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hepatitis en iraq


[James Glanz] Los sectores más pobres de la población iraquí sufren las más brutales consecuencias de la guerra y de la continuada violencia en el país. Los brotes de hepatitis se deben al completo deterioro de los sistemas de suministro de agua potable, provocado por los continuos enfrentamientos y bombardeos.
Bagdad, Irak. Una virulenta forma de hepatitis que es especialmente letal para las mujeres embarazadas ha estallado en dos de los barrios más problemáticos de Iraq, declararon funcionarios del ministerio iraquí de Salud Pública en entrevistas esta semana, y advirtieron que el colapso de los sistemas de agua potable y de disposición de aguas residuales en medio de la continuada violencia en el país se encuentra probablemente en el origen de estos problemas. La enfermedad, llamada hepatitis E, es causada por un virus que se extiende a menudo por agua potable contaminada por las aguas servidas del desagüe. Los funcionarios dijeron que tenían aparatos para detectar la enfermedad para un número limitado de personas, sugiriendo que sólo una parte de los casos de enfermedad han sido diagnosticados. Según los funcionarios, en Ciudad Sadr, una barriada de Bagdad que se ha visto convulsionada en los últimos meses por batallas entre la milicia local y tropas estadounidenses, se han detectado unos 155 casos.
El segundo estallido de la enfermedad tiene lugar en Mahmudiya, una ciudad a unos 56 kilómetros al sur de Bagdad conocida tanto por sus secuestros y tiroteos como por su pobreza. Se han detectado ahí unos 60 casos de contagio. Al menos nueve mujeres embarazadas han sido infectadas, y una ha muerto. En total se ha informado de la muerte de cinco personas.
"Creemos que la cifra real es mucho más alta, porque se sabe muy poco de este área", dijo el doctor Atta-alla Mekhlif Al-Salmani, jefe de la sección de hepatitis viral del Centro de Control de Enfermedades del ministerio de Salud.
La Organización Mundial de la Salud OMS está enviando cajas de diagnóstico de hepatitis E, tabletas de purificación de agua, folletos de información y otros materiales a Iraq, dijo el doctor Naeema Al-Gasseer, representante de la OMS en Iraq, que tiene ahora su sede en Amán, Jordania.
Pero la hepatitis viral se manifiesta de muchas formas y otro ominoso conjunto de estadísticas sugiere que la calidad del suministro de agua en el país se ha deteriorado desde que comenzara la guerra encabezada por Estados Unidos contra el país el año pasado, dijo el doctor Salmani. En 2003 se reportó en todo el país un 70 por ciento más casos de hepatitis de todos los tipos que el año anterior, dijo. Durante los primeros seis meses de 2004 se reportaron tantos casos como en todo el año 2002.
En otras indicaciones del deterioro del agua potable y de los alimentos en Iraq, el número de casos reportados de fiebre tifoidea aumentó fuertemente este año, dijo el doctor Nima S. Abid, director general del ministerio de Salud Pública y Servicios Sanitarios Básicos. Hospitales en todo el país están atestados de niños que sufren formas severas de diarrea, dijo Abid.
Esos informes se dan a conocer en momentos en que la administración Bush ha propuesto desviar 3.46 billones de dólares de los fondos de reconstrucción de Iraq a programas de adiestramiento y equipamiento de decenas de miles de agentes de policía, guardias fronterizos y agentes de la Guardia Nacional adicionales en la esperanza de recuperar el control de la situación de la seguridad pública. El desvío de fondos, que debe ser aprobado por el Congreso, dejará sin fondos a lo que era un ambicioso programa para reconstruir los deteriorados sistemas de agua potable y de desecho de aguas residuales, obligando a cancelar o retrasar la mayoría de los proyectos. En el otoño pasado el Congreso aprobó 18.4 billones de dólares para la reconstrucción de Iraq; hasta el momento se ha gastado alrededor de un billón.
"El problema es toda la infraestructura", dijo Abid sobre los crecientes problemas sanitarios, agregando que muchas de las dificultades se originaron en el abandono en que se tuvo a los servicios sanitarios desde antes de la invasión. Pero dijo: "En el último año y medio, sin embargo, no se ha hecho nada para reparar los problemas".
La hepatitis viral se presenta bajo numerosas formas y tiene una variedad de consecuencias. Hay formas benignas y letales. El tipo más común, la hepatitis A, se puede contagiar de persona a persona o a través de aguas contaminadas. Como todos los tipos de la enfermedad afecta al hígado y puede provocar ictericia y otros síntomas, pero a menudo no quedan secuelas después de la recuperación, dijo el doctor William Schaffner, presidente del Departamento de Medicina Preventiva del Centro Médico de la Universidad Vanderbilt, Nashville.
Aunque también se extiende a través del agua, la hepatitis E, por razones no completamente conocidas, es más peligrosa para las mujeres embarazadas, que pueden sufrir la interrupción del embarazo, la pérdida de sus hijos nonatos y hasta su propia muerte, dijo Schaffner. Dijo que la enfermedad se encuentra sobre todo en América Central, India y Oriente Medio.
No hay una vacuna para prevenir la enfermedad ni medicinas para curarla.
La razón inmediata de los brotes de la enfermedad en Ciudad Sadr y Mahmudiya es simple de determinar, dijo Abid. La falta de infraestructura lleva a las familias a extraer agua con mangueras improvisadas, dijo, basándose en sus propias visitas a las comunidades. A veces se usan pequeñas bombas eléctricas para llevar agua a las casas. Pero en esas mismas comunidades las aguas residuales se filtran desde tuberías dañadas y hasta corren libremente por las calles, colándose a través de ranuras y agujeros en las casas. También se extraen aguas residuales, que son mezcladas con agua potable, extendiendo así el virus.
Un ayudante del director general de agua potable del ayuntamiento de Bagdad, que pidió ser identificado solamente bajo el nombre de Khalid, dijo que se había iniciado un importante proyecto de agua potable para Ciudad Sadr, pero que la precaria situación de seguridad en la barriada había hecho imposible su continuación.

26 de septiembre de 2004
©newyorktimes
©traducción mQh

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