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china

china cierra fábricas de alimentos


[Audra Ang] Entre las medidas tomadas por China para desbaratar la producción ilegal de artículos de mala calidad, destaca la clausura de 180 fábricas.
Pekín, China. China cerro 180 fábricas de alimentos después de que inspectores constataran que se usaban químicos industriales en la producción de todo tipo de artículos, desde caramelos hasta mariscos, dijo el miércoles la prensa oficial.
Las clausuras se producen en medio de una campaña nacional contra los productos peligrosos y de mala calidad, iniciada en diciembre, que también constató el uso de alimentos reciclados o caducados.
Formalheído, tintes ilegales, y cera industrial estaba siendo usados para hacer caramelos, escabeches, galletas y mariscos, dijo, citando a Han Yi, un funcionario de la Administración General de Cuarentena, Inspección y Control de Calidad, que es el organismo responsable de la seguridad de los alimentos.
"Estos no son casos aislados", dijo Han, director del departamento de inspección y control de calidad.
La admisión de Han fue significativa porque la administración ha dicho en el pasado que las violaciones a la seguridad eran el trabajo de unos pocos operadores paria, una afirmación que es probablemente parte de una estrategia para proteger los billones de dólares y euros que China gana con la exportación de alimentos.
La preocupación internacional sobre los problemas con la seguridad alimenticia en China estalló este año después de que se encontrara en productos exportados altos niveles de toxinas y químicos industriales.
La pasta dental hecha en China ha sido rechazada por varios países en las tres Américas y Asia, mientras que el gluten de trigo chino, contaminado con el químico melamina, fue responsabilizado de la muerte de perros y gatos en América del Norte. Otros productos rechazados por inspectores estadounidenses incluyen el rape tóxico, anguila congelada y jugos hechos con aditivos de color no idóneos.
Las autoridades en China han impuesto controles más estrictos y aumentado la publicidad de sus esfuerzos para controlar el problema.
Han dijo que la mayoría de los fabricantes eran pequeñas plantas ilegales de alimentos con menos de diez empleados, y han sido clausuradas todas. El China Daily dijo que el 75 por ciento del millón de plantas procesadoras de alimentos que se calcula tiene China, son pequeñas y privadas.
De acuerdo a Han, las inspecciones en curso se concentran en alimentos usados más ampliamente, como carne, leche, refrescos, salsa de soya y aceite de cocina. Las zonas rurales y los suburbios -donde las normas son menos estrictas- son todavía consideradas áreas claves para los inspectores, dijo.
Entretanto, otra agencia reguladora, la Administración Nacional para la Industria y el Comercio de China dijo que el año pasado clausuró 152 mil empresas manufacturas y de venta ilegales por falsificar y vender productos de mala calidad.
También impidió la entrada al mercado de 15 mil toneladas de "alimentos no calificados", debido a que no pudieron cumplir con las normas nacionales.
El informe, publicado en la página web de la Administración de la Industria y el Comercio el martes, no da más detalles y nuestras llamadas a la Administración no fueron atendidas.

29 de junio de 2007
27 de junio de 2007
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contra la eterna corrupción


[Edward Cody] Chinos se escandalizan con la perpetua corrupción de los funcionarios locales.
Pekín, China. El escándalo empezó con el descubrimiento de más de quinientos trabajadores inmigrantes que habían sido obligados a trabajar en condiciones similares a la esclavitud en remotas canteras de ladrillos. Las autoridades locales del Partido Comunista, dijeron aquí los medios controlados por el gobierno, habían hecho la vista gorda.
Luego estalló la noticia de que los gobiernos locales todavía estaban malversando los fondos públicos para construirse oficinas palaciegas, pese a los intentos del gobierno del presidente Hu Jintao de poner fin a esa fastuosidad. Finalmente, se rumoreó que un magnate de los negocios detenido recientemente, conocido como un dudoso comerciante y notorio por conducir un todoterrenos blindado, era también miembro de la asamblea local que asesora a las autoridades de Pekín.
La acumulación de informes sobre malversaciones oficiales en las últimas semanas, ha provocado la indignación pública y llamados a un mejor control de parte del gobierno central de Pekín. El tono enfadado en la prensa oficial, tolerado por los censores del partido, sugiere una creciente impaciencia entre la opinión pública china ante la incapacidad del gobierno para contener la corrupción que se ha extendido por todo el país durante veinticinco años de reformas económicas.
Los trabajadores de las canteras acosados por la prensa, fotografiados en las primeras planas de los diarios con sus caras empolvadas, magulladas y quemadas, provocan las reacciones más vehementes. La miseria de su destino -algunos eran custodiados por hombres armados y pastores alemanes- se resume para muchos en el pobre tratamiento otorgado a noventa millones de campesinos que en los últimos años han emigrado para trabajar en la construcción o en cocinas de restaurantes.
"Esta es realmente una tremenda humillación como sociedad civilizada", dijo Jia Fenyong, columnista del sitio en la red de la agencia de noticias oficial china, Nueva China.
"Esto demuestra que las autoridades del gobierno central no son lo suficientemente fuertes y que el gobierno central carece de la determinación de castigar a los malos funcionarios", dijo un comentador que se identificó a sí mismo como Ye Zhiqui, en el Foro China Fuerte, una página afiliada al Diario del Pueblo oficial del partido. "A ojos de nuestra opinión pública, el gobierno central tiene la mayor autoridad. ¿Quién se atreve a olisquear sus órdenes? Pero, de hecho, no es verdad. El poder del gobierno central ha sido siempre rechazado por las autoridades locales".
Kang Xiaoguang, sociólogo de la Universidad Popular de China, observó que los líderes locales han resistido durante siglos al gobierno de Pekín, "quizás desde la fundación misma de China". Pero el problema se ha hecho particularmente agudo en los últimos años, agregó, debido a la proliferación de tramas para hacer dinero ilegalmente, de hombres de negocios deshonestos coludidos con funcionarios locales corruptos.
"Una de las principales razones de que las políticas del gobierno central no se lleven a la práctica a nivel local es que esas políticas son perjudiciales para los intereses de esos funcionarios y hombres de negocios de la zona", dijo Kang.
Reaccionando ante el escándalo, el gobierno anunció que Hu y el premier Wen Jiabao habían ordenado una completa investigación del escándalo de la cantera de ladrillos. En la misma línea, la Oficina de Seguridad Pública dijo que se detuvo a más de 150 personas y 20 estaban siendo buscadas en la provincia de Shanxi, donde se encontraban la mayoría de las canteras, y en la vecina provincia de Henan.
La Federación de Sindicatos de China del partido anunció que el secretario del partido de un pueblo de Shanxi fue expulsado por permitir esos abusos -en una cantera a unos metros de su casa y de propiedad de su hijo. El premier Wen, en una reunión de gabinete el miércoles, ordenó castigar severamente por "abandono de deberes e irregularidades" a los funcionarios de Shanxi.
La promesa de tomar medidas duras, sin embargo, esquivó lo que algunos expertos chinos y partidarios de la reforma han descrito como uno de los principales obstáculos para acabar con la corrupción en China. Aunque Hu y Wen ha condenado repetidas veces la corrupción y prometido castigar a los funcionarios comprometidos, el partido descansa en sus propios inspectores para investigar y disciplinar a miembros corruptos. Además, el partido sigue controlando el poder judicial, observaron, así que no existe un poder autónomo que actúe como control de los nombramientos políticos.
"El partido no se puede reformar a sí mismo", dijo un especialista en corrupción que se negó a que se mencionara su nombre debido a la sensibilidad del tema.
Mientras Hu y Wen prometieron golpear a la corrupción local, por ejemplo, hay informes de que tres funcionarios de gobierno de la provincia de Shandong que acusaron de corrupción al secretario del partido de la comuna, fueron ellos mismos arrestados, detenidos durante tres meses y luego condenados por difamación a un año de cárcel en sentencia suspendida.
You Nuo, columnista del China Daily oficial, sugirió de una solución para cerrar lo que llamó "lagunas en el sistema" sería el periodismo investigativo. Señaló que el escándalo de la cantera de ladrillos de Shanxi había salido a la luz en parte mediante las noticias en los canales de televisión locales del periodista Fu Zhenzhong.
"Las cosas se han puesto tan malas debido a la colaboración entre algunos funcionarios locales y la mafia que controla el comercio del ladrillo", escribió You. "Una vez más, esto refleja la enorme tarea de dirigir el gigantesco servicio civil chino y mantenerlo libre de corrupción. Para hacer eso, tarde o temprano el país empezará a apreciar la utilidad del periodismo investigativo".
En su columna, You evitó tratar la estricta censura del partido que es un importante factor que explica porqué los reportajes investigativos u otras noticias desfavorables no son publicadas en la prensa china, incluyendo el China Daily. La censura es particularmente severa a nivel local, donde los censores de la ciudad y los provinciales pueden hacer o quebrar la carrera de un editor.
Por ejemplo, la prensa de la ciudad de Tangshan de la provincia de Hebei no publicó ninguna noticia sobre las presuntas actividades criminales de Yang Shukuan, el empresario y funcionario de gobierno que fue detenido por cargos de posesión ilegal de armas y vehículos militares. Los vecinos dijeron a periodistas que Yang usó amenazas y sobornos a la policía para construir un imperio; un funcionario local dijo que su detención podría resultar en el caso más bullado con armas y tácticas mafiosas en la historia de Hebei.
Yang fue detenido hace tres meses, pero sólo hace unos días fue despedido de la Conferencia Consultiva del Pueblo de la municipalidad, un cuerpo asesor del partido. Los funcionarios actuaron contra ellos, observaron los vecinos, después de que el secretario local del Partido Comunista, Zhang He, fuera reemplazado por un desconocido en noviembre.
El gobierno de Pekín ha estado tratando durante casi veinte años de mantener bajos los costes de los edificios de los gobiernos locales. Extravagantes torres de oficinas -una en la provincia de Anhui fue construida a semejanza del Capitolio de Estados Unidos, incluyendo su cúpula- han empezado a surgir en todo el país a medida que los gobiernos locales perciben ingresos por concepto de impuestos más altos en el rápido crecimiento económico de China. Muchos de esos edificios fueron financiados con dinero destinado para otros propósitos, se quejaron funcionarios en Pekín.
Liu Xirong, subsecretario de la Comisión Central para la Inspección de Disciplina del Partido Comunista, anunció el lunes que su oficina está preparando una inspección nacional y castigará a los funcionarios responsables de edificios caros o particularmente ostentosos. Pero el Legal Daily observó que campañas similares fueron anunciadas en 1988 y 1997, en vano.
"Esta no es la primera vez que el partido ha ordenado poner fin a los lujosos edificios oficiales", observó el diario de Pekín. "Cuando termina la campaña, continúa la desobediencia".

25 de junio de 2007
21 de junio de 2007
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papel de la esclavitud infantil


[Howard W. French] China no dice demasiado sobre el papel de la esclavitud infantil en su estrategia de desarrollo.
Shanghai, China. Hay un aspecto ritual en las historias que nos han llegado de China, como la de la semana pasada sobre los cientos de personas, muchas de ellas adolescentes e incluso más jóvenes, que fueron obligadas a trabajar en condiciones similares a la esclavitud en canteras de ladrillos en la provincia de Shanxi. Primero, los lectores chinos se horrorizaron de ver proyectarse una imagen de su país que muchos dicen que es difícil de reconocer, luego se detuvo a un canalla y finalmente, después de un torrente de boletines de prensa y editoriales inusualmente francos y emocionales, el asunto desaparece de la vista del público, asegurándose de que el problema principal siga sin resolver.
El canalla en este caso era Heng Tinghan, el gerente de una cantera de ladrillos, que fue detenido el sábado y consolidó rápidamente su imagen de tipo malo cuando protestó que era "bastante normal" golpear y maltratar a los niños trabajadores y negarse a pagarles. Con su detención, y a instancias de la Oficina Central de Comunicaciones Externas del Partido Comunista, la historia fue desapareciendo poco a poco. Pero los diarios chinos están constantemente salpicados de relatos sobre muertes y lesiones de niños trabajadores, y de disputas que surgen debido a los salarios inusualmente bajos, o la retención de sus salarios, sin excepción en todas las regiones del país.
En la misma semana en que surgió la historia de la fábrica de ladrillos, se conocieron varios informes sobre abusos laborales contra niños. Un niño de catorce años murió en una explosión mientras llenaba un tanque con naftaleno en una fábrica de químicos cerca de Nanjing. Un niño de quince se enganchó en una desmontadora y murió machacado por la máquina, en Nanchang, después de trabajar durante varios días en jornadas de veinte horas. Y setenta niñas en el campo de la provincia de Henan fueron llevadas por su maestra a trabajar en una planta procesadora de uvas en Ningbo, donde sus manos llegaron a sangrar después de trabajar en turnos de dieciséis horas.
Desde las densas zonas industriales de la provincia de Guangdong a los mercados callejeros, cocinerías y burdeles de las grandes ciudades, a las primitivas fábricas de las provincias relativamente pobres del oeste de China, el trabajo infantil es un hecho de la vida de todos los días, dicen los expertos, y un hecho que el gobierno, preocupado por el crecimiento económico, ha tenido la tendencia a ignorar.
"Para poder modernizarnos, la gente deberá hacer cualquier cosa para ganar dinero, para mejorar sus intereses, dejando de lado la moral y la humanidad, e incluso la compasión, para no mencionar las leyes y normas, que son apenas implementadas", dijo Hu Jindou, profesor de economía en la Universidad Tecnológica de Pekín. "Ahora todo gira sobre la economía, del mismo modo que en la época de Mao todo giraba sobre la política, y el trabajo forzado o trabajo infantil está lejos de ser un fenómeno aislado. Está enraizado profundamente en la realidad cotidiana, que es una combinación de capitalismo, socialismo, feudalismo y esclavitud".
Durante el mandato del presidente Hu Jintao, el Partido Comunista ha creado lo que se da en llamar una sociedad armoniosa, la principal consigna del gobierno. De hecho, como parte de ese esfuerzo se implementó este mes una importante revisión de las leyes que rigen los derechos de los niños, llevando al vice-premier del país, Wu Yi, a decir que su adopción "es un presente para los trescientos millones de niños del continente".
Sin embargo, expertos en el mercado laboral chino dicen que el país está lejos de estar a la altura incluso de la nueva ley, que decreta que se procure a los niños trabajadores tiempo suficiente para dormir, jugar y hacer deporte. De hecho, dicen muchos, el aplastante énfasis en el crecimiento económico la contradice derechamente.
Esto fue subrayado por otro caso que se dio a conocer la misma semana en que se revelaron los abusos en la cantera de ladrillos. Estudiantes de la Escuela Secundaria Dayin, en la provincia de Sichuan, al interior de China, se quejaron, según informes de prensa, de un programa de estudio-y-trabajo en el marco del cual son enviados a una planta de ensamblaje de electrónicos a cientos de kilómetros de distancia, en la próspera ciudad de Dongguan, que está cerca de la costa.
Los estudiantes denunciaron haber tenido jornadas de trabajo de catorce horas diarias, con horas extraordinarias obligatorias, y sin gozar de salario. En algunos casos, dijeron, los que querían salirse del programa no pudieron llamar a sus familias y pagar por el traslado a casa.
"Mi hija me prometió llamar todas las semanas, pero ya han pasado tres desde que se marchó y me ha llamado sólo una vez", dijo Zhang Ronghua, madre de una estudiante de Sichuan de quince. "Me dijo que quería volver a casa, que trabaja de ocho de la mañana a once de la noche, y que está constantemente trabajando y cansada".
Yuan Guangyao, el subdirector de la fábrica, defendió el acuerdo entre su compañía y la escuela. "Este internado es una forma de cooperación entre nuestra empresa y la escuela o, en realidad, la comuna", dijo. "He estado yo mismo allá, y vi que la gente es muy pobre, de modo que esta iniciativa de traer a los estudiantes a trabajar aquí es una estrategia que reporta beneficios a ambos".
Pero muchos de los padres ven algo diferente, y sospechan que la fábrica y la escuela están explotando a sus hijos.
Liu Kaiming, investigador de las condiciones laborales en la provincia de Guangdong, dijo que el empleo de estudiantes que son mal pagados y obligados a trabajar horas extraordinarias era algo habitual. "En Dongguan puedes incluso ver a niños de doce a quince años trabajando en fábricas de juguetes", dijo. "Esos niños provienen en lo esencial de provincias vecinas subdesarrolladas y son traídos aquí por sus maestros. Las leyes prohíben el trabajo infantil, pero no existen normas sobre los programas de estudio-y-trabajo, y no hay límites sobre la edad, las horas de trabajo ni el tipo de trabajo".
Otros expertos dijeron que los funcionarios locales se mostraban reluctantes a tomar medidas que obstaculizaran el desarrollo económico. Tradicionalmente, los principales criterios para ascender a funcionarios locales han sido las tasas de crecimiento altas y la estabilidad social, y en las regiones más pobres se considera que dar empleo a los jóvenes es una contribución a esos objetivos.
En realidad, en el caso de la cantera de ladrillos de Shanxi, el dueño de la fábrica en quien se concentró la atención de la prensa es miembro del Partido Comunista.
Los funcionarios locales también sacan ventaja de jurisdicciones traslapadas para evadir responsabilidades. En la provincia de Sichuan, los funcionarios locales dijeron que ellos no tenían autoridad para modificar las condiciones de trabajo acordadas por la escuela y la fábrica.
Funcionarios de la oficina laboral provincial de la provincia de Guangdong, dijeron que los acuerdos laborales hechos por la escuela deberían ser reguladas por el ministerio de Educación. El ministerio no respondió nuestras llamadas telefónicas y las preguntas que enviamos por fax.
"Cada departamento o ministerio se ocupa sólo de sí mismo", dijo Jin Yingjie, un experto en leyes laborales de la Universidad de Derecho y Ciencias Políticas de China. "Si la ley favorece sus intereses, la implementarán. Pero cuando se trata de la intersección de más de un departamento, tienden a esquivar la responsabilidad".

23 de junio de 2007
21 de junio de 2007
©new york times
©traducción mQh
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importaciones chinas contaminadas


[Rick Weiss] En cuatro meses, la Administración de Fármacos y Alimentos rechazó 298 cargamentos.
Manzanas secas conservadas en un químico cancerígeno. Bagre congelado alimentado con antibióticos prohibidos. Ostiones y sardinas recubiertas con bacterias en descomposición. Champiñones aumentados con pesticidas ilegales.
Estos son algunas de las 107 importaciones alimenticias de China que la Administración de Fármacos y Alimentos [FDA] retuvo en puertos estadounidenses el mes pasado, según revelan documentos de la agencia, junto con más de mil cargamentos de suplementos dietéticos chinos contaminados, cosméticos chinos tóxicos y medicinas chinas falsificadas.
Durante años, según muestran archivos de inspección estadounidenses, los chinos han inundado Estados Unidos con alimentos inadecuados para el consumo humano. Y durante años los inspectores de la FDA han simplemente devuelto a los importadores chinos la pequeña proporción de esos productos detectados -muchos de ellos para pasar por las fronteras estadounidenses, haciendo un segundo o tercer intento de importación.
Ahora la confluencia de dos eventos -la altamente publicitada contaminación de pollos, carne de cerdo y pescado norteamericanos con ingredientes de alimentos para mascotas chinos contaminados y la reanudación esta semana de conversaciones a alto nivel sobre temas económicos y comerciales con China- ha llevado a activistas y miembros del Congreso a exigir que Estados Unidos diga a China que el país está harto.
Pese a las mascotas muertas y alimentos contaminados con melamina, los cambios serán difíciles, dicen expertos, en gran parte porque las compañías norteamericanas dependen tanto de la economía china que normas más estrictas sobre las importaciones también perjudicarán a la economía estadounidense.
"Hay tantas compañías estadounidenses que están directa o indirectamente relacionadas con China ahora, que es conveniente para los intereses comerciales de Estados Unidos en estos días que se permita la importación tan rápida como fluidamente posible", dice Robert B. Cassidy, ex representante comercial de Estados Unidos para China y ahora director de comercio y servicios internacionales para Kelley Drye Collier Shannon, un bufete de Washington.
Como consecuencia, Estados Unidos se encuentra "postrado ante China", dijo Cassidy, y ese país continúa enviando a los consumidores estadounidenses alimentos adulterados y etiquetados fraudulentamente.
No se trata solamente de importaciones baratas, agrega Carol Tucjer Foreman, ex subsecretario de agricultura y ahora de la Federación de Consumidores de Estados Unidos.
"A nuestros campesinos y procesadores de alimentos se les ha caído la baba durante años para poder vender sus alimentos en ese importante mercado", dijo Foreman. "Los chinos simplemente falsifican. Tienen un serio problema con la piratería. Pero nosotros los soportamos porque queremos venderles".
Las exportaciones agrícolas estadounidenses a China han crecido a más de cinco mil millones de dólares al año -una fracción del déficit comercial estadounidense de 232 billones de dólares con China el año pasado, pero una cifra que tiene un enorme potencial de crecimiento, dado que la economía china está creciendo en un diez por ciento y tiene billones de consumidores.
El comercio con el mercado chino en gran parte sin reglamentación, tiene sus riesgos, por supuesto, como lo demuestra la enorme cantidad de querellas a las que se enfrentan ahora las compañías de alimentos para mascotas, que han sido entabladas por enfadados consumidores que dicen que sus mascotas fueron envenenadas por ingredientes chinos contaminados. Sin embargo, hasta hace poco, correr esos riesgos valía la pena e incluso el gobierno federal contaba con que, en promedio, correr esos riesgos valía la pena. Y en el caso de algunos productos, no tenían alternativa, ya que China, con su política de precios bajos, había eliminado del mercado a sus competidores.
Pero después del escándalo con el alimento para mascotas, algunos estaban sacando cuentas de nuevo.
"Esta no es la primera vez que hemos tenido problemas con un abastecedor chino", dijo Pat Verduin, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Alimentos [Grocery Manufacturers Association], un grupo gremial en Washington. "La seguridad de los alimentos es crucial para las marcas y compañías. Este no es un problema que la industria esté tomando a la ligera".

Nuevo Enfoque del Problema
La conducta menos que estelar de China como país exportador de alimentos se revela en repugnantes detalles en los "declaraciones de rechazo" de la FDA presentadas por inspectores estadounidenses: Jugos y frutas rechazados por "sucios". Ciruelas teñidas con colorantes químicos no aprobados para el consumo humano. Camarones empanados congelados conservados en nitrofurán, un antibacteriano que puede causar cáncer. Pez espada rechazado como "venenoso".
En los primeros cuatro meses de 2007, los inspectores de la FDA -que analizan apenas el uno por ciento de las importaciones reglamentarias- rechazaron 298 cargamentos de alimentos de China. En contraste, se rechazaron 59 cargamentos de Canadá, pese a que Canadá exporta a Estados Unidos unos diez mil millones de dólares en alimentos y productos agrícolas controlados por la FDA, en comparación con los cerca de los dos billones de dólares de China.
Aunque China está sujeta a más inspecciones debido a sus pobres antecedentes, esas cifras quieren decir que la tasa de rechazo de alimentos importados desde China, en un cálculo de dólar a dólar, es más de veinticinco veces superior a la de Canadá.
Miao Changxia, de la embajada china en Washington, dijo que China "otorga gran importancia" a la debacle de los alimentos para mascotas. "Se iniciaron investigaciones de inmediato... y se han tomado varias medidas de emergencia para garantizar la higiene y seguridad de los productos proteínicos vegetales destinados a la exportación", dijo en un e-mail.
Pero el engaño de los exportadores chinos no se limita a productos vegetales, y algunas de sus exportaciones más insignemente inadecuadas son simplemente internadas ilegalmente en Estados Unidos.
Según las normas del Departamento de Agricultura [USDA], los países no pueden exportar a Estados Unidos productos cárneos o de aves de corral a menos que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos certifique que los mataderos y plantas de procesamiento cuentan con sistemas de seguridad de los alimentos equivalentes a los que se utilizan aquí. Para su frustración, China no está autorizada a vender ningún tipo de carne a Estados Unidos, debido a que no cumplido con ese requisito.
Pero eso no ha detenido a los exportadores de carne en China. El año pasado, equipos del USDA requisaron cientos de miles de kilos de productos de ave prohibidos provenientes de China y otros países asiáticos, anunció en marzo el ministro de Agricultura, Mike Johanns. Algunos fueron embarcados en cajas etiquetadas como "flores de lirios secas", "tajadas de ciruela" y "verduras", de acuerdo con informes de prensa. No está claro cuánta carne ilegal se introdujo sin ser detectada.
Pese a esas infracciones, el gobierno chino está en camino de obtener permisos para exportar sus aves legalmente a Estados Unidos -una perspectiva que ha causado preocupación no sólo debido a los temores de bacterias como la salmonela, sino también porque los pollos chinos, si no son procesados correctamente, podrían ser una fuente de fiebre aviar, que las autoridades de salud pública temen que pueda provocar una pandemia humana.
El año pasado, bajo una enorme presión de China, el USDA aprobó una directriz que permite que China exporte a Estados Unidos pollos que fueron criados y sacrificados en Estados Unidos, y luego procesados en China -una directriz que pasó rápidamente por múltiples niveles de revisión y fue aprobada en abril pasado justo el día antes que llegara a Washington el presidente chino Hu Jintao.
Ahora la normativa que China realmente quiere -el permiso para exportar sus aves a Estados Unidos- está en progreso, dijo Richard Raymond, subsecretario del USDA para seguridad alimenticia. Informes en China han insinuado repetidas veces que sólo si China recibe el permiso para exportar sus aves a Estados Unidos, levantará Pekín su prohibición de cuatro años sobre la importación de carne de res de Estados Unidos. Raymond niega toda relación.
"No está siendo facilitado ni acelerado por el sistema", dijo Raymond sobre la normativa sobre las aves, agregando que el permiso para China para vender sus aves a Estados Unidos había avanzado porque recientes auditorías del USDA determinaron que los mataderos de China eran equivalentes a las estadounidenses.
Tony Corbo, cabildero para Food and Water Watch, un grupo de defensa de Washington, dijo que la conclusión -que no está sujeta a una revisión externa- no es creíble, dados repetidos informes sobre las condiciones poco sanitarias en las plantas procesadoras de aves en China. Corbo dijo que había leído una de esas auditorías. "Los que los han visto, terminan asqueados", dijo.

Respuesta Oficial
El ‘diálogo económico estratégico' a nivel de gabinete con China, que empezó en septiembre y debe reanudarse este miércoles, fue descrito anteriormente como una posibilidad para que Estados Unidos y China rompan un prolongado impasse sobre temas comerciales. Cuando se trata de la seguridad de los alimentos importados, sin embargo, pueden destacar la limitada influencia que tiene Estados Unidos.
No se trata solamente de que los alimentos chinos sean baratos, dijo William Hubbard, ex subdirector de la FDA. Para un creciente número de importantes productos alimenticios, China se ha convertido prácticamente en el único proveedor del mundo.
China controla el ochenta por ciento de la producción mundial de ácido ascórbico, por ejemplo, un valioso conservante que se encuentra en todos los alimentos procesados y otros. En Estados Unidos hay sólo un productor de ese ácido, dijo Hubbard.
"Se puede decir lo mismo de un montón de ingredientes", dijo, incluyendo el gluten de trigo que se pensaba inicialmente que causó la muerte de las mascotas. En Estados Unidos no se produce prácticamente nada de este producto, porque China lo vende por menos de lo que costaría hacerlo a fabricantes estadounidenses.
La necesidad de importaciones baratas en Estados Unidos es tan alta, dicen expertos, que el ejecutivo ha rechazado repetidas veces propuestas de los científicos de la agencia de imponer nuevas normas de seguridad incluso modestas sobre los alimentos extranjeros.
"A veces las directrices pueden pasar, pero no las regulaciones", dijo Caroline Smith DeWaal, directora de seguridad alimenticia del Centro para la Higiene en Interés General, un grupo de defensa. Las directrices, que la FDA define como "ideas actuales sobre un tema particular", no son vinculantes.
En particular durante el gobierno de Bush, dijo DeWaal, si una regulación propuesta no es aprobada por los directores de la agencia o departamento, esata tropieza con la Oficina de Administración y Presupuesto [OMB] de la Casa Blanca.
Andrea Wuebker, portavoz de OMB, dijo que la ofician estudió 600 normas propuestas el año pasado, y que es asunto de las agencias redactar las normas después de que hayan sido aprobadas. No sacó la cuenta de cuántas reseñas enviaron los redactores de las agencias a la mesa de dibujo. Observó que algunas normas de seguridad de los alimentos ya habían sido redactadas, incluyendo algunas relacionadas con la enfermedad de las vacas locas y al bioterrorismo. Los críticos señalan que las regulaciones en relación con el bioterrorismo eran exigidas por una ley del Congreso.
John C. Bailar III, profesor emérito de la Universidad de Chicago que presidió un comité de las Academias Nacional de 2003 que recomendó cambios profundos en el sistema de seguridad de los alimentos en Estados Unidos -que había sido pasado por alto durante mucho tiempo-, dijo que le preocupa cada vez más que las corporaciones y el gobierno federal estén dispuesto a colocar los intereses comerciales "por encima del bienestar general".
"Este país tiene -y la ha tenido durante décadas- una urgente necesidad de una agencia dedicada enteramente a la seguridad de los alimentos, que sea independiente y indiferente ante otros asuntos... para reunir y extender las actividades de seguridad alimenticia que ahora se encuentran dispersas en más de una docena de dependencias", dijo en un e-mail.
Se aprobaron hace poco leyes que crean esa agencia, aunque muchos sospechan que es un reto político demasiado grande.
Pero tras los recientes escándalos en torno a los alimentos, un número creciente de compañías y gremios, incluyendo la Asociación de Fabricantes de Alimentos de Estados Unidos, se están pronunciando a favor de al menos un poco más de protección, empezando con duplicar el presupuesto para seguridad en los alimentos de la FDA.
Pero China también adoptó un tono duro. "Las violaciones de las normas sobre el uso y la adición de químicos y otras substancias prohibidas serán sancionadas severamente", dijo Miao, de la embajada china.
Es una amenaza que ciertamente será implementada rigurosamente, pero sin embargo revela que China reconoce que el último escándalo ha reducido la paciencia norteamericana.

22 de junio de 2007
20 de mayo de 2007
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china cultiva buenas maneras


[Maureen Fan] China insta a la opinión pública a aprender maneras. Reducir los malos hábitos es un objetivo pre-olímpico.
Pekín, China. En la Oficina de Sanitación Medioambiental en el centro de la ciudad, cien limpiadores de baños públicos escuchaban embelesados, en ordenadas hileras, los brazaletes rojos prendidos a las mangas de sus inmaculados monos morados.
El pequeño ejército de trabajadores en su mayoría inmigrantes que ayudan a mantener Pekín limpia son normalmente preparados en la mecánica de su trabajo. Pero hoy, un conferencista de un instituto estatal quería hacer un punto muy específico.
"Mientras estéis en Pekín, sois pequineses", dijo Zhuang Zeping, instando a los limpiadores de baños a que hagan combinar zapatos y calcetines, mantengan limpias sus herramientas de trabajo y hablen suave y cortésmente con los extranjeros. "Para el resto del mundo, sois la imagen de China".
Los consejos de Zhuang tienen un contexto en mente: los Juegos Olímpicos de 2008, cuando se calcula que medio de extranjeros visitarán esta capital en rápido desarrollo para un crucial período de dos semanas.
China se preocupa enormemente de cómo es percibida por el resto del mundo y los Juegos han puesto en el centro de la atención las tradicionales creencias de este país sobre la vergüenza y la superioridad, así como sobre el convencional concepto chino de ‘no perder la cara'.
En los últimos meses, funcionarios del Partido Comunista han iniciado campañas dirigidas a erradicar prácticas que, aunque comunes en China, pueden ser vistas como derechamente indecorosas por los extranjeros: escupir, colarse, maldecir y arrojar desperdicios al suelo.
Los preparativos son una demostración del énfasis que están poniendo los líderes chinos en el protocolo, pero también en el grado en que consideran las conductas individuales como un reflejo del país en general. La apuesta es alta. Los chinos han tratado durante un siglo de librarse de la dominación extranjera y del aislamiento para recuperar lo que consideran la legítima aspiración de su país a ser reconocido como una potencia mundial. Para muchos, agosto de 2008 es su oportunidad.
"Queremos demostrar que estamos haciendo progresos", dijo Sha Lianxiang, profesor de psicología social en la Universidad de Renmin en Pekín. "Por un lado, nos estamos desarrollando y haciendo progresos, y, por el otro, todavía tenemos un montón de problemas. ¿Cómo los superamos? Necesitamos considerar cómo nos ven los otros. Eso es un espejo para nosotros. En un mundo globalizado, queremos ser tan buenos como los demás. Nos preocupa la reacción de los otros países".
En las preliminares de los Juegos, los funcionarios están preparándose para mostrar a los visitantes una centelleante y moderna capital con una arquitectura de nivel mundial y un servicio al cliente de cinco estrellas.
El ayuntamiento de Pekín ha dicho que gastará doscientos billones de dólares para construir estadios y otras instalaciones, poner al día su antigua infraestructura y mejorar la industria turística. Esa cifra no incluyenlas enormes cantidades de dinero que se están gastando en instalaciones en otras ciudades chinas ni el adiestramiento de vanguardia de los atletas.
Entretanto, la ciudad está menos ansiosa de ser asociada con algunos de los hábitos tradicionales de sus habitantes. Tal como los ruidosos estadounidenses pueden molestar sin darse cuenta y la tendencia de los parisinos a dejar que sus perros defequen en cualquier parte puede indignar a otros, los chinos exhiben hábitos idiosincrásicos que pueden ser desagradables. Los pequineses escupen en las aceras y comen con la boca abierta; los taxistas se hurgan prolongadamente las narices; y los pasajeros de avión se empujan unos a otros apenas aterrizan sus vuelos.
En Occidente la conducta de una persona no es considerada necesariamente un reflejo de todo el país. Pero para muchos chinos, aquí es diferente.
"El honor y la deshonra de un individuo está relacionado con las de su país", dijo Sha. "Esto se remonta a la época de Confucio, cuando a los chinos se les enseñaba a proteger el honor del país. La sociedad es una red complicada, y desempeñamos nuestros roles como miembros de una unidad colectiva, así que para nosotros es algo natural".
Durante las vacaciones nacionales en mayo, equipos de empleados de gobierno de la Oficina de Civilización Espiritual de Pekín, que promueve la civilidad y la cultura, se dispersaron por la ciudad en un intento de instigar un sentido de orgullo cívico.
Reprocharon a algunos por arrojar desperdicios. Pasaron multas de hasta siete dólares por escupir en la Plaza de Tiananmen y en una estación de ferrocarriles. En siete días, dijeron los equipos, repartieron cien mil bolsas de papel para que la gente pudiera escupir, aunque en realidad pocos chinos parecen haberlas usado.
La Oficina de Seguridad Pública de Pekín también ha intervenido para ayudar. Su nuevo manual de adiestramiento destaca frases que ahora están prohibidas: "No quiere decir No, no requiere más explicación" y "No podemos ayudarle. Pregúntele a otro".
El 11 de cada mes, empleados uniformados del ayuntamiento ondean banderas, ordenan a la gente en colas y les reprochan por intentar colarse.
"En marzo, nos concentramos en los terminales de buses y estaciones de metro. En abril, en los hospitales", dijo Zheng Mojie, subdirector general de la Oficina de Civilización Espiritual. "Les dimos flores a los pacientes que hacían cola para mostrarles nuestro aprecio por su buena conducta".
La oficina de Zheng ha repartido más de cuatro millones de libros de buenas maneras que enseñan a la gente a vestirse, a responder el teléfono y, en una nota aparentemente estrambótica, cómo usar cuchillo y tenedor cuando se cena con invitados extranjeros.
"No toque la bocina todo el tiempo y no lo haga violentamente", se lee en el libro de 109 páginas. "Cuando atienda el teléfono, salude y diga quién es usted con tono suave y una sonrisa. No demore en responder ni espere tres veces antes de contestar. Espere a que la persona que lo llame, cuelgue".
Algunos expertos recuerdan la campaña contra los escupitajos, el arrojar desperdicios, maldecir y colarse. Esas reglas se habían llamado ‘Las Cuatro Plagas", una referencia a la desastrosa campaña del presidente Mao Tse-Tung contra las ratas, las moscas, los mosquitos y los gorriones durante el Gran Salto Adelante de fines de los años cincuenta; el programa económico provocó caos y en la agricultura y hambruna en el campo.
Como con otras campañas oficiales en el curso de los años, muchos chinos se muestran cínicos sobre las lecciones de etiqueta obligatorias.
Una encuesta online en febrero realizado por la red nacional de televisión CCTV y una popular página web mostró que ‘Ponte a la cola' no tenía demasiado éxito. Más del 72 por ciento de los encuestados dijeron que la medida no era efectiva; sólo el 19 por ciento opinó que tendría buenos resultados.
"Va dirigida fundamentalmente a los extranjeros", dijo Liu Xiaobo, un escritor y comentarista político independiente. "Las buenas maneras se cultivan en la vida diaria por la gente misma, no con este tipo de movimiento a gran escala. Creo que el gobierno quiere causar una buena impresión ante el mundo. Se trata de la cara del gobierno".
Algunos observan que hay razones que explican los malos hábitos. Muchos chinos escupen, por ejemplo, porque necesitan eliminar las flemas de sus gargantas, debidas en parte a una espantosa polución del aire.
Al final, incluso la Oficina de Civilización Espiritual reconoce que estas cosas toman tiempo.
"Desarrollar el hábito de hacer la cola puede toma años", dijo Zheng. "Los Juegos Olímpicos son una buena oportunidad para enseñarlo, pero no es solamente para los Juegos. Estamos tratando de que la gente sea más civilizada a largo plazo. En realidad, para los Juegos no tenéis que preocuparos. Como a los pequineses nos interesa salvar la cara, no pondremos en dificultades a las autoridades -nos comportaremos bien".

Li Jie contribuyó a este reportaje.

16 de junio de 2007
13 de junio de 2007
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rescatan a esclavos en china


Policía china ha rescatado a 468 esclavos de fábricas de ladrillos.
La policía ha rescatado ya a 468 trabajadores en condiciones de esclavitud en fábricas de ladrillos del centro de China, tras las últimas operaciones llevadas a cabo en las provincias de Shanxi y Henan, informó hoy la prensa estatal.
Entre los rescatados en las dos provincias figuran más de un centenar de niños -que eran vendidos por 50 euros o 65 dólares-, así como deficientes mentales y ancianos de hasta 70 años.
En la provincia de Shanxi, donde se halla la mayor parte de las fábricas, se localizaron 251 esclavos, a los que deben añadirse los 217 de la vecina Henan, de donde proceden muchos de los trabajadores secuestrados y engañados, indican las informaciones publicadas hoy.
Además, a los 120 ya detenidos por su implicación en las redes de venta de trabajadores se suman unos 38 arrestados en las operaciones de Shanxi, según la televisión nacional CCTV y la agencia oficial Xinhua.
La policía de Henan ha lanzado una campaña de busca y captura de los secuestradores que captan a transeúntes en estaciones de tren y autobús para utilizarlos como esclavos en fábricas de ladrillos de provincias vecinas, para la cual ha dispuesto un enorme dispositivo de investigación en el que participan más de 35.000 personas.
Mientras, los policías de la vecina Shanxi, acusados por familiares de los esclavos de permitir estas fábricas a cambio de sobornos, parecen por fin comenzar a colaborar en la campaña, que se centra en las localidades de Yuncheng, Jincheng y Linfen.
En los últimos días se llevaron a cabo inspecciones en más de 700 fábricas.
Según informa hoy el diario Nuevo Pekín, los menores de edad eran llevados a las fábricas con promesas de buen sueldo y mejor vida, pero si esto fallaba se les dormía con somníferos o se les empujaba directamente al interior de una furgoneta.
El periódico publica además una entrevista con Chai Wei, un padre que lleva dos meses buscando a su hijo de 17 años, para lo cual ha visitado más de un millar de fábricas de ladrillos y ha gastado todos sus ahorros, sin que por el momento sepa nada de él.
Chai cuenta que mientras buscaba a su hijo pudo ver en las factorías a decenas de chicos desesperados que le pedían ayuda.
Los esclavos de estas fábricas trabajan descalzos, en harapos, a veces alimentados sólo con pan y agua, y se les golpea si no hacen bien su trabajo o intentan huir, en ocasiones hasta la muerte.
Chai contó que en una de las fábricas donde estuvo se encontró con un menor deficiente mental que le contó cómo había enterrado con sus propias manos a dos niños que trabajaban con él, cuyos cadáveres más tarde fueron descubiertos por la policía.

15 de junio de 2007
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china defiende exportaciones


[Edward Cody] China dice que sus inspecciones de alimentos destinados a la exportación son efectivas
Pekín, China. El jueves China rechazó enérgicamente las quejas de que está exportando alimentos y otros productos contaminados a Estados Unidos, diciendo que los controles aquí están mejorando y que en los últimos tres años los inspectores norteamericanos han aprobado el 99 por ciento de sus envíos.
"El noventa y nueve por ciento es un porcentaje relativamente alto en cuanto a la idoneidad de los productos", dijo en una rueda de prensa Li Yuanping, director general de la oficial Oficina de Seguridad de Alimentos Importados y para la Exportación. "Los hechos hablan con más claridad que cualquier cosa... China tiene un sistema muy sólido que puede garantizar la seguridad de los alimentos exportados al extranjero".
La enérgica respuesta, que también giró sobre los aditivos tóxicos hechos en China y que fueron exportados a Panamá, subrayó la preocupación oficial en Pekín por la cascada de informes recientes que sugieren que las exportaciones chinas son pobremente controladas y susceptibles de contener ingredientes peligrosos. La alarma, que empezó con informes sobre alimento para mascotas contaminado, ha encontrado una audiencia predispuesta en Estados Unidos, donde los consumidores están acostumbrados a oír quejas sobre las irrefrenables exportaciones chinas.
El gobierno del presidente Hu Jintao tiene buenas relaciones con Estados Unidos, especialmente en la vital relación comercial, un pilar de la política económica y de las relaciones exteriores de China. Bajo esa luz, altos funcionarios en la rueda de prensa, que fue organizada por el despacho del premier Wen Jiabao, trataron de tranquilizar a los consumidores tanto chinos como extranjeros de que las agencias de inspección del gobierno están cumpliendo con su misión de controlar la seguridad.
"El gobierno ha intensificado sus esfuerzos de revisión de la comercialización de fármacos en China", dijo Yan Jiangying, portavoz de la Administración Nacional de Fármacos y Alimentos. "Siempre que hay evidencias de un problema, lo investigamos y definimos responsabilidades".
Yan dijo que un ejemplo de la determinación de China de controlar cuidadosamente los productos era la sentencia de muerte dictada el martes contra Zheng Xiaoyu, el ex director de la agencia que fue condenado por aceptar sobornos a cambio de aprobar fármacos sospechosos. Igualmente, un editorial anónimo en el diario oficial People's Daily dijo que la sentencia de muerte contra Zheng mostraba que el Partido Comunista está sinceramente preocupado del bienestar de los chinos.
"La sentencia mostró la voluntad y anhelo del pueblo, así como el espíritu de justicia", dijo el diario. "También mostró la firme resolución de nuestro partido de castigar a los funcionarios corruptos".
Li dijo que los informes de Washington de que las exportaciones de alimentos chinos son frecuentemente rechazadas por inspectores estadounidenses se han originado en informaciones erróneas y "sensacionalismo". La mayoría de los cargamentos rechazados, dijo, no estaban autorizados y no pasaron por el sistema de control de las exportaciones de China. La verdad, agregó, es que los antecedentes chinos en cuanto a las exportaciones de alimentos a Estados Unidos son ligeramente mejores que los de las exportaciones de alimentos estadounidenses a China.
Para ilustrar su argumento, dijo que el año pasado las autoridades chinas encontraron salmonela y otras toxinas en la carne de cerdo y pollos estadounidenses exportados a China. Como resultado, dijo, las importaciones de alimentos de dos compañías estadounidenses debieron ser prohibidas indefinidamente.
"Ninguna sistema de inspección alimentaria es impermeable", dijo. "Es como un avión. Se dice que volar es el sistema más seguro de viajar, pero a veces ocurren accidentes aéreos".
Wei Chuanzhong, viceministro de la Administración General de Inspección, Cuarentena y Control de Calidad, dijo que su agencia inició una nueva investigación después de informes recientes en el New York Times sobre un mortífero aditivo chino que terminó en un jarabe para la tos en Panamá. Hace dos años la agencia ya había participado en una investigación junto con la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos y las autoridades panameñas, dijo.
Wei dijo que la nueva investigación constató que el aditivo, que identificó como la glicerina TD, un compuesto que contiene el peligroso glicol dietileno, era fabricada en la provincia de Jiangsu. Pero fue vendida en 2003 a una empresa española antes de volver a ser vendida a una firma importadora panameña y, finalmente, a un fabricante de fármacos que la utilizó en el jarabe para la tos, dijo.
La Fábrica de Glicerina de Taixing, en Jiangsu, etiquetó erróneamente la glicerina TD, y se encuentra en estos momentos bajo investigación, dijo Wei. Pero la compañía china declaró la verdad a sus clientes españoles, que siguieron con la venta de todos modos, agregó. Cuando la firma española vendió la glicerina TD a una compañía importadora en Panamá tres años más tarde, dijo, la compañía panameña alteró la fecha de caducidad y la vendió como glicerina pura.
"Esa fue la causa directa del incidente", dijo.

8 de junio de 2007
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aditivos chinos en el menú


[Don Lee] China es el principal abastecedor de muchos de los ingredientes de los alimentos envasados. Prohibir su importación es difícil.
Shanghai, China. A medida que el retiro de alimentos para mascotas contaminado se fue convirtiendo en un escándalo internacional, dos de los principales fabricantes norteamericanos dieron una orden general a sus abastecedores estadounidenses: No queremos ingredientes chinos.
La directriz de Mission Foods Corp. y Tyson Foods Inc., circulada discretamente este mes, subrayó los temores de consumidores y fabricantes acerca de la seguridad de los ingredientes alimenticios importados después de que productos de trigo contaminados de China causaran la muerte y/o enfermaran a perros y gatos en Estados Unidos.
El problema es que lo que Mission y Tyson quieren es prácticamente imposible.
En la última década, China se ha convertido en el principal abastecedor de muchos condimentos, vitaminas y conservantes del planeta. Tal como cortauñas, naipes, adornos navideños y otros artículos, algunos aditivos alimenticios se encuentran disponibles en grandes cantidades solamente de China.
En 2006, China exportó 2.5 billones de dólares en ingredientes alimenticios a Estados Unidos y el resto del mundo, un aumento de un 150 por ciento con respecto a hace dos años, de acuerdo a estimaciones de la industria china. Ahora es el principal fabricante de aroma de vainilla, ácido cítrico y variedades de vitamina B, tales como tiamina, riboflavina y ácido fólico -nutrientes agregados habitualmente a productos procesados de harina tales como las tortillas de Mission y el pollo empanado de Tyson.
"Sería difícil alejarse de todas las vitaminas chinas", dijo Monte White, presidente de Research Products Co., un importante abastecedor de nutrientes para preparados de harina. Dijo que su compañía en Salina, Kansas, estaba incrementando sus análisis de artículos importados pese a tener, en cuanto a China, "resultados muy consistentes" en los últimos cinco años.

Poco Control en China
El historial chino en cuanto a la seguridad de los alimentos deja que desear. El uso de fertilizantes químicos y pesticidas tóxicos es considerable. El fraude y la corrupción a menudo echan por tierra los poco estrictos controles existentes. En los últimos años, funcionarios estadounidenses han emitido alertas sobre miel china contaminada con un peligroso antibiótico; caramelos chinos que contenían sulfitos que podían causar reacciones alérgicas mortales; y fórmulas para alimentos de bebé que carecían de nutrientes vitales, que en 2004 provocaron en China la muerte de una docena de bebés.
Un pequeño grupo de grandes fabricantes domina la producción de ingredientes alimenticios en China, pero en el país operan cientos, si no miles, de pequeñas fábricas, prácticamente anónimas -como las dos vinculadas al escándalo del alimento para mascotas-, en una industria que carece de control y normas estrictas.
"Algunos de esos fabricantes actúan motivados por las ganancias; puedes ver el signo dólar en sus ojos", dijo Jan Willem Roben, director de Vision Ingredients, un comerciante de aditivos alimenticios en Shanghai.
En Estados Unidos, los grandes fabricantes a menudo no saben de dónde vienen todos sus ingredientes. Mission, una unidad de Texas de Gruma, el gigante de la industria alimenticia mexicana, no quiso comentar sobre este asunto ni sobre su directriz, pero dijo que estaba trabajando con sus abastecedores para asegurarse de la idoneidad de sus productos. Tyson, de Arkansas, uno de los abastecedores más grandes del país de carne de res y pollo, no respondió a nuestras peticiones de entrevista.
Muchos alimentos envasados contienen docenas de componentes de todo el mundo, adquiridos a través de complejas redes de comerciantes y corredores, antes de que lleguen a la etapa de su procesamiento en las plantas industriales donde las compañías tienen un control más directo.
"Hasta ahora, las compañías simplemente no se preocupaban de los aditivos", dijo Laszlo Somogyi, consultor retirado de SRI International, un instituto de investigación sin fines de lucro en Menlo Park, California. "Pero eso está cambiando ahora. Esto fue un aviso", dijo, refiriéndose a la debacle sobre los alimentos para mascotas.
Somogyi cree que los aditivos alimenticios contaminados representan un riesgo relativamente bajo para los humanos debido a que esos ingredientes son usados en cantidades diminutas en los productos. Sin embargo, no fue sino hasta la contaminación del alimento para mascotas que la gente se enteró de que la melamina, un químico industrial cuyo uso está prohibido en los alimentos en Estados Unidos, había sido utilizado ampliamente para aumentar el pienso animal en China y reforzar fraudulentamente su nivel proteínico.
"Eso mismo pudo haber ocurrido en la cadena alimenticia humana", dijo Somogyi.
Los ingredientes hechos en China se encuentran probablemente en todos los pasillos de los supermercados estadounidenses. Consideremos un favorito de los americanos, el Hostess Twinkie. De sus 39 ingredientes, al menos una media docena -tales como componentes de vitamina B, el conservante de ácido sórbico y colorantes amarillos y rojos- son probablemente fabricados en China, dice Steve Ettlinger, autor del libro ‘Twinkie, Deconstructed'.
En una entrevista desde Nueva York, Ettlinger dijo que no estaba seguro dónde obtenía esos ingredientes la Interstate Bakeries Corp., el fabricante de. La compañía Kansas City, de Montana, se negó a ayudarle en su investigación, dijo, y los fabricantes de alimentos rara vez mencionan el origen de los ingredientes individuales en las etiquetas. Tampoco quieren necesariamente saber de dónde provienen todos ellos.
"Mientras más sabes, más cauteloso te pones, y eso cuesta dinero", dijo Ettlinger.
David Leavitt, vicepresidente de márketing de tentempiés de Interstate Bakeries, dijo que no sabía que Twinkie incluyera ingredientes hechos en China. Pero en una declaración por correo electrónico, indicó que Interstate estaba sondeando algunos de sus vendedores más pequeños para determinar si acaso ellos compraban algún producto en China.
"Este proceso implica recabar y verificar informaciones de cientos de compañías", dijo Leavitt.
Ese proceso podría conducir eventualmente a una compañía como Ningbo Wanglong Group, el principal fabricante del mundo de ácido sórbico -un conservante hecho de gas natural que ayuda a mantener el molde de los artículos horneados y otros productos. La compañía particular de catorce años, ubicada a unos 193 kilómetros al sur de Shanghai, produce mil toneladas de los cristales blancos al mes. Casi un tercio está destinado a su exportación a Estados Unidos, dijo Li Ming, el director de despacho de la compañía.
Hace menos de diez años, esos aditivos alimenticios se hacían principalmente en Europa y Estados Unidos. Pero las normas ambientales chinas menos estrictas, costes de energía más baratos y salarios más bajos ayudaron a que la industria se trasladara al Asia. El salario promedio en Ningbo Wanglong es de menos de doscientos dólares al mes. Gigantes de los químicos alimenticios, como BASF, de Alemania, y la holandesa DSM, empezaron a trabajar con socios chinos y cerraron sus plantas en el Occidente.
Ningbo Wanglong dice que vende el ácido sórbico por un dólar treinta la libra, incluyendo costes de envío a Estados Unidos. El mismo producto hecho en Estados Unidos cuesta cerca de cuatro dólares.
Para las compañías de alimentos, cambiar a vendedores no chinos significaría un aumento de sus costes de operación, aunque les daría alguna ventaja de márketing sobre los competidores.
Li recibe a los visitantes para visitar los terrenos de su compañía (unas 32 hectáreas), donde, dijo, cuatrocientos empleados, muchos de ellos con guantes blancos y uniformes grises, trabajan en plantas de alta tecnología.
"Tenemos una sección de análisis, un laboratorio de calidad y un departamento de control de calidad", dijo, agregando que setenta de sus empleados tienen diplomas de estudios avanzados.
Pero por cada uno de los fabricantes de aditivos como Ningbo Wanglong, hay decenas de pequeños fabricantes que compiten en China, ofreciendo artículos baratos en publicaciones de la industria alimenticia, en ferias comerciales y en internet. En la página web comercial china alibaba.com al menos 43 empresas anuncian ácido sórbico, un complicado componente que exige una considerable inversión y certificados oficiales.
Sin embargo, para muchos otros ingredientes la gente no necesita más que un conocimiento básico de química y algunos equipos sencillos: un hervidor, una balanza y una secadora.
"El problema es que muchas empresas pequeñas no inscriben sus productos como aditivos alimenticios, para evitar ser controladas", dijo He Jiguo, director de nutrición y del departamento de seguridad de la Universidad Agrícola China de Pekín. En lugar de eso, dijo, esas compañías clasifican sus productos como artículos no alimenticios. Muchos aditivos alimenticios también tienen aplicaciones industriales: el ácido cítrico, por ejemplo, se utiliza para limpiar calderas y alisar suelos de concreto.
Dice que los funcionarios del gobierno chino deberían aumentar los controles y las sanciones. Hoy en día, los que violan las normas de seguridad alimenticia son multados en montos de no más de algunos miles de dólares y una orden temporal de cesación de actividades.
Pero He no espera ningún cambio rápido. De los 1750 aditivos alimenticios aprobados por el gobierno, se han establecido normas de calidad para sólo 250, de acuerdo a un informe del año pasado de Major China, una firma consultora de la industria alimenticia en Shanghai.
"No existe un sistema de clasificación alimenticia claro, no hay definiciones distintas para las gamas incluidas en los alimentos, no hay normas relacionadas en cuanto a los residuos que dejan los aditivos en los alimentos", decía el informe. "Todos estas lagunas jurídicas para la fabricación y uso de aditivos, dan oportunidades a los comerciantes ilegales y afectan la confianza de los clientes en cuanto a la seguridad de los aditivos alimenticios".

Irregular Inspección Norteamericana
Lo que aumenta las preocupaciones de los consumidores estadounidenses es que las inspecciones en el extremo americano son iregulares. La Administración de Fármacos y Alimentos dice que controla apenas el uno por ciento de todos los artículos alimenticios e ingredientes alimenticios importados, excluyendo los productos cárneos y de ave. La agencia no respondió a una petición de entrevista para este artículo.
Los abastecedores de ingredientes alimenticios estadounidenses sólo esperan que pase el miedo al alimento para mascotas. Algunos gerentes dicen que reciben hasta cincuenta llamadas al día de clientes y consumidores. Están haciendo lo que pueden para convencerlos de que los artículos que provienen de China son seguros, prometiéndoles más pruebas y un control más estricto de los abastecedores. Pero también dicen que los fabricantes de alimentos estadounidenses no tienen otra opción que seguir trabajando con aditivos chinos.
"Tienen que llegar a algún compromiso", dijo un gerente de ventas de un importante abastecedor de aditivos alimenticios que no quiso ser identificado por su nombre. "En este momento, es simplemente imposible".

Qué Viene de China
China se ha convertido en el principal abastecedor mundial de ingredientes alimenticios, incluyendo sabores, vitaminas y conservantes. Una muestra de los aditivos alimenticios más comunes importados en Estados Unidos desde China:

Ácido cítrico
Da un sabor ácido a los alimentos y fortalece el sabor de la fruta. Se utiliza en refrescos, caramelos, jarabes.

Ácido sórbico
Un conservante que inhibe el crecimiento del molde y la levadura. Se usa en los quesos y otros productos lácteos, artículos horneados y vino.

Vanillin
Un ingrediente fabricado a menudo a base de pulpa de madera en la vainilla artificial. Se usa en chocolate, caramelos y galletas.

Xylitol
Un edulcorante que se encuentra en los abedules, fresas, frambuesa y ciruelas. Se usa en chicle sin azúcar y caramelos.

Ácido fólico
Una vitamina B que ayuda a prevenir deformaciones espinales de los fetos. Se usa en pastas, pan, cereales, harina, harina de maíz y arroz.

Fuente: WISER, Census Bureau.

don.lee@latimes.com

Cao Jun en Shanghai contribuyó a este reportaje.

4 de junio de 2007
18 de mayo de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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