alcalde se niega a desalojar a refugiados
Ámsterdam, Holanda. Ámsterdam y las tres grandes ciudades se niegan a colaborar en el desalojo de refugiados rechazados de los centros de acogida. Así lo comunicó el alcalde Job Cohen junto a sus colegas de Rótterdam, La Haya y Utrecht en una carta a la ministro Rita Verdonk, de Extranjería.Se trata de los refugiados que llegaron a Holanda antes del 1 de abril de 2002, la fecha de implementación de la nueva ley de extranjería, y 2005. A diferencia de sus predecesores para este grupo no se preparó nada en torno a su deportación; de acuerdo a las nuevas reglas deben dejar el país un mes después del término de la petición de asilo. Para los solicitantes de asilo que llegan al país este año, se implementarán centros de partida.
Las grandes ciudades también quieren que se provea de instalaciones y servicios a ese grupo de refugiados. Ahora muchos de ellos terminan en la ilegalidad. Las familias con niños deben, según la ministro, volver a sus países directamente desde los centros de refugiados. Los refugiados solteros deberían ser retenidos en centros de partida. En la carta a la Verdonk los ayuntamientos se comprometen a participar en la implementación de los centros de deportación.
La ministro Verdonk dijo ayer después de la reunión de gabinete que no aceptaba las proposiciones de las cuatro grandes ciudades. "Teníamos acuerdos claros con los ayuntamientos. Esa propuesta no hace parte de los acuerdos", según ella. La Verdonk también dijo que ya había tomado contacto, a propósito de la carta, con su colega Johan Remkes. Según la Verdonk, a Remkes la carta "no le pareció divertida". Responderá a las ciudades en el curso de la próxima semana.
En enero de este año la ministro Verdonk llegó a un acuerdo con la Asociación de Ayuntamientos Holandeses sobre la deportación de refugiados rechazados. Se habría acordado según la antigua directora de prisiones que la policía llevaría a los refugiados a los centros de expulsión.
10 de julio de 2004
©het parool ©traducción mQh
[A fines del año pasado la ministro de extranjería el gabinete decretó una ley que pasa el mando de las policías locales, hasta entonces una atribución de los alcaldes, al ministerio del Interior, anticipándose a la resistencia que provocaría la política de deportación de refugiados. También en relación al tema la ministro declaró hace poco que los refugiados no serán expropiados. mQh].
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