ELECCIONES USA: REPUBLICANOS DESTRUYEN INSCRIPCIONES DE DEMÓCRATAS
A medida que se acerca el 2 de noviembre, los ciudadanos de Estados Unidos deberán prestar particular atención a lo que hacen los republicanos. Hay serios informes en algunos estados de fraude organizado por el partido de Bush. El presidente quiere repetir las operaciones de fraude que caracterizaron la actuación deu partido en las elecciones anteriores.
Informes de Nevada y Oregon indican que una compañía contratada para inscribir a votantes del Partido Republicano han destruido sistemáticamente formularios de inscripción entregados por electores demócratas. Si es así, miles de votantes que han hecho un esfuerzo de buena voluntad para inscribirse pueden no encontrar sus nombres en las listas de votantes el 2 de noviembre. La destrucción intencional de los formularios de inscripción electoral es un delito que ataca el corazón de la democracia. Las acusaciones deben ser rigurosamente investigadas. La preocupación inmediata es asegurar que actos delictivos partidistas no priven de sus derechos civiles a los votantes inscritos.
Un antiguo empleado de Voters Outreach of America ha declarado que vio cómo los empleados de la compañía, que fue contratada por el Comité Nacional Republicano, destruían formularios de inscripción de electores demócratas en Nevada, mientras que sí consignaba los formularios rellenados por ciudadanos republicanos.
El despacho del fiscal general de Oregon ha iniciado su propia investigación de las acusaciones de que Voters Outreach ha destruido inscripciones electorales. Una biblioteca pública de Oregon ha dado a conocer que excluyó a esa compañía de entrar al recinto de la biblioteca tras constatar que la compañía se había presentado falsamente como una empresa no partidista.
Nathan Sproul, un empleado político del Partido Republicano, que encabeza la compañía consultora que contrató a Voters Outreach, atribuyó los informes de destrucción de inscripciones electorales a un ex empleado disgustado. Dijo que el asunto de la biblioteca pública de Oregon y la compañía se debía a un "malentendido".
La destrucción de formularios de inscripción electoral es un grave truco político; también es un delito mayor. El ministerio de Justicia, y los estados de Nevada y Oregon deben investigar rápida y exhaustivamente estas acusaciones y revisar todos los formularios entregados por Voters Outreach y Sproul en otros estados. Los cargos deben ser investigados lleven adonde lleven. Debido a que era el Partido Republicano el que pagaba la factura, debe preguntársele sobre qué instrucciones dio a la compañía para su campaña de inscripción electoral, y qué sabía de la supuesta malversación.
Es fundamental que a los votantes elegibles no se les niegue una papeleta porque sus inscripciones fueron destruidas. El Partido Demócrata de Nevada ha interpuesto una demanda, y con toda razón, para aplazar la fecha de cierre de las inscripciones. Si las fechas de cierre de Nevada y Oregon no son aplazadas, esos estados deberían anunciar que aceptarán formularios de inscripción a una fecha posterior de todo votante elegible que presente un afidávit que diga que entregó su formulario de inscripción a encuestadores de Voters Outreach.
Pase lo que pase, los electores presentarse a votar. Si no encuentran sus nombres en las listas de votación, deben insistir en su derecho a una papeleta provisional. Si la elección resulta tan reñida como sugieren los sondeos en ambos estados, la gente que votó provisionalmente tendrá una oportunidad después del 2 de noviembre de que sus votos sean contados.
18 de octubre de 2004©new york times
©traducción mQh
Un antiguo empleado de Voters Outreach of America ha declarado que vio cómo los empleados de la compañía, que fue contratada por el Comité Nacional Republicano, destruían formularios de inscripción de electores demócratas en Nevada, mientras que sí consignaba los formularios rellenados por ciudadanos republicanos.
El despacho del fiscal general de Oregon ha iniciado su propia investigación de las acusaciones de que Voters Outreach ha destruido inscripciones electorales. Una biblioteca pública de Oregon ha dado a conocer que excluyó a esa compañía de entrar al recinto de la biblioteca tras constatar que la compañía se había presentado falsamente como una empresa no partidista.
Nathan Sproul, un empleado político del Partido Republicano, que encabeza la compañía consultora que contrató a Voters Outreach, atribuyó los informes de destrucción de inscripciones electorales a un ex empleado disgustado. Dijo que el asunto de la biblioteca pública de Oregon y la compañía se debía a un "malentendido".
La destrucción de formularios de inscripción electoral es un grave truco político; también es un delito mayor. El ministerio de Justicia, y los estados de Nevada y Oregon deben investigar rápida y exhaustivamente estas acusaciones y revisar todos los formularios entregados por Voters Outreach y Sproul en otros estados. Los cargos deben ser investigados lleven adonde lleven. Debido a que era el Partido Republicano el que pagaba la factura, debe preguntársele sobre qué instrucciones dio a la compañía para su campaña de inscripción electoral, y qué sabía de la supuesta malversación.
Es fundamental que a los votantes elegibles no se les niegue una papeleta porque sus inscripciones fueron destruidas. El Partido Demócrata de Nevada ha interpuesto una demanda, y con toda razón, para aplazar la fecha de cierre de las inscripciones. Si las fechas de cierre de Nevada y Oregon no son aplazadas, esos estados deberían anunciar que aceptarán formularios de inscripción a una fecha posterior de todo votante elegible que presente un afidávit que diga que entregó su formulario de inscripción a encuestadores de Voters Outreach.
Pase lo que pase, los electores presentarse a votar. Si no encuentran sus nombres en las listas de votación, deben insistir en su derecho a una papeleta provisional. Si la elección resulta tan reñida como sugieren los sondeos en ambos estados, la gente que votó provisionalmente tendrá una oportunidad después del 2 de noviembre de que sus votos sean contados.
18 de octubre de 2004©new york times
©traducción mQh
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