LA CIA OCULTÓ A MÁS PRISIONEROS DE LO QUE SE HA INFORMADO - eric schmitt y douglas jehl
La Agencia Central de Inteligencia mantuvo a decenas de detenidos en la prisión de Abu Ghraib y otros centros de detención en Iraq fuera de las listas oficiales para ocultarles de las inspecciones de la Cruz Roja, mucho más de lo que ha informado previamente según dijeron hoy dos veteranos generales del ejército.
Washington, Estados Unidos. Una investigación de tres generales dio a conocer el mes pasado ocho documentos encontrados de casos de los llamados detenidos fantasmas', aunque dos de los oficiales dijeron en una declaración ante el Congreso y en entrevistas posteriores que declaraciones del personal militar de la prisión sugieren que esa cifra es mucho más alta.
"La cifra se sitúa en las decenas, y quizás hasta cien casos", dijo al Comité sobre las Fuerzas Armadas del Senado el general Paul J. Kern, el alto oficial que supervisó la investigación del papel del personal de la inteligencia militar en el escándalo por los maltratos de los prisioneros. Agregó que la cifra precisa no se conocerá nunca porque de la mayoría de los detenidos de la CIA no se guardaron expedientes.
Otro investigador del ejército, el general George R. Fay, describió por primera vez en detalle cómo los oficiales de la CIA en Bagdad y en el cuartel general de la agencia en Langley, Virginia, se negaron tres veces a proporcionarle información, explicando finalmente que estaban realizando su propia investigación sobre el asunto.
Oficiales militares han declarado que la práctica de la CIA de usar las prisiones militares en Iraq para ocultar a los prisioneros que interrogaban es una violación de las reglas militares y de leyes internacionales. Los inspectores generales del departamento de Defensa y de la CIA están investigando el asunto.
Las nuevas revelaciones sobre los detenidos fantasmas' marcaron el día que dos comités del Congreso se ocuparon del asunto de Abu Ghraib. Los legisladores examinaron el informe del ejército y los descubrimientos de un panel independiente sobre los maltratos de prisioneros cuestionaron también si las investigaciones habían responsabilizado en suficiente medida a los altos cargos civiles y generales por el escándalo.
Dos antiguos secretarios de Defensa dijeron que el fracaso de parte de subsecretarios de Donald H. Rumsfeld en supervisar adecuadamente el desarrollo de los métodos de interrogatorio en Iraq habían contribuido a los maltratos en la prisión de Abu Ghraib.
Los antiguos secretarios Schlesinger y Harold Brown elogiaron a Rumsfeld diciendo que se había comportado responsablemente y reiteraron enfáticamente declaraciones pasadas de que él no renunciaría por este asunto.
Pero ambos antiguos secretarios fueron más específicos que en el pasado al criticar a algunos de los ayudantes de Rumsfeld, identificando a dos de Defensa y al abogado general del Pentágono acusándoles de no conducirse responsablemente.
Brown, que sirvió bajo el presidente Jimmy Carter, acusó también más allá de Rumsfeld a los cargos más altos de la administración de Bush por lo que llamó "la responsabilidad por no tener un plan de acción para después del derrocamiento de Saddam Hussein".
9 de septiembre de 2004
12 de septiembre de 2004
©newyorktimes
©traducción mQh
"La cifra se sitúa en las decenas, y quizás hasta cien casos", dijo al Comité sobre las Fuerzas Armadas del Senado el general Paul J. Kern, el alto oficial que supervisó la investigación del papel del personal de la inteligencia militar en el escándalo por los maltratos de los prisioneros. Agregó que la cifra precisa no se conocerá nunca porque de la mayoría de los detenidos de la CIA no se guardaron expedientes.
Otro investigador del ejército, el general George R. Fay, describió por primera vez en detalle cómo los oficiales de la CIA en Bagdad y en el cuartel general de la agencia en Langley, Virginia, se negaron tres veces a proporcionarle información, explicando finalmente que estaban realizando su propia investigación sobre el asunto.
Oficiales militares han declarado que la práctica de la CIA de usar las prisiones militares en Iraq para ocultar a los prisioneros que interrogaban es una violación de las reglas militares y de leyes internacionales. Los inspectores generales del departamento de Defensa y de la CIA están investigando el asunto.
Las nuevas revelaciones sobre los detenidos fantasmas' marcaron el día que dos comités del Congreso se ocuparon del asunto de Abu Ghraib. Los legisladores examinaron el informe del ejército y los descubrimientos de un panel independiente sobre los maltratos de prisioneros cuestionaron también si las investigaciones habían responsabilizado en suficiente medida a los altos cargos civiles y generales por el escándalo.
Dos antiguos secretarios de Defensa dijeron que el fracaso de parte de subsecretarios de Donald H. Rumsfeld en supervisar adecuadamente el desarrollo de los métodos de interrogatorio en Iraq habían contribuido a los maltratos en la prisión de Abu Ghraib.
Los antiguos secretarios Schlesinger y Harold Brown elogiaron a Rumsfeld diciendo que se había comportado responsablemente y reiteraron enfáticamente declaraciones pasadas de que él no renunciaría por este asunto.
Pero ambos antiguos secretarios fueron más específicos que en el pasado al criticar a algunos de los ayudantes de Rumsfeld, identificando a dos de Defensa y al abogado general del Pentágono acusándoles de no conducirse responsablemente.
Brown, que sirvió bajo el presidente Jimmy Carter, acusó también más allá de Rumsfeld a los cargos más altos de la administración de Bush por lo que llamó "la responsabilidad por no tener un plan de acción para después del derrocamiento de Saddam Hussein".
9 de septiembre de 2004
12 de septiembre de 2004
©newyorktimes
©traducción mQh
0 comentarios