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brutalidad policial en rusia


[Peter Finn] Una ciudad llama la atención sobre torturas y asesinatos.
Blagoveshchensk, Rusia. En esta ciudad de Rusia central, el 10 de diciembre pasado fue un frío viernes sin nieve que abría el fin de semana festivo que celebra la constitución ruda. Los derechos consagrados en ese documento, así como muchos habitante de Blagoveshchensk, estaban a punto de recibir una paliza.
A las 11 de la noche, la calle principal, un largo rastro de desmoronados bloques de apartamentos y tiendas de un piso, pareció espeluznantemente tranquila a Anastasia Rozhenkova, que salía del apartamento de un amigo. En la oscuridad, Rozhenkova, 19, se apresuró hacia una tienda para comprar cigarrillos, mientras su marido se despedía.
"De la nada salieron hombres con máscaras negras que me sujetaron y torcieron mis manos por la espalda", dijo Rozhenkova en una entrevista. "Me echaron al suelo y me dieron patadas".
En esos primeros momentos, dijo Rozhenkova, no sabía si estaba siendo asaltada por ladrones o secuestrada por terroristas: "Estaba en un shock, aterrorizada". Pero cuando la arrastraban hacia un autobús cercano, con los labios y la nariz hinchados por las patadas, sus pantorrillas y piernas ardiendo por los porrazos, Rozhenkova se dio cuenta de que no estaba en manos de bandidos.
Había sido arrestada.
Entre el 10 y el 14 de diciembre, cientos de habitantes de Blagoveshchensk han sido detenidos y golpeados por la policía local y fuerzas especiales enmascaradas del ministerio del Interior regional, de acuerdo a gente y funcionarios. La redada, destinada a reprimir lo que las autoridades dicen que son agresiones contra agentes de policía y un fuerte rebrote de la tasa de delincuencia en la ciudad de 30.000 habitantes, se transformó en disturbios policiales.
La violencia es una de las más gráficas ilustraciones de la incapacidad de la policía rusa de ajustarse a la ley desde la caída de la Unión Soviética, y la incapacidad o falta de voluntad del estado de imponérselas. Los abusos han nutrido una profunda crisis de confianza de la opinión pública en el sistema de justicia penal, en una época en que el gobierno del presidente Vladimir Putin busca galvanizar a los ciudadanos en la lucha contra el terrorismo, la delincuencia y la corrupción.
Los sucesos en Blagoveshchensk han sido ampliamente condenados, y condujeron el despido de tres veteranos agentes de policía y un fiscal y provocaron investigaciones locales y federales. Nueve agentes de policía han sido acusados de abuso de poder.
"No hay dudas sobre la necesidad de llevar a cabo esa operación, pero el modo en que se hizo es realmente malo", dijo Ruslan Sharafutdinov, portavoz del ministerio del Interior de la República de Bashkortostán, donde se sitúa la ciudad. "Quiero decir, exageraron".
La oficina del fiscal regional ha aceptado más de 200 denuncias de residentes y ha determinado hasta el momento que 120 de ellos son "partes lesionadas" con derecho a una rehabilitación legal, de acuerdo al ministerio del Interior. La mayoría de los detenidos, como Rozhenkova, estuvieron una noche en los calabozos.

Historia Frecuente
Para los grupos de derechos humanos y juristas, Blagoveshchensk es inusual sólo por su escala y por el hecho de que el ministerio del Interior reconoció las extensas violaciones. Todos los años, y en grandes cantidades, los rusos son golpeados, torturados y a veces asesinados por la policía, de acuerdo a informes de agencias de derechos humanos y de gobierno, sondeos de opinión y revelaciones en casos altamente publicitados.
De acuerdo a una encuesta nacional publicada este es por el Centro Levada en Moscú, un 71 por ciento de los encuestados dijeron que no confían en la policía de ninguna manera, mientras que un 2 por ciento cree que la policía actúa dentro de la ley. Esa cifra se aproxima a cero cuando se excluye a la gente que trabaja en organismos policiales y sus familias. En una encuesta diferente este mes de la Fundación Opinión Pública, un 41 por ciento de los encuestados dijeron que vivían bajo el temor de la violencia policial.
"Las violaciones son tan violentas y el problema ha penetrado tan profundamente, que tomará años corregirlas", dijo Vladimir Lukin, defensor del pueblo y antiguo embajador en Estados Unidos.
La brutalidad policial se extiende mucho más allá de la separatista república de Chechenia, donde se han documentado extensas violaciones de derechos humanos en los 10 años de conflicto armado.
Por ejemplo, en 2002, en la ciudad de Nizhniy Novgorod, en las riberas del río Volga, Dmitry Ochelkov, 26, dijo que la policía había cubierto su cara con una careta antigas con la entrada de aire cerrada, de acuerdo al grupo de derechos humanos Comité Contra la Tortura, un organismo de Naciones Unidas. Los activistas dicen que esta es una práctica bastante común utilizada en interrogatorios y llamada el "pequeño elefante".
En la república de Tatarstán en 2003, varios delincuentes juveniles fueron sumergidos en el agua de los retretes, mientras otros dicen que les habían metido harapos en la boca. Y el año pasado en Moscú, un hombre al que la policía sospechaba de terrorismo, su golpeado tan brutalmente durante su detención que su esposa fue subsecuentemente incapaz de identificar su cadáver.
"Esos casos son típicos y extendidos", dijo Olga Shepeleva, abogado del Centro de Investigación para la Sociedad Civil Demos, de Moscú, que se ocupa de los abusos policiales. "No tienen nada de excepcional".

Aparece Víctima de Asesinato
En septiembre de 1998, Alexei Mikheyev confesó la violación y asesinato de una niña de 17 años en Nizhniy Novgorod después de haber sido torturado durante nueve días y sometido a descargas eléctricas en una comisaría de la policía local. En una entrevista dijo que sentía como si su cuerpo explotara cuando activaban los cables conectados a lóbulos de sus orejas.
Cuando Mikheyev fue llevado al despacho del fiscal después de eso, se retractó de sus declaraciones. Fue enviado de vuelta a la comisaría para volver a ser interrogado por orden del fiscal. Temiendo que sería nuevamente torturado, dijo, saltó por la ventana del tercer piso, quebrándose la espalda; ahora camina con la ayuda de muletas y a veces utiliza una silla de ruedas.
La niña que él había supuestamente asesinado volvió a casa el día después de su intento de suicidio. Se había escapado con un grupo de gente joven a una fiesta.
En los años de intervalo los fiscales se han mostrado reluctantes a presentar cargos contra los agentes de policía implicados. Desecharon 23 veces las investigaciones preliminares y las reabrieron sólo después de que los abogados de Mikheyev expusiera las irregularidades jurídicas en las decisiones de desechar el caso, de acuerdo a Igor Kalyapin, presidente del Comité Contra la Tortura en Nizhniy Novgorod, que tomó el caso de Mikheyev. "Los fiscales sabotean estos casos", dijo.
La investigación fue reabierta por la 24ª vez a fines del año pasado, después de que la Corte Europea de Derechos Humanos accediera a ver el caso.
"Cuando intervino la Corte Europea llegó una orden del despacho del fiscal general para investigar el caso y acusar a alguien", dijo Kalyapin. Cuatro agentes se encuentran bajo investigación, dijo.
"Quiero que sean castigados", dijo Mikheyev, que rechazó un acuerdo fuera de los tribunales. "Quiero que este país acepte responsabilidad por las acciones de su policía. Y no quiero que esto le vuelva a ocurrir a alguien".
Cifras confiables sobre cuántos agentes han sido acusados de uso ilegal de la violencia no son públicamente conocidas; esa categoría de delito no se encuentra entre las estadísticas criminales que publica el ministerio del Interior ruso. Pero la violencia y otras actividades delictivas está aumentando entre los 4 millones de policías rusos, de acuerdo a funcionarios federales.
"Entre 2001 y 2004, la cantidad de crímenes entre la policía aumentó enormemente", dijo el fiscal general Vladimir Ustinov a una reunión de fiscales en enero. "Los ciudadanos de a pie saben en qué situación se encuentran".
Sondeos de opinión pública sugieren que el problema es endémico. De acuerdo a tres sondeos nacionales y tres regionales realizados entre la primavera de 2002 y el verano de 2004, un 5.2 por ciento de los rusos han sido víctimas de la violencia policial.
"La frecuencia de los abusos sugiere que casi 6.2 millones de adultos rusos han sido víctimas de la violencia policial en un período de dos-tres años", escribieron Theodore P. Gerber, de la Universidad de Wisconsin-Madison, y Sarah E. Mendelson, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, en un borrador que será publicado este otoño. "Esas cifras son en realidad bastante asombrosas e implican que los abusos policiales son en realidad corrientes en la Rusia de hoy".
Gran parte de los abusos se cometen por la necesidad de obtener confesiones o declaraciones para justificar juicios que de otro modo carecerían de evidencias, dijeron activistas de derechos humanos. "Nuestro cálculo, basado en entrevistas con jueces que llevan los casos, es que al menos un tercio de todas las condenas, y probablemente más, se basan en evidencias extraídas utilizando apremios físicos", dijo Kalyapin. "La policía golpea a los sospechosos en todos los países, pero en Rusia el problema es simplemente masivo".
La represión en Blagoveshchensk fue organizada por el ministerio del Interior después de que cinco agentes de policía fueran agredidos en el centro de la ciudad cuando trataron de detener a un empresario de la localidad. Sharafutdinov, portavoz del ministerio, dijo que no había órdenes de usar la fuerza ni de llevar caretas, pero la policía en el terreno había perdido los estribos.
"No se puede excluir el síndrome de Chechenia", dijo, observando que las 17 tropas del ministerio del Interior que participaron en la operación, junto a 130 policías locales, eran veteranos del conflicto en el Caúcaso.
Hacia las 8 de la tarde del 11 de diciembre, Alexander Kosov, 29, fue agarrado por policías cuando estaba frente a su tienda con su hijo de un año, que estaba en su cochecito. El bebé, dijo, fue dejado en la calle por la policía, a pesar de sus protestas. La esposa de Kosov estaba de compras en el sector y volvió casualmente a los minutos de la partida de Kosov.
Otro hombre, Alexander Shabanov, 27, se cortó las muñecas en una comisaría de policía el 12 de diciembre, cuando fue detenido por segunda vez. Un tercer hombre, Sergei Fedoseyev, 19, dijo que fue obligado a gritar "¡Adoro a la policía!" mientras era aporreado.
En un período de cuatro días, 388 personas fueron sacadas de la calle y llevadas a la comisaría de policía, donde los funcionarios reconocieron que muchos fueron aporreados. Unos 170 de esos detenidos fueron acusados inicialmente de delitos menores, incluyendo ebriedad en la vía pública, de acuerdo al ministerio del Interior.
El 1 de marzo, la Corte Suprema de la república anuló todos los cargos.
"Se comportaron como fascistas", dijo Alexei Raschyoskov, 29, que debió ser operado por hemorragias internas y una ruptura de la vejiga tras ser golpeado con la culata de un rifle cuando fue detenido en el centro de la ciudad el 11 de diciembre.

27 de marzo de 2005
©washington post
©traducción mQh

2 comentarios

Frente Este -

pues,sinceramente,yo creo que la Policia de Rusia hace bien al tratar con mano dura a los delincuentes,yonquis,travestis,maricones,inmigrantes asiaticos,violadores,pederastas,asesinos machistas y demas basura que hay por la calle,bien por la Policia Local de Moscu

angel -

Pues yo vi un documental sobre la violencia moscovita con los niños de la calle o bajo las drogas diesen o no peligro.A veces los matan y me parece que eso deberia de estar controlado.