eeuu traspasa soberanía
Bagdad, Iraq. La coalición encabezada por Estados Unidos entregó la soberanía de Irak a un gobierno interino el lunes, adelantando todo dos días antes de lo programado, en un aparente intento por tomar por sorpresa a los rebeldes que tratan de sabotear la transferencia de poderes.
Una serie de documentos que detallan la entrega de la soberanía le fueron entregados por el hasta el lunes administrador civil de Estados Unidos en Irak, L. Paul Bremer al primer ministro interino Iyad Alaui y al presidente de la Corte Suprema de Irak Midhat al-Mahmood.
La modesta ceremonia, a la que asistieron una media docena de iraquíes y funcionarios de la ocupación, se efectuó en un edificio de la Zona Verde, un área fortificada del centro de Bagdad. Bremer había asumido el cargo en Irak hace aproximadamente un año.
Este es un día histórico", dijo expresó Alaui durante la ceremonia. "Creemos que somos capaces de controlar la situación de seguridad".
La resistencia iraquí ha llevado a cabo en semanas recientes una campaña de atentados con vehículos cargados de explosivos, secuestros y otros actos de violencia en que murieron centenares de iraquíes.
El propósito era perturbar la transferencia del poder anunciada a fines del año pasado por el gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Al principio, los estadounidenses habían planificado alrededor de un año más de ocupación.
Dos horas después de la ceremonia, Bremer abandonó Irak en un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, dijo Robert Tappan, funcionario de la disuelta Autoridad Provisional de la Coalición.
"Es una gran satisfacción estar aquí, en nombre de la Coalición, para esta histórica transferencia de soberanía", declaró Bremer ante una treintena de políticos, diplomáticos y periodistas reunidos.
Bremer, que duró 13 meses en Irak, fue acompañado por el vocero de la coalición, Dan Senor y por miembros de su equipo. No se informó del destino de Bremer, pero un asesor dijo que "regresa a casa". Los últimos momentos de Bremer en Irak fueron empleados en un encuentro con el teniente general Ricardo Sánchez, jefe del Ejército norteamericano en el país.
Poco después, el nuevo embajador estadounidense en Irak, John Negroponte, llegó a la capital iraquí, informaron fuentes oficiales.
El nuevo gobierno interino se juramentó seis horas más tarde luego de la ceremonia de traspaso del poder. El mundo árabe expresó un cauteloso optimismo pero insistió en que el Ejército de Estados Unidos debe abandonar Irak a la mayor brevedad posible.
Alaui pronunció un discurso en el cual pidió a sus compatriotas que no sientan temor por "los forajidos" que luchan contra "el islam y los musulmanes" y aseguró que "Dios está de nuestro lado".
"Una vez más les advierto a las fuerzas del terror: No olvidaremos quienes estuvieron con nosotros y quienes en contra nuestra en esta crisis", añadió.
Tras juramentarse, el nuevo presidente, Ghazi al-Yawer, dijo que las autoridades interinas "enfrentan un desafío y una carga, y pedimos a Dios todopoderoso que nos brinde paciencia y nos guíe para hacernos cargo de este país cuyo pueblo merece lo mejor".
Los iraquíes también recibieron una carta de Bush, en la que el presidente estadounidense pide el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, que se rompieron en 1990 tras la invasión de Kuwait por el ejército de Hussein.
Ahora que se ha restablecido la soberanía a Irak, el Departamento de Estado norteamericano tendrá mayor influencia en forjar la política del gobierno hacia Irak, destacó el lunes el subsecretario de Estado, Richard Armitage.
Hasta hoy [lunes], el Pentágono había llevado la voz cantante, pero con el inminente envío de Negroponte a Bagdad como embajador, "el Departamento de Estado asumirá el liderazgo ahora", indicó Armitage.
"Nosotros seremos la voz dominante", anunció Armitage.
Armitage dijo en una entrevista con National Public Radio que los iraquíes estaban listos para la soberanía y que el traspaso de poder "quizás tuvo un efecto secundario de frustrar los planes, o lo que creemos eran los planes, de los extremistas de impedir el proceso".
Estados Unidos planea tener una embajada que se perfila como la mayor del mundo, con unos mil estadounidenses y centenares de empleados iraquíes. Negroponte recibirá la asistencia de un grupo de embajadores estadounidenses que han ofrecido voluntariamente colaborar en Bagdad.
Armitage dijo que Estados Unidos deseaba actuar como aliado, colaborando con las autoridades iraquíes a fin de mejorar la "situación de terror" en Irak.
Aunque el gobierno interino tendrá soberanía total, funcionará bajo importantes restricciones, algunas de ellas impuestas por presión de los importantes religiosos chiítas, quienes buscan limitar los poderes de un gobierno no electo democráticamente.
Las principales tareas del nuevo gobierno serán preparar las elecciones para el 31 de enero, manejar los asuntos cotidianos del país y trabajar con las fuerzas multinacionales encabezadas por Estados Unidos, que estarán a cargo de la seguridad.
Los iraquíes pueden en principio pedir la salida de los contingentes internacionales, aunque ello seguramente no pasará.
La ceremonia de transferencia de poder fue realizada en una sala formal con muebles estilo Luis XIV, en una oficina del edificio otrora empleado por el Consejo de Gobierno de Irak. Los funcionarios estaban sentados alrededor de una mesa, en cuyo centro estaba un tazón con flores y una pequeña bandera de Irak.
Antes de la transferencia de poderes, todos se pusieron de pie y se le entregaron los documentos al juez supremo Midjat al-Mahmoudi, a las 10:26 a.m. locales, lo cual legalizó la entrega de soberanía.
El general de brigada Mark Kimmitt, subjefe de operaciones de la Coalición, fue el único militar estadounidense presente en la ceremonia.
Bremer estaba sentado en un sillón con Alaui y el presidente Al-Yauer. "Queremos darle las gracias a la Coalición. Ahora, no hay forma de retroceder", expresó Al-Yauer.
En Estambul, donde el presidente estadounidense George W. Bush y otros dirigentes asisten a una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el gobierno estadounidense dijo estar satisfecho por la entrega de soberanía e indicó que la fecha tendría un efecto profundo en el pueblo de Irak.
"Ustedes nos han dicho, y nosotros estuvimos de acuerdo, que están listos para la soberanía. Dejaremos Irak con confianza en su futuro", indicó Bremer.
Por su parte, los dirigentes de la OTAN ofrecieron el lunes su "total cooperación" al nuevo gobierno interino iraquí y "ayuda para la formación de sus fuerzas de seguridad", según un comunicado adoptado en la cumbre de Estambul.
En Bagdad, Alaui indicó que pidió el adelanto de la entrega de soberanía, ante el deseo de los iraquíes de ser capaces de controlar su destino lo más pronto posible.
El jueves, la Coalición entregó los últimos 11 de los 26 ministerios del gobierno a los iraquíes, lo cual significa que ellos de hecho ya manejan los asuntos diarios del gobierno interino.
Estados Unidos y sus socios esperan que la transferencia tenga un impacto psicológico sobre los iraquíes, que se han visto cada vez más frustrados por la ocupación extranjera, con un creciente grado de hostilidad.
Casi el 60 por ciento de los iraquíes cree que la invasión de su país fue un error, pero la mitad piensa que la democracia es lo que Irak más necesita en los próximos cinco años, de acuerdo con una nueva encuesta difundida el lunes.
Si bien muchos iraquíes se oponen fuertemente a la ocupación, casi el 60 por ciento cree que Estados Unidos debe ayudar a reconstruir Irak si desea que el gobierno interino del país tenga éxito, según el sondeo.
Sobre la invasión de Irak, el 59 por ciento opinó que fue algo equivocada o totalmente equivocada, y el 41 por ciento manifestó que fue algo correcta o totalmente correcta.
Más del 80 por ciento de los iraquíes dijo que no tenía confianza en las fuerzas estadounidenses ni en las británicas. Asimismo, el 58 por ciento se opuso a su permanencia en Irak y el 42 por ciento la respaldó.
"Los iraquíes saben lo que quieren para su futuro político: democracia. Para ellos significa libertad, justicia, igualdad. Pero no saben cómo llegar ahí", dijo Christoph Sahm, director de Oxford Research International, una consultora con sede en Gran Bretaña que realizó cuatro encuestas en Irak desde mediados del 2003.
Los resultados iniciales de la encuesta más reciente fueron publicados cuando la coalición transfirió la soberanía al gobierno interino de Irak en Bagdad, dos días antes de lo previsto.
Cuando se les preguntó cómo había cambiado la vida desde que Saddam Hussein fue derrocado, el 44 por ciento de los iraquíes encuestados dijo que era mucho mejor o algo mejor, el 32 por ciento manifestó que era igual, y el 25 por ciento indicó que había empeorado algo o mucho.
Una gran mayoría, el 84 por ciento de los entrevistados, dijo que la máxima prioridad debe ser devolver la seguridad pública.
La encuesta encontró un compromiso con la democracia, pero confusión sobre cómo debería alcanzarse en un país inestable y diverso donde residen chiítas, sunitas y curdos.
Al ser consultados sobre lo que Irak necesita en los próximos 12 meses, la mitad sostuvo que un líder fuerte y el 31 por ciento respondió democracia.
La transición entre la Coalición y las nuevas autoridades iraquíes tuvo lugar en el clima de violencia que ha aumentado a medida que se acercaba la fecha del 30 de junio, día inicialmente previsto para el traspaso oficial del poder a los iraquíes.
Es por ello que miembros del gobierno mencionaron la posibilidad de imponer la ley marcial y el toque de queda en las zonas donde se registra más violencia.
Pero el primer ministro indicó en una entrevista concedida el domingo a la cadena de televisión estadounidense CBS que no tenía intención de imponer la ley marcial.
Por otro lado, funcionarios de la Coalición occidental y el gobierno iraquí acordaron la entrega de la custodia del ex dictador Saddam Hussein dentro de una semana, dijo una fuente de la autoridad de ocupación el lunes.
El funcionario, quien pidió no ser identificado, dijo lo anterior apenas horas después de que la Coalición encabezada por Estados Unidos entregara la autoridad a un gobierno iraquí interino en una ceremonia realizada en Bagdad. Se carece de detalles.
El depuesto dirigente, sin embargo, continuará en manos de las tropas estadounidenses, debido a que Irak carece de las normas de seguridad necesarias, dijo una fuente estadounidense la semana pasada, también tras solicitar el anonimato.
El Tribunal Especial Iraquí, establecido hace seis meses, tiene previsto juzgar a Hussein por las atrocidades cometidas durante sus 23 años de gobierno, entre ellas la muerte de unas 300 mil personas.
28 de junio de 2004
©univisión"
Una serie de documentos que detallan la entrega de la soberanía le fueron entregados por el hasta el lunes administrador civil de Estados Unidos en Irak, L. Paul Bremer al primer ministro interino Iyad Alaui y al presidente de la Corte Suprema de Irak Midhat al-Mahmood.
La modesta ceremonia, a la que asistieron una media docena de iraquíes y funcionarios de la ocupación, se efectuó en un edificio de la Zona Verde, un área fortificada del centro de Bagdad. Bremer había asumido el cargo en Irak hace aproximadamente un año.
Este es un día histórico", dijo expresó Alaui durante la ceremonia. "Creemos que somos capaces de controlar la situación de seguridad".
La resistencia iraquí ha llevado a cabo en semanas recientes una campaña de atentados con vehículos cargados de explosivos, secuestros y otros actos de violencia en que murieron centenares de iraquíes.
El propósito era perturbar la transferencia del poder anunciada a fines del año pasado por el gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Al principio, los estadounidenses habían planificado alrededor de un año más de ocupación.
Dos horas después de la ceremonia, Bremer abandonó Irak en un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, dijo Robert Tappan, funcionario de la disuelta Autoridad Provisional de la Coalición.
"Es una gran satisfacción estar aquí, en nombre de la Coalición, para esta histórica transferencia de soberanía", declaró Bremer ante una treintena de políticos, diplomáticos y periodistas reunidos.
Bremer, que duró 13 meses en Irak, fue acompañado por el vocero de la coalición, Dan Senor y por miembros de su equipo. No se informó del destino de Bremer, pero un asesor dijo que "regresa a casa". Los últimos momentos de Bremer en Irak fueron empleados en un encuentro con el teniente general Ricardo Sánchez, jefe del Ejército norteamericano en el país.
Poco después, el nuevo embajador estadounidense en Irak, John Negroponte, llegó a la capital iraquí, informaron fuentes oficiales.
El nuevo gobierno interino se juramentó seis horas más tarde luego de la ceremonia de traspaso del poder. El mundo árabe expresó un cauteloso optimismo pero insistió en que el Ejército de Estados Unidos debe abandonar Irak a la mayor brevedad posible.
Alaui pronunció un discurso en el cual pidió a sus compatriotas que no sientan temor por "los forajidos" que luchan contra "el islam y los musulmanes" y aseguró que "Dios está de nuestro lado".
"Una vez más les advierto a las fuerzas del terror: No olvidaremos quienes estuvieron con nosotros y quienes en contra nuestra en esta crisis", añadió.
Tras juramentarse, el nuevo presidente, Ghazi al-Yawer, dijo que las autoridades interinas "enfrentan un desafío y una carga, y pedimos a Dios todopoderoso que nos brinde paciencia y nos guíe para hacernos cargo de este país cuyo pueblo merece lo mejor".
Los iraquíes también recibieron una carta de Bush, en la que el presidente estadounidense pide el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, que se rompieron en 1990 tras la invasión de Kuwait por el ejército de Hussein.
Ahora que se ha restablecido la soberanía a Irak, el Departamento de Estado norteamericano tendrá mayor influencia en forjar la política del gobierno hacia Irak, destacó el lunes el subsecretario de Estado, Richard Armitage.
Hasta hoy [lunes], el Pentágono había llevado la voz cantante, pero con el inminente envío de Negroponte a Bagdad como embajador, "el Departamento de Estado asumirá el liderazgo ahora", indicó Armitage.
"Nosotros seremos la voz dominante", anunció Armitage.
Armitage dijo en una entrevista con National Public Radio que los iraquíes estaban listos para la soberanía y que el traspaso de poder "quizás tuvo un efecto secundario de frustrar los planes, o lo que creemos eran los planes, de los extremistas de impedir el proceso".
Estados Unidos planea tener una embajada que se perfila como la mayor del mundo, con unos mil estadounidenses y centenares de empleados iraquíes. Negroponte recibirá la asistencia de un grupo de embajadores estadounidenses que han ofrecido voluntariamente colaborar en Bagdad.
Armitage dijo que Estados Unidos deseaba actuar como aliado, colaborando con las autoridades iraquíes a fin de mejorar la "situación de terror" en Irak.
Aunque el gobierno interino tendrá soberanía total, funcionará bajo importantes restricciones, algunas de ellas impuestas por presión de los importantes religiosos chiítas, quienes buscan limitar los poderes de un gobierno no electo democráticamente.
Las principales tareas del nuevo gobierno serán preparar las elecciones para el 31 de enero, manejar los asuntos cotidianos del país y trabajar con las fuerzas multinacionales encabezadas por Estados Unidos, que estarán a cargo de la seguridad.
Los iraquíes pueden en principio pedir la salida de los contingentes internacionales, aunque ello seguramente no pasará.
La ceremonia de transferencia de poder fue realizada en una sala formal con muebles estilo Luis XIV, en una oficina del edificio otrora empleado por el Consejo de Gobierno de Irak. Los funcionarios estaban sentados alrededor de una mesa, en cuyo centro estaba un tazón con flores y una pequeña bandera de Irak.
Antes de la transferencia de poderes, todos se pusieron de pie y se le entregaron los documentos al juez supremo Midjat al-Mahmoudi, a las 10:26 a.m. locales, lo cual legalizó la entrega de soberanía.
El general de brigada Mark Kimmitt, subjefe de operaciones de la Coalición, fue el único militar estadounidense presente en la ceremonia.
Bremer estaba sentado en un sillón con Alaui y el presidente Al-Yauer. "Queremos darle las gracias a la Coalición. Ahora, no hay forma de retroceder", expresó Al-Yauer.
En Estambul, donde el presidente estadounidense George W. Bush y otros dirigentes asisten a una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el gobierno estadounidense dijo estar satisfecho por la entrega de soberanía e indicó que la fecha tendría un efecto profundo en el pueblo de Irak.
"Ustedes nos han dicho, y nosotros estuvimos de acuerdo, que están listos para la soberanía. Dejaremos Irak con confianza en su futuro", indicó Bremer.
Por su parte, los dirigentes de la OTAN ofrecieron el lunes su "total cooperación" al nuevo gobierno interino iraquí y "ayuda para la formación de sus fuerzas de seguridad", según un comunicado adoptado en la cumbre de Estambul.
En Bagdad, Alaui indicó que pidió el adelanto de la entrega de soberanía, ante el deseo de los iraquíes de ser capaces de controlar su destino lo más pronto posible.
El jueves, la Coalición entregó los últimos 11 de los 26 ministerios del gobierno a los iraquíes, lo cual significa que ellos de hecho ya manejan los asuntos diarios del gobierno interino.
Estados Unidos y sus socios esperan que la transferencia tenga un impacto psicológico sobre los iraquíes, que se han visto cada vez más frustrados por la ocupación extranjera, con un creciente grado de hostilidad.
Casi el 60 por ciento de los iraquíes cree que la invasión de su país fue un error, pero la mitad piensa que la democracia es lo que Irak más necesita en los próximos cinco años, de acuerdo con una nueva encuesta difundida el lunes.
Si bien muchos iraquíes se oponen fuertemente a la ocupación, casi el 60 por ciento cree que Estados Unidos debe ayudar a reconstruir Irak si desea que el gobierno interino del país tenga éxito, según el sondeo.
Sobre la invasión de Irak, el 59 por ciento opinó que fue algo equivocada o totalmente equivocada, y el 41 por ciento manifestó que fue algo correcta o totalmente correcta.
Más del 80 por ciento de los iraquíes dijo que no tenía confianza en las fuerzas estadounidenses ni en las británicas. Asimismo, el 58 por ciento se opuso a su permanencia en Irak y el 42 por ciento la respaldó.
"Los iraquíes saben lo que quieren para su futuro político: democracia. Para ellos significa libertad, justicia, igualdad. Pero no saben cómo llegar ahí", dijo Christoph Sahm, director de Oxford Research International, una consultora con sede en Gran Bretaña que realizó cuatro encuestas en Irak desde mediados del 2003.
Los resultados iniciales de la encuesta más reciente fueron publicados cuando la coalición transfirió la soberanía al gobierno interino de Irak en Bagdad, dos días antes de lo previsto.
Cuando se les preguntó cómo había cambiado la vida desde que Saddam Hussein fue derrocado, el 44 por ciento de los iraquíes encuestados dijo que era mucho mejor o algo mejor, el 32 por ciento manifestó que era igual, y el 25 por ciento indicó que había empeorado algo o mucho.
Una gran mayoría, el 84 por ciento de los entrevistados, dijo que la máxima prioridad debe ser devolver la seguridad pública.
La encuesta encontró un compromiso con la democracia, pero confusión sobre cómo debería alcanzarse en un país inestable y diverso donde residen chiítas, sunitas y curdos.
Al ser consultados sobre lo que Irak necesita en los próximos 12 meses, la mitad sostuvo que un líder fuerte y el 31 por ciento respondió democracia.
La transición entre la Coalición y las nuevas autoridades iraquíes tuvo lugar en el clima de violencia que ha aumentado a medida que se acercaba la fecha del 30 de junio, día inicialmente previsto para el traspaso oficial del poder a los iraquíes.
Es por ello que miembros del gobierno mencionaron la posibilidad de imponer la ley marcial y el toque de queda en las zonas donde se registra más violencia.
Pero el primer ministro indicó en una entrevista concedida el domingo a la cadena de televisión estadounidense CBS que no tenía intención de imponer la ley marcial.
Por otro lado, funcionarios de la Coalición occidental y el gobierno iraquí acordaron la entrega de la custodia del ex dictador Saddam Hussein dentro de una semana, dijo una fuente de la autoridad de ocupación el lunes.
El funcionario, quien pidió no ser identificado, dijo lo anterior apenas horas después de que la Coalición encabezada por Estados Unidos entregara la autoridad a un gobierno iraquí interino en una ceremonia realizada en Bagdad. Se carece de detalles.
El depuesto dirigente, sin embargo, continuará en manos de las tropas estadounidenses, debido a que Irak carece de las normas de seguridad necesarias, dijo una fuente estadounidense la semana pasada, también tras solicitar el anonimato.
El Tribunal Especial Iraquí, establecido hace seis meses, tiene previsto juzgar a Hussein por las atrocidades cometidas durante sus 23 años de gobierno, entre ellas la muerte de unas 300 mil personas.
28 de junio de 2004
©univisión"
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