xtc pierde la guerra
[Derk Walters] La droga del momento es la coca.
Jóvenes esnifadores de Urk y Volendam transtornaron al país hace dos años. Ahora se ve que se anticipaban a una tendencia. La cocaína no se usa solamente en pueblos de pescadores y en las grandes ciudades, sino también en el resto del país. En todas partes observadores de la vida nocturna han constatado un aumento en el consumo de cocaína, tanto en cafés como en discotecas.
Así se desprende de la investigación Gebruikersmarkt uitgaansdrugs in Nederland 2004-2005' [El Mercado de Drogas en la Vida Nocturna en Holanda 2004-2005], realizada por el Instituto de Criminología Bonger de la Universidad de Amsterdam. Forma parte de NL.Trendwatch, que investiga tendencias en la vida nocturna, basada en observaciones de participantes y observadores, dejotas, vendedores de drogas y dueños de clubes, trabajadores de la salud, policías y porteros.
Inherente a este tipo de investigación es que se carece de cifras sólidas. Los investigadores recibieron un subsidio del ministerio de Salud, Bienestar y Deportes VWS para definir la realidad detrás de las cifras. Los datos cuantitativos se encuentran en, entre otros, el Nationale Drug Monitor.
Sin embargo, los investigadores concluyeron que "el firme remonte de la cocaína en la vida nocturna" es un hecho. El consumo de cocaína se ha normalizado, según se desprende de la investigación. La droga parece concurrir con el éxtasis, que en los últimos quince años ha sido la droga dominante.
La cocaína tiene una imagen positiva, dice Ton Nabben, uno de los tres investigadores. "Hasta en los anuncios de café aparecen niñas esnifando líneas". Nabben, antropólogo urbano, está asociado al Instituto Bonger. Observa desde su apartamento en el cuarto piso de un edificio del barrio este de la ciudad, donde empieza a menudo el uso de drogas.
El renovado interés en la cocaína empezó a fines de los años noventa entre círculos universitarios en Amsterdam, que estaban cansados del éxtasis, según Nabben. "Los jóvenes ya no tienen tiempo para reponerse de la resaca". Según el investigador el consumo de cocaína se ha extendido desde la capital, tanto hacia otros sectores de bajos recursos como hacia la periferia. "Ahora la gente esnifa inclusive en las terrazas y en la playa".
Según Nabben el éxtasis ha perdido su encanto. La pastilla de éxtasis es la droga de la música house en Amsterdam y Rotterdam, que está de capa caída desde hace un tiempo. Sólo en fiestas a gran escala, nacionales, se consume más éxtasis que cocaína. En los clubes la música house es a menudo remplazada por música urbana, el nombre común para tendencias de la música negra', como el hiphop y el arrenbie. En las fiestas urbanas no se consume, o casi, éxtasis. Las únicas tendencias de la música house que suben en popularidad son el hardcore y el harstyle, en las que el número de beats por minuto es superior a 150. En fiestas con esta música se usa siempre éxtasis, pero el consumo es menor que en 1995, cuando la música house vivía sus mejores momentos.
También el alcohol gana terreno sobre el éxtasis. Aunque el alcohol ha sido la droga de salida más importante, de la investigación se desprende que los jóvenes beben cada vez más. Y el alcohol es cada vez más combinado con cocaína. Esta droga, dicen los participantes en fiestas, quita la borrachera. Además, la gente dice que es más fácil reponerse después de usar alcohol con cocaína que éxtasis con alcohol. El consumo de cocaína sube fuertemente en toda Holanda.
Nabben ha observado que los jóvenes no usan solamente alcohol y cocaína. "A veces la pastilla de éxtasis la bajan con cerveza, y hay gente incluso que combina éxtasis con cocaína". Y al final de la noche, esnifan "una línea de coca para el viaje a casa".
De combinación de alcohol con cocaína es sólo una de las muchas tendencias. De la investigación se desprende que los jóvenes a menudo beben en casa, que empiezan a menor edad a beber alcohol y que a menudo el uso excesivo es la norma. Además, las niñas adolescentes también han empezado a recuperar terreno. Beben casi al mismo tempo que los chicos.
Según Nabben el aumento en el consumo de alcohol se puede explicar en parte por la susceptibilidad de los jóvenes frente a estrategias de mercado. "El lanzamiento de refrescos como vodka con Red Bull y cócteles ha sido increíblemente exitoso", según el investigador. También ha observado que los jóvenes beben a hurtadillas, en casa o en los aparcaderos de bicicletas, porque es más barato que en los cafés.
Las dos tendencias musicales más populares de los últimos años, hardcore/hardstyle y urbana sufren una tendencia completamente contraria en cuanto al uso de drogas. En las fiestas hardcore y hardstyle se usan la mayor cantidad de drogas. El éxtasis y la anfetamina son todavía muy populares. Los investigadores han constatado que no se puede soportar una noche de beats rápidos sin usar alguna substancia.
El público de las fiestas urbanas es más convencional. El uso de alcohol, en las fiestas urbanas, ha permanecido igual y otras drogas -excepto la marihuana- apenas se usan. En las fiestas con música urbana, de beats más lentos y menos monótonos, se puede bailar aparentemente sin recurrir a drogas.
A pesar del surgimiento de la música urbana, el uso de drogas sigue creciendo. El creciente uso de la combinación de alcohol y otras drogas preocupa a los investigadores. "La vida nocturna en la actualidad es casi un sinónimo de la combinación de cualquier medio", según la investigación. En todas las regiones existe preocupación por la combinación impulsiva de alcohol y otras drogas. "Ahí el alcohol es un acelerador", dice Nabben. "Si te preocupa el uso de la cocaína, debes preocuparte primero del alcohol".
14 de septiembre de 2005
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
Así se desprende de la investigación Gebruikersmarkt uitgaansdrugs in Nederland 2004-2005' [El Mercado de Drogas en la Vida Nocturna en Holanda 2004-2005], realizada por el Instituto de Criminología Bonger de la Universidad de Amsterdam. Forma parte de NL.Trendwatch, que investiga tendencias en la vida nocturna, basada en observaciones de participantes y observadores, dejotas, vendedores de drogas y dueños de clubes, trabajadores de la salud, policías y porteros.
Inherente a este tipo de investigación es que se carece de cifras sólidas. Los investigadores recibieron un subsidio del ministerio de Salud, Bienestar y Deportes VWS para definir la realidad detrás de las cifras. Los datos cuantitativos se encuentran en, entre otros, el Nationale Drug Monitor.
Sin embargo, los investigadores concluyeron que "el firme remonte de la cocaína en la vida nocturna" es un hecho. El consumo de cocaína se ha normalizado, según se desprende de la investigación. La droga parece concurrir con el éxtasis, que en los últimos quince años ha sido la droga dominante.
La cocaína tiene una imagen positiva, dice Ton Nabben, uno de los tres investigadores. "Hasta en los anuncios de café aparecen niñas esnifando líneas". Nabben, antropólogo urbano, está asociado al Instituto Bonger. Observa desde su apartamento en el cuarto piso de un edificio del barrio este de la ciudad, donde empieza a menudo el uso de drogas.
El renovado interés en la cocaína empezó a fines de los años noventa entre círculos universitarios en Amsterdam, que estaban cansados del éxtasis, según Nabben. "Los jóvenes ya no tienen tiempo para reponerse de la resaca". Según el investigador el consumo de cocaína se ha extendido desde la capital, tanto hacia otros sectores de bajos recursos como hacia la periferia. "Ahora la gente esnifa inclusive en las terrazas y en la playa".
Según Nabben el éxtasis ha perdido su encanto. La pastilla de éxtasis es la droga de la música house en Amsterdam y Rotterdam, que está de capa caída desde hace un tiempo. Sólo en fiestas a gran escala, nacionales, se consume más éxtasis que cocaína. En los clubes la música house es a menudo remplazada por música urbana, el nombre común para tendencias de la música negra', como el hiphop y el arrenbie. En las fiestas urbanas no se consume, o casi, éxtasis. Las únicas tendencias de la música house que suben en popularidad son el hardcore y el harstyle, en las que el número de beats por minuto es superior a 150. En fiestas con esta música se usa siempre éxtasis, pero el consumo es menor que en 1995, cuando la música house vivía sus mejores momentos.
También el alcohol gana terreno sobre el éxtasis. Aunque el alcohol ha sido la droga de salida más importante, de la investigación se desprende que los jóvenes beben cada vez más. Y el alcohol es cada vez más combinado con cocaína. Esta droga, dicen los participantes en fiestas, quita la borrachera. Además, la gente dice que es más fácil reponerse después de usar alcohol con cocaína que éxtasis con alcohol. El consumo de cocaína sube fuertemente en toda Holanda.
Nabben ha observado que los jóvenes no usan solamente alcohol y cocaína. "A veces la pastilla de éxtasis la bajan con cerveza, y hay gente incluso que combina éxtasis con cocaína". Y al final de la noche, esnifan "una línea de coca para el viaje a casa".
De combinación de alcohol con cocaína es sólo una de las muchas tendencias. De la investigación se desprende que los jóvenes a menudo beben en casa, que empiezan a menor edad a beber alcohol y que a menudo el uso excesivo es la norma. Además, las niñas adolescentes también han empezado a recuperar terreno. Beben casi al mismo tempo que los chicos.
Según Nabben el aumento en el consumo de alcohol se puede explicar en parte por la susceptibilidad de los jóvenes frente a estrategias de mercado. "El lanzamiento de refrescos como vodka con Red Bull y cócteles ha sido increíblemente exitoso", según el investigador. También ha observado que los jóvenes beben a hurtadillas, en casa o en los aparcaderos de bicicletas, porque es más barato que en los cafés.
Las dos tendencias musicales más populares de los últimos años, hardcore/hardstyle y urbana sufren una tendencia completamente contraria en cuanto al uso de drogas. En las fiestas hardcore y hardstyle se usan la mayor cantidad de drogas. El éxtasis y la anfetamina son todavía muy populares. Los investigadores han constatado que no se puede soportar una noche de beats rápidos sin usar alguna substancia.
El público de las fiestas urbanas es más convencional. El uso de alcohol, en las fiestas urbanas, ha permanecido igual y otras drogas -excepto la marihuana- apenas se usan. En las fiestas con música urbana, de beats más lentos y menos monótonos, se puede bailar aparentemente sin recurrir a drogas.
A pesar del surgimiento de la música urbana, el uso de drogas sigue creciendo. El creciente uso de la combinación de alcohol y otras drogas preocupa a los investigadores. "La vida nocturna en la actualidad es casi un sinónimo de la combinación de cualquier medio", según la investigación. En todas las regiones existe preocupación por la combinación impulsiva de alcohol y otras drogas. "Ahí el alcohol es un acelerador", dice Nabben. "Si te preocupa el uso de la cocaína, debes preocuparte primero del alcohol".
14 de septiembre de 2005
©nrc-handelsblad
©traducción mQh
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