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tensiones por caricatura de maoma


[Molly Moore y Faiza Saleh Ambah] Continúan las publicaciones, y las protestas en el mundo islámico.

París, Francia. Las protestas contra la publicación en diarios europeos de caricaturas satirizando al profeta Maoma recobró impulso el jueves en todo el mundo islámico cuando escolares paquistaníes quemaron banderas francesas y danesas y presidentes musulmanes criticaron los dibujos. Al mismo tiempo, más agencias de prensa europeas imprimieron o transmitieron las caricaturas citando la necesidad de defender la libertad de expresión.
En otro día de confrontaciones entre los países en gran parte laicos de Europa y países musulmanes donde la religión sigue siendo un fuerte fuerza en la vida cotidiana, activistas musulmanes amenazaron con más protestas y sabotajes de negocios europeos. Aunque algunos funcionarios europeos trataron de quitar tensión a la crisis, muchos periodistas insistieron en que a pesar de la indignación musulmana, las sensibilidades religiosas no deben traducirse en censura.
"Habríamos hecho exactamente lo mismo si se hubiese tratado del Papa, un rabí o la caricatura de un sacerdote", escribió el editor Serge Faubert en las ediciones del jueves de France Soir, uno de los periódicos que publicaron las caricaturas.
Mahmoud A. Hashem, un hombre de negocios de Arabia Saudí calificó las caricaturas, reflejando una extendida opinión en las sociedades musulmanas, de otro ejemplo más del "deporte de insultar al islam y los musulmanes" después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Según las enseñanzas islámicas, toda descripción de Maoma, el fundador de la fe y mensajero de Dios, es blasfemia, incluyendo descripciones que no son negativas. Las caricaturas violaban ese dictado, y muchas de ellas ridiculizaban al profeta. En una se lo describe como un terrorista con una bomba y una mecha encendida en su turbante.
Analistas políticos de ambos lados describieron la publicación de las imágenes en los diarios como una peligrosa provocación en un conflicto que ya ha provocado la alienación de numerosos grupos de musulmanes en países de Europa Occidental y endurecido a extremistas de los dos campos.
Alexandre Adler, autor de ‘Rendez-vous With Islam’, criticó a los diarios. "Estamos en guerra", dijo, citando la resistencia iraquí, las victorias electorales del grupo radical palestino Hamas y al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. "Y a veces la guerra exige censura. En este contexto, todo lo que pueda alentar el odio contra Occidente es irresponsable".
El comisario de comercio de la Unión Europea, Peter Mandelson, dijo que la publicación de las caricaturas era "arrojar aceite a las llamas". Reconociendo el deseo de defender la libertad de prensa, dijo que los diarios deben entender que "la ofensa que se infiere con la publicación de las caricaturas es de esta naturaleza".
Pero más agencias de noticias continuaron publicando las caricaturas el jueves, incluyendo a la BBC, que declaró que esperaba "dar al público una comprensión de los fuertes sentimientos evocados por el artículo".
En la ciudad de Nablús, en Cisjordania, pistoleros palestinos secuestraron a un ciudadano alemán de un hotel restaurante y amenazaron con capturar a más extranjeros. El alemán fue liberado más tarde, dijeron funcionarios de la seguridad palestina.
Muchos europeos abandonaron el jueves Cisjordania como medida de precaución. La Unión Europea cerró su oficina allá después de amenazas de que miembros del personal podrían ser secuestrados. Alrededor de una docena de hombres armados cercaron brevemente el edificio vacío, disparando sus armas. Algunos países europeos previnieron a los ciudadanos de viajar en Oriente Medio.
En la ciudad de Multan, en Pakistán central, varios cientos de estudiantes de escuelas islámicas quemaron banderas francesas y danesas como forma de protesta. El boycot de los productos daneses se extendió en todo Oriente Medio.
Los presidentes Hosni Mubarak, de Egipto, y Ahmadinejad, de Irán, emitieron declaraciones de condena, así como el Rey Abdullah, de Jordania. En un discurso en Washington, el monarca dijo que mientras "respetamos y veneramos la libertad de expresión, condenamos la profanación gratuita y la ofensa de la sensibilidad musulmana, como en las caricaturas recientes donde se distorsiona y vilipendia a mi ancestro, el profeta".
Diarios en todo el mundo musulmán condenaron a sus contrapartes europeos. El Gulf Daily News de Bahrain publicó un titular de una palabra en su primera plana que resume los sentimientos en la región: "¡Pidan disculpas!"
El editor egipcio de France Soir, que imprimió el miércoles las polémicas caricaturas, despidió el editor general del diario, Jacques LeFranc el miércoles noche, diciendo: "Presentamos nuestras excusas a la comunidad musulmana y a toda la gente que se han consternado o indignado por la publicación".
Pero el editor general despedido, Faubert, escribió en las ediciones del jueves un impenitente editorial: "No teníamos ninguna intención arrojar aceite al fuego, como pueden pensar algunos. Se ha amenazado a uno de los principios fundamentales de la democracia y el laicismo".
Pero los críticos argumentaron que los editores deberían ser más perspicaces en su elección de las batallas sobre la libertad de expresión. "Este es el tipo de cosas que redunda en beneficio de al Qaeda, enajenando y indignando a un montón de gente joven educada", dijo Najam Sethi, editor del Daily Times y Friday Times, de Pakistán, en una entrevista telefónica desde Lahore.
Sethi y otros ven la aplicación de una doble moral. "Se aísla a la gente que cuestiona algunos hechos del Holocausto; la mayoría de los editores son tan sensibles que ni siquiera discuten el tema", dijo Sethi. "Se imponen un grado de censura que no se aplica en este caso".
Agencias periodísticas internacionales han condenado las amenazas de violencia contra los periodistas europeos que publicaron las caricaturas.
"Defendemos discursos impopulares en todo el mundo todo el tiempo", dijo Joel Simon, director del Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York. "No hacemos juicios sobre si estamos de acuerdo o no" con el mensaje. "A veces tenemos que apretarnos las narices, pero ellos tienen el derecho de decirlo, y defendemos ese derecho".
Europa tiene unos 15 millones de musulmanes, que en algunos países constituyen más del 10 por ciento de la población. Muchos analistas ven crecientes divisiones sociales entre los musulmanes y las poblaciones mayoritarias de países que son históricamente cristianos, pero crecientemente laicos.
Las tensiones continúan en Holanda, donde el cineasta holandés Theo van Gogh, cuyo trabajo era fuertemente anti-musulmán, fue asesinado en 2004 en Amsterdam por Mohammed Bouyeri, un extremista islámico. En una comparecencia ante el tribunal el jueves, dijo que "el hecho de que veáis como el portador negro del islam en Europa me llena de honor, orgullo y alegría".
Geert Wilders, un parlamentario [de ultraderecha] que ha propuesto una ley que prohibiría que las mujeres lleven burqas en Holanda y ha sido blanco de amenazas de muerte, dijo: "¿Cuál es el precio de la libertad? Como símbolo del apoyo a los dibujantes daneses y para defender la libertad de expresión, publicaremos sus dibujos aquí".
La controversia, que ha inflamado la prensa de Oriente Medio y las organizaciones islamitas, empezaron cuando el diario danés Jyllands-Posten publicó los dibujos en septiembre. Los editores del diario habían pedido a 12 artistas que dibujaran sus descripciones de Maoma después de que un autor se hubiera quejado de que no había podido encontrar a un artista que estuviese dispuesto, utilizando su propio nombre, a ilustrar un libro sobre el profeta.
Sin embargo, el tema recibió poca atención en Europa, hasta esta semana, cuando la compañía danesa Arla Foods - la segunda productora láctea de Europa- diera a conocer que sus ventas en Oriente Medio habían descendido a cero durante la controversia. El jueves la compañía anunció que estaba despidiendo a 125 trabajadores debido a esas pérdidas.
Mahmoud Hashem, 51, dueño de una compañía en la ciudad costera de Jiddah, Arabia Saudí, dijo que había enviado e-mails a más de 500 personas instándolas a dejar de comprar productos daneses.
"Creo que los musulmanes deberían unirse y hacer algo sobre este asunto", dijo Hashem, por teléfono cuando salía de una mezquita de Jiddah el jueves por la tarde. "Cualquiera que quiere recibir algo de cobertura en la prensa, usa a los musulmanes como saco de arena".
En Sawari Superstores, una de las cadenas de supermercados más grandes de Jiddah, se colocaron letrenos que la sección de lácteos que decían: "No vendemos productos daneses".
"No voy a comprar ningún producto de un país que ha insultado a mi profeta, mi religión y mi dignidad como musulmana", dijo Leila Faleh, 42, una administradora de hospital que hacía las compras en la tienda. "Prefiero volver a tomar leche de una vaca y a comer dátiles".
Yuri Thamrin, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, de Indonesia, el país musulmán más populoso del mundo, llamó la publicación de las caricaturas un acto de insensibilidad que ha provocado indignación en el mundo musulmán. "Nosotros, como país democrático, valoramos la libertad de expresión, pero creemos que la libertad de expresión debe ser ejercitada de manera cuerda y como una cobertura para denigrar o insultar símbolos religiosos", dijo Thamrin.
"No es nada nuevo", se lamentó Mohammed Hussein Mudhaffer, 33, ingeniero mecánico en Nayaf, al sur de Iraq. "La publicación de esos dibujos mostrando al profeta Maoma es parte de la salvaje campaña de Occidente contra el islam y los musulmanes".

Ambah informó desde Jiddah. Alan Sipress en Yakarta, Indonesia, Karl Vick en Estambul, Scott Wilson en Jerusalén, Griff Witte en Kabul, Afganistán, y Mary Jordan en Londres y Saad Sarhan en Najaf y Marie Valla en París contribuyeron a este reportaje.

3 de febrero de 2006

©washington post
©traducción mQh

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1 comentario

sandra -

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