Blogia
mQh

holanda rechaza europa


[Craig Whitlock] 62 por ciento de los votantes sigue el ejemplo francés.
La Haya, Holanda. Los votantes holandeses rechazaron el miércoles la propuesta constitución de la Unión Europea en una razón de 2 a 1, un grave aunque previsible revés de la campaña para otorgar poderes más amplios y extensos al bloque de 25 países que se ha transformado en un rival de Estados Unidos en economía e influencia política.
Alegres rivales intercambiaron vítores y besos cuando se anunció por televisión el miércoles noche la victoria de 62 contra 38 por ciento, tres días después de que los votantes franceses rechazaran el documento de 200 páginas en una protesta similar contra el floreciente tamaño y costes de la Unión y las políticas internas de sus gobiernos nacionales.
Las dos derrotas dejan a los líderes europeos rebuscando medios para rescatar la constitución. Fue escrita con la esperanza de uniformar el proceso de toma de decisiones y otorgar a la organización con sede en Bruselas más atribuciones sobre temas tan diversos como la política exterior y las reglas para comprar casas de vacaciones en la isla mediterránea de Malta.
Todos los países miembros deben aprobar la constitución si debe ser implementada en 2006. A menos que los franceses y holandeses decidan votar nuevamente y terminen revirtiendo su propia votación -lo que parece improbable dado el amplio margen contra el documento-, la constitución no sobrevivirá su forma actual. Sin embargo, algunos líderes europeos dijeron que continuarán trabajando por el proceso de ratificación con la esperanza de que el resto del continente respalde la constitución.
"Por supuesto, estoy muy decepcionado", dijo el primer ministro Jan Peter Balkenende, que, como la mayoría de los líderes elegidos en Holanda, hizo campaña a favor de la medida. Apareciendo en televisión para reconocer la derrota poco después del cierre de los colegios electorales a las 9 de la noche, prometió respetar los resultados de la votación consultiva y dijo que no permitirá que el parlamento la anule.
"Ha hablado el pueblo holandés", dijo. "Les diré a mis colegas extranjeros que el ‘no' holandés debe ser respetado".
El referéndum nacional fue el primero en la historia de Holanda y tuvo una participación más alta que la prevista de cerca del 60 por ciento.
Como los franceses, muchos votantes holandeses dijeron en entrevistas que estaban preocupados de que la Unión Europea ha crecido demasiado rápidamente en los últimos años. Se oponen a otorgar más poder a los burócratas en Bruselas para regular la vida cotidiana en todo el continente. Otros definieron su descontento como un voto de protesta contra el gobierno holandés, que ha rengueado en los sondeos de opinión debido a una economía débil y a impopulares leyes de inmigración.
"Europa es grande ahora y eso es bueno", dijo Peer van der Wonde, 52, artista y diseñador de muebles, después de votar no en el ayuntamiento de La Haya, la sede del gobierno holandés. "Pero debemos ser cautelosos. En los últimos 10 años, la gente en Bruselas ha tratado de minimizar la integración de la gente corriente en el proceso de decisiones democráticas".
Los líderes de la oposición dijeron que estaban enfadados de que los funcionarios europeos todavía no hubieran abandonado el proyecto de constitución. Geert Wilders, fundador de un partido anti-inmigración que lleva su propio nombre, calificó a Balkenende de ser un "mal perdedor" en la televisión holandesa por insistir en que se dé la oportunidad de votar sobre la constitución a otros países europeos, un proyecto que Wilders dijo que estaba destinado al fracaso.
"El primer ministro debe ir a Bruselas y decir: ‘Estamos en desacuerdo'", dijo Wilders. "Es triste que no se atreva a decirlo. Esa es la razón por la que la gente está enferma de la política".
Anticipando el rechazo holandés, los líderes europeos dijeron esta semana que decidirán qué hacer en una cumbre programada previamente el 16-17 de junio en Bruselas.
Pero funcionarios en Bruselas dijeron que no estaban preparados para abandonar la constitución. "Queremos que los otros estados miembros tengan la oportunidad de participar en el mismo debate", dijo el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, cuyo gobierno asumió la presidencia rotativa de la Unión Europea.
Líderes en otros países que todavía no han votado están enviando señales de que están inquietos sobre la continuidad del proceso, preocupados de que la fiebre anti-constitución se extienda a sus países y cause un contragolpe político. En Gran Bretaña, donde el escepticismo hacia las políticas de la Unión Europea están firmemente enraizadas, el gobierno del primer ministro Tony Blair ha evadido las promesas de llamar a referéndum el próximo año.
Los resultados en Francia y Holanda han sido sorprendentes porque hace medio siglo los dos países se encontraban entre los seis países fundadores de la Comunidad Europea de Carbón y Acero, que evolucionó hasta transformarse en la Unión Europea. Generalmente han dirigido el camino para una presencia europea más fuerte y activa en la escena mundial y en el economía global, con los gobiernos nacionales cediendo funciones a las instituciones europeas.
Nueva países han aprobado la constitución, pero el documento fue ratificado por los legisladores en todos los casos. En dos de los tres referendos nacionales los votantes dijeron no.
"Lo que está pasando es una especie de protesta de los votantes del modelo de democracia el-papá-=lo-sabe-mejor, que es la aproximación paternalista de los líderes políticos holandeses", dijo en una entrevista telefónica Hans Wansink, un escritor de editoriales del diario De Volkskrant. "Existe la sensación entre los votantes holandeses de que no son tratados como adultos".
También hay una extendida ansiedad entre los miembros originales de la Unión Europea sobre el rápido ritmo de la expansión. El año pasado, la Unión integró a 10 nuevos miembros, la mayoría de ellos países de Europa del Este, pobres y post-comunistas; se propone integrar a Rumania y Bulgaria en 2007.
Una reciente decisión de la Unión Europea para iniciar las negociaciones de integración con Turquía, un inmenso país preponderantemente musulmán, también ha provocado un contragolpe, especialmente en países más pequeños como Holanda, que temen que sus voces sean ahogadas.
"No estoy contra una Europa unida, pero creo que está creciendo demasiado rápido", dijo Vanja van der Leeden, 29, empleada de un restaurante en La Haya. "Al final del día, siempre vamos a ser una voz menor en una comunidad grande, y no estoy segura de que eso sea bueno".
Algunos ciudadanos parecen interpretar el voto al No como una protesta contra las políticas de inmigración, con las que Holanda ha adquirido una población musulmana de al menos un 10 por ciento del total. Las tensiones emergieron en noviembre pasado cuando fue asesinado en Amsterdam el cineasta holandés Theo van Gogh; un marroquí que nació en Holanda está esperando juicio bajo cargos de homicidio.
Los votantes holandeses ventilaron su frustración sobre varios otros problemas. Existen amplios sentimientos de que Holanda sufrió económicamente cuando cambió el florín por el euro, la moneda ahora en vigor en 12 países de Europa.
Otra queja extendida es el coste en impuestos y subvenciones enviadas a Bruselas. Holanda envía más dinero del que recibe.
"Pagamos demasiado", dijo el ministro de Finanzas, Gerrit Zalm, comentando en televisión después de la votación.
Muchos políticos aquí dicen a los votantes que finalmente podrán cosechar mayores beneficios participando en una Unión Europea más grande. Sin embargo, los partidarios de la constitución dijeron que habían recibido de la opinión pública holandesa un claro mensaje de que no está contenta con la dirección que está tomando Europa.
"He oído a gente decir que se sienten como en un tren a toda velocidad, y por primera vez tuvieron la posibilidad de bajarse. Así que lo hicieron", dijo Wouter Bos, líder de los laboristas holandeses. "No tenían ni idea de dónde iba el tren".

2 de junio de 2005
©washington post
©traducción mQh

1 comentario

Anónimo -

olaaaaa