toque de queda en bagdad
[Jonathan Finer] Se multiplican puestos de control.
Bagdad, Iraq. Agregando una nueva fuente de confusión a las medidas de seguridad que ahogan a Bagdad, el gobierno iraquí impuso hoy una prohibición de circulación de último minuto, que afecta al tráfico vehicular y peatonal en toda la ciudad.
El toque de queda a las dos de la tarde fue anunciado a últimas horas de la mañana, cuando muchas personas hacían ya el trayecto hacia el trabajo o las mezquitas para las oraciones de los viernes. Originalmente, se suponía que duraría toda la noche. Pero horas más tarde, un boletín de noticias en la televisión iraquí anunció que el toque de queda terminaría a las cinco de la tarde.
Con la campaña represiva lanzada la semana pasada, el tráfico vehicular ya había sido prohibido en la capital de 11 de la mañana a 3 de la tarde durante los viernes, el domingo musulmán, cuando la asistencia a las mezquitas -y el potencial para actos violentos- es especialmente alta.
El gobierno no dio explicaciones por las medidas restrictivas adicionales, pero se producen después de violentos incidentes en varios barrios bagdadíes esta mañana. Tres rebeldes fueron abatidos y seis heridos en un enfrentamiento cerca del barrio de la Calle Haifa, de acuerdo a Ahmed Al-Nuaimi, un funcionario del ministerio del Interior.
Vecinos del barrio comercial de Karrada criticaron que el toque de queda no fuera anunciado de antemano, aunque dijeron que entendían que el objetivo era mejorar la seguridad.
"¿No se supone que tienen que decírnoslo con un día de antelación? ¿Cómo van a volver a sus casas los que salieron a trabajar o a rezar?", dijo Muhammed Saleh, 28, taxista. "Esta decisión no es justa, no es razonable".
Cerca, un barbero que vive que el barrio de Dora al sur de Bagdad, cerró rápidamente su tienda y se puso a caminar hacia su casa.
Los iraquíes que trabajan en la fortificada Zona Verde empezaron a marcharse a sus casas poco después de mediodía, en un intento de llegar antes del inicio del toque de queda.
"Nosotros nos enteramos, pero un montón de gente no lo sabe aún", dijo Haider Haleeji, 28, un guardia de seguridad de una compañía de transporte. "Hay gente que tendrá que dormir en la oficina, porque no podrán volver a casa a tiempo".
Al norte de la capital, en la aldea rural de Hib Hib, una explosión frente a la mezquita de Shaheed Jalal, terminó con la vida de al menos nueve fieles sunníes cuando salían de orar el viernes, dijo el jefe de la policía local. La aldea fue el epicentro del ataque aéreo estadounidense que mató al jefe de Al Qaeda en Iraq, Abu Musab Zarqawi, antes este mes.
También hoy, los militares norteamericanos anunciaron la muerte de dos marines en la provincia occidental de Anbar. Uno murió el jueves y el otro el miércoles, ambos debido a ataques insurgentes, de acuerdo a declaraciones escritas. No se proporcionaron más detalles.
Los militares también dijeron que un soldado fue ultimado en Bagdad el miércoles en un "incidente no relacionado con la situación bélica" que está siendo investigado.
De acuerdo a otro comunicado de prensa, los militares mataron esta mañana a cuatro combatientes extranjeros en un allanamiento al norte de Faluya. Uno de ellos llevaba un cinturón suicida, y otro, un chaleco relleno de explosivos.
El toque de queda a las dos de la tarde fue anunciado a últimas horas de la mañana, cuando muchas personas hacían ya el trayecto hacia el trabajo o las mezquitas para las oraciones de los viernes. Originalmente, se suponía que duraría toda la noche. Pero horas más tarde, un boletín de noticias en la televisión iraquí anunció que el toque de queda terminaría a las cinco de la tarde.
Con la campaña represiva lanzada la semana pasada, el tráfico vehicular ya había sido prohibido en la capital de 11 de la mañana a 3 de la tarde durante los viernes, el domingo musulmán, cuando la asistencia a las mezquitas -y el potencial para actos violentos- es especialmente alta.
El gobierno no dio explicaciones por las medidas restrictivas adicionales, pero se producen después de violentos incidentes en varios barrios bagdadíes esta mañana. Tres rebeldes fueron abatidos y seis heridos en un enfrentamiento cerca del barrio de la Calle Haifa, de acuerdo a Ahmed Al-Nuaimi, un funcionario del ministerio del Interior.
Vecinos del barrio comercial de Karrada criticaron que el toque de queda no fuera anunciado de antemano, aunque dijeron que entendían que el objetivo era mejorar la seguridad.
"¿No se supone que tienen que decírnoslo con un día de antelación? ¿Cómo van a volver a sus casas los que salieron a trabajar o a rezar?", dijo Muhammed Saleh, 28, taxista. "Esta decisión no es justa, no es razonable".
Cerca, un barbero que vive que el barrio de Dora al sur de Bagdad, cerró rápidamente su tienda y se puso a caminar hacia su casa.
Los iraquíes que trabajan en la fortificada Zona Verde empezaron a marcharse a sus casas poco después de mediodía, en un intento de llegar antes del inicio del toque de queda.
"Nosotros nos enteramos, pero un montón de gente no lo sabe aún", dijo Haider Haleeji, 28, un guardia de seguridad de una compañía de transporte. "Hay gente que tendrá que dormir en la oficina, porque no podrán volver a casa a tiempo".
Al norte de la capital, en la aldea rural de Hib Hib, una explosión frente a la mezquita de Shaheed Jalal, terminó con la vida de al menos nueve fieles sunníes cuando salían de orar el viernes, dijo el jefe de la policía local. La aldea fue el epicentro del ataque aéreo estadounidense que mató al jefe de Al Qaeda en Iraq, Abu Musab Zarqawi, antes este mes.
También hoy, los militares norteamericanos anunciaron la muerte de dos marines en la provincia occidental de Anbar. Uno murió el jueves y el otro el miércoles, ambos debido a ataques insurgentes, de acuerdo a declaraciones escritas. No se proporcionaron más detalles.
Los militares también dijeron que un soldado fue ultimado en Bagdad el miércoles en un "incidente no relacionado con la situación bélica" que está siendo investigado.
De acuerdo a otro comunicado de prensa, los militares mataron esta mañana a cuatro combatientes extranjeros en un allanamiento al norte de Faluya. Uno de ellos llevaba un cinturón suicida, y otro, un chaleco relleno de explosivos.
Hasan Shammari en Baquba contribuyó a este reportaje.
23 de junio de 2006
©washington post
©traducción mQh
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