otro carnicero en bagdad
[Ellen Knickmeyer] Desautorizado por el Ejército Mahdi, ‘el Carnicero' sigue matando a enemigos del clérigo chií Sáder.
Bagdad, Iraq. En una guerra sucia donde los misteriosos escuadrones de la muerte causan víctimas todos los días y los dirigentes de las partes involucradas niegan tener responsabilidad en los asesinatos, hay un asesino sin cara al que los iraquíes pueden dar un nombre.
Abu Diri, o Padre del Escudo, es el nom de guerre de un musulmán chií. Los árabes sunníes de Bagdad también lo conocen como ‘el Carnicero'. Como otros innumerables asesinos en la capital de Iraq hoy en día, Abu Diri y sus seguidores arrojan a sus víctimas en las calles, y estas muestran heridas de balas y a veces de los agujeros más pequeños que causan los taladros eléctricos.
Pero oficiales norteamericanos, sunníes e incluso muchos chiíes dicen que creen que Abu Diri secuestra y mata a sunníes y a otros rivales con un celo que lo ha convertido en alguien notorio, incluso en la diaria carnicería de Bagdad.
"Es un criminal salvaje; ha asesinado a decenas de personas", dijo una actualización de Verdad, una página web sunní que apoya a los grupos insurgentes sunníes de Iraq. Mucho sunníes iraquíes consultan sus acusaciones con respecto a la intensa guerra religiosa en el país.
Al menos hasta julio, Abu Diri y decenas de hombres bajo su mando, operaron desde Ciudad Sáder y Shula, dos de los barrios bagdadíes que son el hogar de más de dos millones de chiíes. Los distritos son firmemente leales al clérigo chií Moqtada al-Sáder, cuya milicia Ejército Mahdi tiene allá una significativa presencia. Las víctimas de Abu Diri son encontradas normalmente con los ojos vendados y las manos amarradas en las calles que cercan Ciudad Sáder, dijeron oficiales norteamericanos.
Oficiales norteamericanos, que desconfían de Sáder después de combatir durante los dos primeros años de la guerra contra su Ejército Mahdi, creen que Abu Diri está asociado con la milicia.
"Es un ejecutor", dijo el teniente primero Lawson, el oficial de inteligencia asignado a una pequeña unidad del ejército norteamericano que trabaja en Ciudad Sáder y es responsable de ayudar al adiestramiento del ejército iraquí allá. "Ataca a blancos específicos" designados por Sáder y el Ejército Mahdi.
Lawson lo llamó el agente de Ciudad Sáder "para asuntos exteriores", ya que cruza todo Bagdad en persecución de sunníes o de otros que son considerados enemigos.
Sáder y sus principales ayudantes han desautorizado públicamente a Abu Diri.
"Él no es del Ejército Mahdi, es el jefe de los gángsteres", dijo en una entrevista en Nayaf, Riyadh al-Nouri, cuñado de Sáder y miembro importante del movimiento Sáder. "Él no es del Ejército Mahdo, y nunca lo fue. Todo lo que hace es luchar por su propia reputación y sus propios crímenes".
Se sabe poco de Abu Diri. Vecinos de Bagdad coinciden en algunos detalles: Su nombre de pila real es Ismail. Tiene algo más de treinta años, es padre de dos hijos y abandonó la secundaria, y durante el régimen de Saddam Hussein fue falsificador, según sunníes y chiíes de a pie y funcionarios del ministerio iraquí del Interior, que hablaron a condición de conservar el anonimato.
Incluso su aspecto es poco claro. Una fotografía supuestamente de él, publicada en sitios web frecuentados por árabes sunníes en Iraq, muestra a un hombre flaco como junco, de barba, en ropas de paisano y un turbante a cuadros rojos y blancos, entornando los ojos por el sol en una calle de la ciudad, con un rifle colgando de su hombro.
Sin embargo, tres hombres que dicen ser antiguos guardaespaldas de Abu Diri rechazan esa foto, y ofrecen una imagen diferente de él como un hombre rechoncho y chico, casi un mamarracho, que se ve en un video distribuido en celulares y DVDés en Bagdad. La imagen muestra a un hombre sonriendo mientras hacer beber de una botella de refresco a un camello con el hocico abierto.
Abu Diri quería que el video fuera un aviso para el vice-presidente de Iraq, Tariq al-Hashemi, de acuerdo a sus guardaespaldas, que hablaron a condición de preservar el anonimato. Aspira a capturar y decapitar al político sunní y sacrificará al camello para celebrar ese día, dijeron.
Entre los escondites de Abu Diri se incluía un remoto rincón en el nordeste de Ciudad Sáder conocido como ‘los Setenta Perdidos', una zona llamada así por su numeración y aislamiento, dijeron oficiales norteamericanos. Muchas mañanas, después del toque de queda nocturno de Bagdad, tropas norteamericanas suelen encontrar cuerpos arrojados en las calles de los Setenta Perdidos, un patio de esqueletos de coches oxidados y basura, con ratas que corren por las aceras a plena luz del día.
Fuerzas iraquíes y norteamericanas allanaron el 9 de julio una casa de Abu Diri en Ciudad Sáder, marcando el comienzo de operaciones conjuntas contra presuntos criminales en zonas bajo control de Sáder. Funcionarios iraquíes dijeron que en el allanamiento murieron nueve personas. Abu Diri escapó y se cree que ha huido de Ciudad Sáder.
En entrevistas en Bagdad, tres hombres que dicen haber sido guardaespaldas suyos dijeron que cometía los asesinatos como un agente libre, antes que por órdenes de la organización de Sáder. Abu Diri se aprovecha del hecho de que tiene un hermano en un alto cargo en el Ejército Mahdi para utilizar sus supuestas conexiones con la milicia y tiene vínculos en las fuerzas policiales del ministerio del Interior chií, incluyendo su servicio de inteligencia, dijeron los hombres.
Funcionarios del ministerio del Interior proporcionaron independientemente algunos de los mismos detalles con respecto a Abu Diri; otros detalles proporcionados por los supuestos guardaespaldas no pudieron ser confirmados.
Interrogado sobre por qué el Ejército Mahdi no pone fin a las actividades de Abu Diri, Nouri dijo: "Como todo el mundo, tiene sus propios gángsteres que lo protegen".
En Nayaf, otro importante funcionario de Sáder, Aus al-Kafaji, dijo: "Lo andamos buscando nosotros mismos".
Abu Diri, o Padre del Escudo, es el nom de guerre de un musulmán chií. Los árabes sunníes de Bagdad también lo conocen como ‘el Carnicero'. Como otros innumerables asesinos en la capital de Iraq hoy en día, Abu Diri y sus seguidores arrojan a sus víctimas en las calles, y estas muestran heridas de balas y a veces de los agujeros más pequeños que causan los taladros eléctricos.
Pero oficiales norteamericanos, sunníes e incluso muchos chiíes dicen que creen que Abu Diri secuestra y mata a sunníes y a otros rivales con un celo que lo ha convertido en alguien notorio, incluso en la diaria carnicería de Bagdad.
"Es un criminal salvaje; ha asesinado a decenas de personas", dijo una actualización de Verdad, una página web sunní que apoya a los grupos insurgentes sunníes de Iraq. Mucho sunníes iraquíes consultan sus acusaciones con respecto a la intensa guerra religiosa en el país.
Al menos hasta julio, Abu Diri y decenas de hombres bajo su mando, operaron desde Ciudad Sáder y Shula, dos de los barrios bagdadíes que son el hogar de más de dos millones de chiíes. Los distritos son firmemente leales al clérigo chií Moqtada al-Sáder, cuya milicia Ejército Mahdi tiene allá una significativa presencia. Las víctimas de Abu Diri son encontradas normalmente con los ojos vendados y las manos amarradas en las calles que cercan Ciudad Sáder, dijeron oficiales norteamericanos.
Oficiales norteamericanos, que desconfían de Sáder después de combatir durante los dos primeros años de la guerra contra su Ejército Mahdi, creen que Abu Diri está asociado con la milicia.
"Es un ejecutor", dijo el teniente primero Lawson, el oficial de inteligencia asignado a una pequeña unidad del ejército norteamericano que trabaja en Ciudad Sáder y es responsable de ayudar al adiestramiento del ejército iraquí allá. "Ataca a blancos específicos" designados por Sáder y el Ejército Mahdi.
Lawson lo llamó el agente de Ciudad Sáder "para asuntos exteriores", ya que cruza todo Bagdad en persecución de sunníes o de otros que son considerados enemigos.
Sáder y sus principales ayudantes han desautorizado públicamente a Abu Diri.
"Él no es del Ejército Mahdi, es el jefe de los gángsteres", dijo en una entrevista en Nayaf, Riyadh al-Nouri, cuñado de Sáder y miembro importante del movimiento Sáder. "Él no es del Ejército Mahdo, y nunca lo fue. Todo lo que hace es luchar por su propia reputación y sus propios crímenes".
Se sabe poco de Abu Diri. Vecinos de Bagdad coinciden en algunos detalles: Su nombre de pila real es Ismail. Tiene algo más de treinta años, es padre de dos hijos y abandonó la secundaria, y durante el régimen de Saddam Hussein fue falsificador, según sunníes y chiíes de a pie y funcionarios del ministerio iraquí del Interior, que hablaron a condición de conservar el anonimato.
Incluso su aspecto es poco claro. Una fotografía supuestamente de él, publicada en sitios web frecuentados por árabes sunníes en Iraq, muestra a un hombre flaco como junco, de barba, en ropas de paisano y un turbante a cuadros rojos y blancos, entornando los ojos por el sol en una calle de la ciudad, con un rifle colgando de su hombro.
Sin embargo, tres hombres que dicen ser antiguos guardaespaldas de Abu Diri rechazan esa foto, y ofrecen una imagen diferente de él como un hombre rechoncho y chico, casi un mamarracho, que se ve en un video distribuido en celulares y DVDés en Bagdad. La imagen muestra a un hombre sonriendo mientras hacer beber de una botella de refresco a un camello con el hocico abierto.
Abu Diri quería que el video fuera un aviso para el vice-presidente de Iraq, Tariq al-Hashemi, de acuerdo a sus guardaespaldas, que hablaron a condición de preservar el anonimato. Aspira a capturar y decapitar al político sunní y sacrificará al camello para celebrar ese día, dijeron.
Entre los escondites de Abu Diri se incluía un remoto rincón en el nordeste de Ciudad Sáder conocido como ‘los Setenta Perdidos', una zona llamada así por su numeración y aislamiento, dijeron oficiales norteamericanos. Muchas mañanas, después del toque de queda nocturno de Bagdad, tropas norteamericanas suelen encontrar cuerpos arrojados en las calles de los Setenta Perdidos, un patio de esqueletos de coches oxidados y basura, con ratas que corren por las aceras a plena luz del día.
Fuerzas iraquíes y norteamericanas allanaron el 9 de julio una casa de Abu Diri en Ciudad Sáder, marcando el comienzo de operaciones conjuntas contra presuntos criminales en zonas bajo control de Sáder. Funcionarios iraquíes dijeron que en el allanamiento murieron nueve personas. Abu Diri escapó y se cree que ha huido de Ciudad Sáder.
En entrevistas en Bagdad, tres hombres que dicen haber sido guardaespaldas suyos dijeron que cometía los asesinatos como un agente libre, antes que por órdenes de la organización de Sáder. Abu Diri se aprovecha del hecho de que tiene un hermano en un alto cargo en el Ejército Mahdi para utilizar sus supuestas conexiones con la milicia y tiene vínculos en las fuerzas policiales del ministerio del Interior chií, incluyendo su servicio de inteligencia, dijeron los hombres.
Funcionarios del ministerio del Interior proporcionaron independientemente algunos de los mismos detalles con respecto a Abu Diri; otros detalles proporcionados por los supuestos guardaespaldas no pudieron ser confirmados.
Interrogado sobre por qué el Ejército Mahdi no pone fin a las actividades de Abu Diri, Nouri dijo: "Como todo el mundo, tiene sus propios gángsteres que lo protegen".
En Nayaf, otro importante funcionario de Sáder, Aus al-Kafaji, dijo: "Lo andamos buscando nosotros mismos".
25 de agosto de 2006
©washington post
©traducción mQh
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