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cristianos huyen de bagdad


[Liz Sly] Amenaza sunní: Convertirse al islam o marcharse dejando todo atrás.
Bagdad, Iraq. Los cristianos están huyendo masivamente del distrito de Dora al sur de Bagdad después de que insurgentes sunníes les dijeran que serían asesinados a menos que se convirtieran al islam o abandonaran el lugar, de acuerdo a líderes cristianos y familias que huyeron.
Episodios similares de lo que se ha conocido como ‘limpiezas religiosas' asolaron barrios bagdadíes el año pasado, cuando grupos de sunníes expulsaron a chiíes de zonas sunníes y milicias chiíes expulsaron a los sunníes de zonas chiíes, pero estas expulsiones de cristianos marcan el primer intento aparente de expulsar a los cristianos todo un área de Bagdad.
El éxodo empezó hace tres semanas después de que insurgentes sunníes emitieran una fatwa, o edicto religioso, ofreciendo a los cristianos una dura elección: convertirse al islam y pagar un antiguo impuesto musulmán conocido como jizyah, o marcharse dentro de 24 horas, abandonando sus propiedades. Si no acataban el edicto, serían asesinados.
Grupos de sunníes armados han estado implementando el edicto con una docena de secuestros, ataques a tiros, llamando a las puertas y pegando carteles en las murallas -acciones que han provocado que cientos de cristianos huyan de una zona que fue en el pasado el hogar de una de las comunidades cristianas más grandes de Bagdad.
La campaña de los rebeldes en Dora es el primer incidente serio de limpieza religiosa desde que empezara el plan de seguridad de Bagdad, un elemento central de la estrategia del presidente Bush para ganar en Iraq que entró en efecto a mediados de febrero, con la llegada a Bagdad de tropas norteamericanas adicionales en un intento por recuperar la ciudad de manos de los insurgentes y milicias.
"Están hablando de planes de seguridad y de traer la paz, pero en Dora no pasa nada de eso. No hay leyes, no hay gobierno ni tropas del gobierno", dijo el obispo Shlimon Warduni, obispo auxiliar del Patriarcado Caldeo, la más antigua secta cristiana a la que pertenece la mayoría de los cristianos de la zona de Dora. "Esta es una persecución en toda escala. Nunca en toda la historia de Iraq nos vimos enfrentados a algo semejante".
Unas ciento cincuenta familias han huido hacia iglesias en otros barrios de Bagdad, buscando ayuda para encontrar alojamiento alternativo, dijo. Muchas otras con recursos o familiares en zonas más seguras se marcharon de Dora sin informar a los líderes eclesiásticos, dijo Yonadem Kanna, miembro cristiano del parlamento en representación del Partido Democrático Asirio. Kanna calcula que trescientas familias han sido expulsadas de Dora en las últimas tres semanas.
La comunidad cristiana minoritaria iraquí, calculada en 800 mil personas en vísperas de la invasión norteamericana de 2003, ya había sido diezmada por las amenazas, temor e intimidación en los últimos cuatro años, y casi la mitad de los cristianos de Iraq viven ahora fuera del país, de acuerdo al último informe de la Comisión Americana Internacional sobre Libertad Religiosa, publicado la semana pasada.
Líderes de la iglesia calculan que la mitad de la comunidad cristiana de Dora ya ha huido del notoriamente violento bastión extremista sunní en el sudoeste de Bagdad, una comunidad de medio millón de sunníes, chiíes y cristianos que vivían lado a lado en el pasado. Los chiíes ya habían sido expulsados de toda esa zona, a excepción del borde sur. Aunque han atacado a algunos cristianos, usualmente para pedir rescate, como comunidad habían sido en gran parte ignorados, dicen los vecinos.
Entre los que huyeron se encuentran Ayleen Georges, 40, cuyo marido fue secuestrado a principios de abril por insurgentes sunníes. Más tarde se disculparon, diciéndole que en el secuestro se habían equivocado de persona, y lo dejaron marcharse. Diez días más tarde, tras la circulación del edicto, lo volvieron a secuestrar.
Está demasiado turbada como para hablar del secuestro, pero describió cómo los pistoleros le dijeron repetidas veces que lo matarían si no se convertía al islam o abandonaba su casa dentro de 24 horas.
"Le dijeron: ‘¿Por qué no te has convertido al islam?' Él les dijo: ‘Tengo fe en la Virgen María'. Y entonces ellos maldijeron a la Virgen María", contó, echándose a llorar. "Le dijeron que tenía 24 horas para marcharse y le dijeron que teníamos que dejar aquí todos nuestros bienes y enseres, o si no nos matarían".
Una docena de secuestros similares se han producido en todo el área de Dora, con la aparente intención de aterrorizar a los cristianos para que se marchen, dijo el legislador cristiano Abdul Ahad Afram, del Partido Democrático Asirio.
Aunque hubo una campaña semejante para expulsar a los cristianos de la norteña ciudad de Mosul el año pasado, este es el primer intento sistemático contra los cristianos de Bagdad, dijo.
"En Dora estamos presenciando una operación organizada para expulsar a los cristianos y apoderarse de sus propiedades", dijo.
La orden de dejar sus pertenencias y enseres en las casas abandonadas fue enfatizada por los rebeldes en la zona, y aquellos que huyeron dijeron que ni siquiera se atrevieron a llevarse una maleta.
Sanharib Benuel, 23, abandonó su casa con su madre y hermano la semana pasada después de que octavillas con la amenaza fueran pegadas en las murallas en el vecindario. Esperaba engañar a los insurgente sunníes metiendo sus cosas en maletas y dejando a un vecino sunní en la casa, y luego pedirle a otro vecino que llevara las maletas a la casa de un familiar al día siguiente.
Pero dentro de unas horas, dijo, un grupo de pistoleros llegó a su casa y ordenó marcharse al vecino, diciéndole: "Esta es una casa cristiana y ha sido confiscada".
Saquearon la casa y robaron todo lo que había en ella, dijo Benuel, que ahora está viviendo en una iglesia en otro barrio de Bagdad, trabajando como guardia de seguridad en la iglesia.
Abdullah al-Noufali, director de Christian Endowment, un organismo estatal que supervisa las iglesias de Iraq, dijo que había oído de muchos casos en que los vecinos sunníes habían ofrecido ayuda o protegido a sus vecinos cristianos amenazados. Responsabiliza a extranjeros -a los rebeldes de al Qaeda que han convergido en Dora en los últimos tres años, convirtiendo al distrito en uno de los bastiones extremistas más violentos e infames de todo Bagdad.
"El problema no es religioso, es económico. Los cristianos son blancos fáciles. No reaccionan violentamente. Pagarán o se marcharán", dijo al-Noufali. "Todos los días se están marchando familias, y para este verano no quedará ningún cristiano en Dora".
De acuerdo a Kanna, la presión sobre los cristianos de Dora se ha intensificado desde la llegada de un nuevo contingente de rebeldes de al Qaeda en los últimos meses, que vienen escapando de su bastión en la provincia de Anbar tras ser expulsados por una alianza tribal respaldada por Estados Unidos. Grupos de hombres armados empezaron a visitar las iglesias de la zona y les ordenaron retirar la cruz. Desde entonces han huido todos los clérigos de la zona, y las nueve iglesias han cerrado sus puertas.
Aunque las fuerzas norteamericanas han aumentado su presencia en la zona desde que se iniciara la campaña de seguridad de Bagdad, parecen ignorar esta última persecución de los cristianos, dijo Ahmed al-Mukhtar, 29, un vendedor que se ha unido al éxodo después de que hombres armados dispararan contra tres de sus vecinos cuando se dirigían juntos al trabajo a fines de abril, provocando que las familias cristianas que conoce en el vecindario empezaran a huir.
"Ellos no saben quiénes son los malos y quiénes los buenos", dijo. "Cuando los americanos vienen a patrullar, la gente corre a abrir sus tiendas y salir de compras, y cuando se marchan, todo el mundo corre a sus casas. Entonces los pistoleros se sienten libres para hacer lo que quieren y matar a cualquiera para obligarlos a marcharse".
Un portavoz de los militares norteamericanos no respondió nuestras preguntas sobre el éxodo cristiano de Dora, pero otros oficiales norteamericanos han señalado el éxito del plan de seguridad de Bagdad que ha logrado una fuerte reducción del nivel de violencia sectaria entre sunníes y chiíes en las últimas semanas.

lsly@tribune.com10 de mayo de 2007
8 de mayo de 2007
©chicago tribune
©traducción mQh
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