración en la zona de terapia intensiva de la clínica donde había quedado internado y el hombre señaló como uno de sus atacantes al comisario retirado Agustín Pereyra. Pereyra y Naranjo se conocían porque habían trabajado para la misma empresa, la concesionaria de autos Escobar SACIFI.
Naranjo fue gerente de la empresa y Pereyra un asesor en seguridad. Tras los dichos de Naranjo, también se buscó a otro policía retirado llamado Ricardo Páez, quien habría participado del hecho y que tenía amistad con Pereyra. Páez apareció colgado en una de las habitaciones del abogado César Jofré. El policía había ido allí para consultar a Jofré sobre su situación. El abogado le recomendó entregarse, pero poco después el policía se colgó de una viga del techo, con su cuello atado con un cable de televisión.
Por su parte, Eduardo Fornasari fue arrestado en una finca de Pocito, una localidad ubicada 30 kilómetros al sur de la ciudad de San Juan. Los investigadores afirmaban que entre Naranjo y Fornasari había deudas cruzadas de cuando el primero era gerente de Escobar y también administraba un emprendimiento propiedad de la firma que presidía Fornasari.

3 de junio de 2009
©clarín
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