la percepción de la inmigración
Según informe, percepción de la inmigración no se corresponde con la realidad. Percepciones erróneas o falsas fomentan xenofobia y discriminación..
[Caroline Brothers] París, Francia. La percepción del impacto de la inmigración en algunos países es tan distorsionada que sus ciudadanos creen que hay tres veces más inmigrantes viviendo en su país que los que hay en realidad, informó el martes un organismo que estudia la migración en el mundo.
En ‘World Migration Report for 2011’, la Organización Internacional para las Migraciones, un organismo intergubernamental de 132 países con sede en Ginebra, advierte que las informaciones erróneas sobre la inmigración avivan "los estereotipos perniciosos, la discriminación y la xenofobia".
William Lacy Swing, director general de la organización, dijo que informar al público fehacientemente sobre la inmigración puede ser "la herramienta más importante para la formulación de políticas en las sociedades que pasan por un periodo de adaptación a una creciente diversidad".
Esto, agregó, es particularmente importante en tiempos de malestar económico, cuando tienden a surgir las percepciones negativas.
"La migración es a menudo un tema que enmascara el temor de la opinión pública y las incertidumbres relacionadas con el empleo, la vivienda y la cohesión social en los países anfitriones", dijo Swing.
La gente en países de destinación tiende a sobreestimar significativamente el tamaño de la población inmigrante, dijo la organización, sobre la base de la encuesta anual ‘Trans-Atlantic Trends’.
El porcentaje actual de inmigrantes en Italia en 2010 era de cerca del siete por ciento, dice el informe, "pero, sin embargo, las encuestas mostraron que la población cree que este porcentaje se empina por sobre el veinticinco por ciento".
Algunos sondeos en Estados Unidos en 2010 mostraron que el público creía que los inmigrantes constituían el 39 por ciento de la población. Ese cálculo, dice el informe, no tiene nada que ver con la realidad: el catorce por ciento. "Las estimaciones tienden a ser incluso más abultadas para los inmigrantes irregulares", dijo Swing, refiriéndose a los refugiados, personas que han entrado ilegalmente al país y aquellos que se han quedado después del vencimiento de su visado.
Las percepciones sobre la disponibilidad de empleo y la creencia de que los inmigrantes le quitan el trabajo a los nacionales son ideas comunes en los sondeos. Pero la organización dice que los medios de prensa rara vez estudian el tema con los empleadores.
"Aunque hay un creciente reconocimiento de que los inmigrantes pueden construir capital social a través de las fronteras, que la creciente diversidad cultural puede proporcionar un nuevo ímpetu para la creación de empresas, o que las fuerzas laborales culturalmente diferentes son las más rentables, en muchas sociedades la percepción general de los inmigrantes tiende a ser negativa", dice el informe.
Swing dijo que la migración era "altamente deseable" si se la manejaba de manera inteligente y humana, definiéndola como "una realidad y una necesidad".
El informe también revisó las tendencias de la migración y los desarrollos más importantes [en políticas de inmigración] en el periodo 2010-11.
Pese a una percepción común en los medios de prensa de que Europa "corre el riesgo de ser inundada por una avalancha de inmigrantes africanos", el informe dice que el porcentaje de africanos que emigra al extranjero siguió siendo relativamente modesto en 2010, cuando el 64 por ciento de la emigración africana sub-sahariana ocurrió dentro de la región misma.
En total, cerca de treinta millones de africanos, o el tres por ciento de la población, vive en el extranjero, de acuerdo al Banco Mundial.
Entretanto, los trabajadores extranjeros en Europa sufrieron mayores tasas de desempleo en 2010 que sus contrapartes nacionales. Mientras los españoles sufrieron un 18.1 por ciento de desempleo en 2010, la tasa de desempleo para extranjeros en España fue de 30.2 por ciento, según las cifras de la organización. En Alemania, los inmigrantes tuvieron dos veces menos trabajo que los nacionales (12.4 por ciento contra el 6.5 por ciento) durante el verano de 2010. Europa, por su parte, fue el generador de nuevas emigraciones, con Irlanda a la cabeza con una emigración neta de sesenta mil personas a fines de 2010, después de siete mil ochocientas en 2009.
Estados Unidos recibió en 2010 a cerca de 43 millones de extranjeros, lo que representa el 13.5 por ciento de la población total, de acuerdo al Banco Mundial. Cerca de 11.6 millones provinieron de México, de acuerdo al Pew Hispanic Center. El número estimado de inmigrantes irregulares en Estados Unidos se mantiene estable, con 11.2 millones en 2010, después de una reducción de dos años desde un punto álgido de doce millones en 2007, según cita el informe al Pew Hispanic Center.
Cinco de los diez países con mayor emigración del mundo en 2010 fueron, en Asia: Bangladesh, China, India, Pakistán y Filipinas. La mayoría fueron emigrantes laborales temporales que se dirigieron a Oriente Medio y los estados del Golfo.
Los precios más altos del petróleo ayudaron a Oriente Medio y Norteamérica a recuperarse de la recesión económica global de 2010, mientras que los trabajadores extranjeros fueron atraídos hacia la región del Golfo por salarios más altos.
Sin embargo, dice la organización, "la crisis humanitaria en Libia y las condiciones inestables en algunos países vecinos tendrán probablemente el mayor impacto en los países que reciben remesas en Asia del Sur, que tiene unos once millones de trabajadores extranjeros viviendo en la región".
Oceanía fue el anfitrión de seis millones de inmigrantes internacionales en 2010. Aunque no llega al tres por ciento del número total de emigrantes en todo el planeta, esta cifra representó el 16.8 por ciento de la población total de la región, cerca de 35 millones. Para Australia y Nueva Zelanda, los porcentajes fueron todavía más altos: los inmigrantes representaron un 21.9 y un 22.4 por ciento respectivamente, de sus poblaciones totales en 2009, de acuerdo a cifras de Naciones Unidas.
6 de diciembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer
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