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los judíos del ajax


[Craig S. Smith] Un enigma del fútbol holandés: identidad judía sin judíos.
Amsterdam, Holanda. Minutos antes de un importante partido de fútbol no hace mucho entre el equipo de esta ciudad, Ajax, y sus rivales de la sureña ciudad de Eindhoven, un himno se transformó en un bramido en el vestíbulo lleno de hinchas, donde se servía cerveza holandesa en vasos de una pinta.
"¡Judíos, judíos, judíos!", gritaron miles de voces.
Afuera, puestos de recuerdos vendían banderas israelíes o banderas con el escudo del Ajax, la cabeza del guerrero de la leyenda griega, incrustado en la estrella de David. Los fans llegaron con sombreros, chaquetas y bufandas bordadas con signos hebreos. Hasta hace poco, la página oficial del equipo en la web ofrecía politonos de Hava Nagila y otras canciones judías que podían ser bajados a los celulares de los fans.
Pocos, si algunos, de estos fans, son judíos.
"Hace unos treinta años, los partidarios de los otros equipos empezaron a llamarnos judíos porque en la historia del Ajax ha habido judíos", contó Fred Harris, un hombre robusto con el pelo cortado al cepillo y una gruesa cadena de oro colgando de su cuello, "así que lo transformamos en un motivo de orgullo y ahora se ha transformado en nuestra identidad".
Durante años la directiva del equipo apoyó esa identidad. Pero con el tiempo lo que a muchos parecía una costumbre inofensiva -aunque extraña- había adquirido un tono más siniestro. Fans de los más grandes rivales del Ajax comenzaron a saludar como los nazis o a cantar ‘¡Hamas, Hamas!', para provocar a los partidarios del Ajax. Los partidos del Ajax se han visto atacados con gritos de ‘¡Judíos al gas!' o simplemente siseando para imitar el sonido de un escape de gas.
Las manifestaciones más inquietantes se producen durante partidos contra equipos de La Haya o contra el principal rival de Amsterdam, Rotterdam. Pero los aficionados de Eindhoven empezaron la provocación: poco después de iniciado el encuentro, se elevó un grito en la sección del estadio de la ciudad reservado a los aficionados del equipo contrincante.
"¡El que no salta es un judío!", gritó la multitud una y otra vez, mientras brincaban miles de personas en esa sección.
Los partidos del Ajax se han cargado tanto de manifestaciones antisemitas que muchos de los aficionados judíos del equipo evitan los partidos completamente. La conducta grosera no es de un solo lado: durante un partido contra un partido alemán el año pasado, un grupo de partidarios del Ajax exhibieron una pancarta que decía ‘Los judíos no vengamos de 40-45', una referencia al Holocausto.
"Probablemente fuimos demasiado tolerantes", dijo Uri Coronel, un judío que fue miembro de la directiva del Ajax en los años noventa, hablando sobre la posición pasada el equipo.
Desde entonces, el ambiente en los partidos se ha hecho "insoportable", dijo, agregando que la adopción por los aficionados de una identidad judía es ampliamente mal interpretada como algo positivo.
"Un montón de judíos en el mundo creen que los aficionados de Ajax se enorgullecen de llamarse a sí mismos judíos, pero es una especie de vandalismo", dijo.
No está claro por qué Ajax, fundado en 1900, se hizo conocido como un club judío. Amsterdam ha tenido siempre la población judía más grande de Holanda y el club ha tenido dos presidentes judíos en los años sesenta y setenta. Ha tenido jugadores judíos varias veces. El club, que posee el 73 por ciento de la compañía en la bolsa que es dueña del equipo, también tiene algunos judíos entre sus 400 miembros, pero no un porcentaje mayor que su porcentaje en la población general de la ciudad. Actualmente no hay judíos en la directiva del club.
"El club no tiene verdaderamente orígenes judíos", dijo John C. Jaakke, el atildado presidente del club, hablando antes del partido contra Eindhoven.
Sin embargo, el club se identificó en la mente del público con los judíos en los años cincuenta y para los setenta los aficionados de equipos rivales llamaban judíos a los aficionados del Ajax. Los aficionados adoptaron esa identidad como una forma de reto.
Jaakke dijo que la tendencia había preocupado a la directiva del club en los últimos 10 años y muchos partidarios judíos se han quejado de que les hace sentirse incómodos. Finalmente, el año pasado, la directiva decidió aprovechar la oportunidad para tratar el tema. Uno de los principales catalizadores de ese debate no fueron los himnos antisemitas, sino unos lemas en los que se llamaba prostituta a la novia de un conocido jugador del Ajax.
El año pasado, Jaakke pidió una reunión con los representantes de las dos asociaciones más importantes de aficionados del club para comunicarles las preocupaciones de la directiva. Coronel, hijo de sobrevivientes del Holocausto, habló con ellos sobre lo ofensivo que era ese lenguaje para los judíos. Finalmente, en su discurso de Año Nuevo, Jaakke expresó el deseo de la directiva de que los aficionados abandonen su pretendida identidad judía.
"No sólo molesta a los judíos", dijo Jaakke. "Yo no soy judío y tampoco lo aguanto".
El club ha pedido a un comité independiente, encabezado por el ministro holandés de Asuntos Exteriores, para analizar el tema y tratar de formular una estrategia para poner fin a la práctica. Jaakke dijo que había habido algunas sugerencias de que los aficionados substituyan la palabra Joden, o judíos, por Goden, ‘hijos de dioses', basándose en que Ajax era un especie de dios.
Jaakke admitió que obligar a los aficionados a cambiar su conducta era una tarea ardua. "Es difícil para los aficionados porque se ha transformado en parte de su identidad", dijo. "Mucha gente anda con estrellas judías tatuadas en sus cuerpos y no son judíos en absoluto".
Parado en el sector detrás de la portería, reservado para los fanáticos del Ajax, el líder de la más extrema asociación de aficionados del equipo dijo que entendía que ofendiera a los judíos que habían perdido a familiares durante la guerra, pero se quejó de que la falta de los aficionados de los otros equipos.
"Nosotros no decimos nada que ofenda a otros", dijo el alto, huesudo hombre que sólo dio su nombre de pila, Henk. "Incluso si lo dejáramos de lado, todavía nos seguirían llamando judíos".
Los aficionados a su alrededor empezaron a gritar: "¡Vamos, judíos, vamos!"
"No cambiará nunca", dijo. "Ha sido nuestra identidad durante casi 30 años -no lo puedes borrar". Se abrió el cuello de la camisa para mostrar un gran estrella de David celeste tatuada en su pecho con la palabra AJAX insertada arriba, en letras góticas.

28 de marzo de 2005
2 de abril de 2005
©new york times
©traducción mQh

1 comentario

bensol -

Me parece intolerable que se permitan gritos antisemitas y el enalteciendo del asesinato de judíos, burlándose del exterminio en las cámaras de gas.
si cada vez que hay este tipo de gritos, generalizados en el campo se le sanciona con varios partidos a puerta cerrada, ya se vería como se terminaría el problema