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quién hizo a la niña sabuesa


[Kate Aurthur] Misterioso encanto de niña detective.
El amable y exhaustivo nuevo libro de Melanie Rehak empieza y termina con llamados al lector. Su primera frase es directa: "Coged la lupa, porque esta es una novela de misterio". La última tiene más de súplica: "Nos esperan días de lucha", escribe, "y la vamos a necesitar". Se trata de Nancy Drew, la chica detective imaginaria cuya autoría y perdurable popularidad son los temas de ‘Girl Sleuth'. El "nos" de la frase son las mujeres.
Como biografía literaria,'Girl Sleuth' es necesariamente complicada, ya que los misterios de Nancy Drew, ahora hace 75 años, tuvieron numerosos padres. Pero Rehak hace un estupendo trabajo al traer a la vida a los escritores y editores que constituyeron a Carolyn Keene, el autor de seudónimo de la serie.
Rehak, una crítica literaria, poetisa y desvergonzada fan de la serie, también escribe claramente sobre la evolución del personaje de Nancy Drew desde 1930. Presenta bien informados comentarios sobre la construcción original de Nancy y sobre cómo diferentes escritores produjeron diferentes Nancys. Lo que es más, cuenta en detalle cómo las alteraciones que se hicieron a libros ya publicados hace años reflejan cosas tan pequeñas como el cambio en la edad mínima para conducir, y tan grandes como la creciente conciencia del prejuicio racial en los años cincuenta (el problema de las caracterizaciones racistas en los libros fue resuelta re-escribiéndolos y haciendo blanco a todo el mundo).
Rehak convence cuando observa que Nancy Drew continuará "recordándonos las recompensas de la perseverancia y el valor de la confianza. Pero 'Girl Sleuth' es menos exitosa en sus intentos de ser una historia social del feminismo. En todo el libro Rehak trata de trazar paralelos entre las vidas de las dos creadoras de Nancy Drew y problemas como el sufragio femenino y la emergencia del control de la natalidad.
Afortunadamente, la mayor parte de ‘Girl Sleuth' es biografía. Según Rahek, Edward Stratemeyer, autor de libros para niños, "soñó" a Nancy; Mildred Wirt Benson, la primera escritora de la serie, dotó a Nancy, 16, de una personalidad independiente e inflexible temperamento; la hija de Harriet Adams Stratemeyer, se ocupó de sus negocios después de su muerte, y escribió los libros ella misma.
Rehak empieza con Stratemeter, que nació en 1862 y creció en Elizabeth, Nueva Jersey. Después de convertirse en un exitoso escritor de literatura juvenil, creó el Consorcio Stratemeyer en 1905. Así pudo gestionar la popular serie que había creado -entre ellos, ‘The Bobbsey Twins' [Los Gemelos Boobsey]- sin tener que escribir los libros él mismo. Contrató a negros, para los que escribía extensos resúmenes. Luego editaba los libros y los entregaba al editor de la serie.
Uno de los negros era Mildred Augustine -finalmente, después de dos matrimonios, se llamaría Mildred Wirt Benson-, a la que Stratemeyer asignó originalmente a los libros de Nancy Drew. Inventó a la niña detective después de que su serie Hardy Boys se convirtiera en un éxito en 1927. En una carta de 1929 a Grosset & Dunlap, el editor que esperaba que publicara su nueva serie, le describió a Benson, que había estado escribiendo para él durante cuatro años como una "joven mujer del oeste (periodista)"
La descripción era apta. En 1929 Benson tenía 24, había vivido en Iowa toda su vida y fue la primera mujer en obtener la licenciatura de periodismo de la Universidad de Iowa. Le pagaban 125 dólares por cada libro y trabajaba sobre la base de los resúmenes de Stratemeyer. Rehak escribe que su esfuerzo "produjo una chica de fantasía con pocos vínculos con la realidad" y que Benson agregó "algunos de los episodios más audaces y de diálogo más animados a las instrucciones de Benson".
Mientras Nancy Drew existía fuera de la Gran Depresión, que coincidió con la publicación de la serie, y fuera de cualquier amenaza real de peligro o muerte, sus arquitectos sí vivían en ese mundo. Stratemeyer murió de neumonía 12 días después de que los primeros tres libros fueran publicados como un conjunto -fueron éxitos inmediatos-, dejando a sus dos hijas, Harriet y Edna, con un negocio que ella no sabían cómo administrar ni vender en una economía deprimida. Sin grandes opciones, se dedicaron del Consorcio Stratemeyer. Las dos hermanas compartieron la tarea de escribir y editar la serie hasta 1942, cuando Edna se mudó a Florida. Harriet dirigió el consorcio hasta su muerte en 1982.
Ya que Benson y el sindicato realizaban casis todos sus negocios por correo, Rehak fue capaz de hacer la crónica de su relación profesional y personal. Hacia principios de los años cincuenta, Harriet Adams había tomado más control de los libros y dejó de contratar a Benson como escritor.
En diferentes artículos de prensa provocados por un renacimiento del interés en la serie entre las feministas de los años sesenta y setenta, que tomaron a Nancy como un modelo de infancia, las dos mujeres habían recibido el crédito exclusivo por los libros -usualmente a expensas una de la otra. Rehak parece saber que Benson y Adams contribuyeron más a la persona de Nancy Drew. Pero como indica el título del libro, no le da a Edward Stratemeyer el reconocimiento por lo que fue, después de todo, su idea.
Como una novela de misterio acerca de los orígenes, no hay una sola respuesta en ‘Girl Sleuth'. Pero en la introducción del libro, Rehak describe sucintamente su experiencia de releer las 56 novelas de Nancy Drew originales: "Las novelas mismas son secundarias. Lo que recordamos es a Nancy". Más allá de saber quién escribió qué, es la mejor explicación que hay para la intrincada transformación de una joven de personaje a icono.

Libro reseñado:
Girl Sleuth. Nancy Drew and the Women Who Created Her.
Melanie Rehak.
Ilustrado.
364 pp.
Harcourt.
$25.

25 de septiembre de 2005
©new york times
©traducción mQh

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